Huawei presentó oficialmente HarmonyOS, su nuevo sistema operativo pensado no solo como una alternativa a Android y iOS sino también como la piedra angular de su ecosistema de productos. Apenas unos pocos días después de su revelación, hemos tenido oportunidad de probar el nuevo sistema y aquí están nuestras primeras impresiones de HarmonyOS, un sólido competidor, pero aún con mucho camino por delante.
La principal arma de HarmonyOS es la integración de todos los dispositivos en un ecosistema completo en la palma de la mano. Y la premisa se logra, pero con muchos matices.
HarmonyOS como ecosistema, prometedor
Primero, la experiencia de HarmonyOS y los "super dispositivos" es sencilla y muy fluida. Huawei ha logrado un gran trabajo con la integración de smartphone como núcleo con tablet, laptop, monitor y hasta televisión. Por ejemplo, esto permite posibilidad de trabajar con la potencia y herramientas de nuestro smartphone, pero desde la comodidad de un monitor y periféricos externos, sin cables, solo con una conexión inalámbrica.
Con estas integraciones, el enfoque de HarmonyOS es principalmente en el ámbito laboral y de productividad. Las posibilidades a partir de expandir nuestro espacio de trabajo sin cables, de manera cómoda, son muchas, pero no van mucho más allá. Es decir, la posibilidad de transmitir contenido desde un smartphone a una TV no es nueva y si bien HarmonyOS lo simplifica al máximo, sigue siendo algo que actualmente es posible hacer, sin necesidad de una total compatibilidad con dispositivos.
Eso sí, la integración de HarmonyOS para hacer llamadas o iniciar presentaciones en el smartphone y transmitirlas a sus televisiones Huawei Vision, con varias opciones de interacción, es algo bastante llamativo, pero que tampoco sale más allá del enfoque de productividad.
En este punto, es importante mencionar el esfuerzo de Huawei por llevar HarmonyOS a otros dispositivos de terceros, como electrodomésticos. La integración que probamos fue sencilla, con solo los controles más básicos, pero suficiente para el tipo de dispositivo del que se trataba. Esto sí plantea una idea que podría tener mayor impacto si se ajustan algunos detalles, como por ejemplo la necesidad de tocar el punto NFC del dispositivo en cuestión (en este caso un horno) para entrar a la tarjeta de control.
Nuestras pruebas fueron realizadas con dispositivos y versiones de prueba, así que es probable que en la versión final comercial este tipo de detalles sean resueltos.
HarmonyOS como ecosistema es prometedor, pero todo lo que puede lograr recae por completo justo en eso, en tener los dispositivos para lograr el ecosistema, desde smartphone y tablet, hasta televisión y electrodomésticos compatibles. Esto contrasta con la cada vez mayor compatibilidad de productos con HomeKit y el control de Google Assistant.
HarmonyOS como sistema operativo, sombrío
En el lado contrario de la moneda, tenemos a HarmonyOS como sistema operativo, que si bien puede correr en una amplia variedad de dispositivos, sus principales atributos se enfocan en el smartphone, y aquí poco puede brillar, al menos eso es lo que podemos decir con lo que hemos visto hasta ahora.
Más allá de las mejoras en desempeño que Huawei promete, HarmonyOS es un sistema operativo que se siente como una combinación de iOS y Android. Eso no es precisamente malo, sobre todo si tenemos en cuenta que ambos sistemas llevan en el mercado muchos años y hemos visto cómo han evolucionado, mejorando con cada nueva iteración. En este caso, HarmonyOS apenas va comenzando, por lo cual los otros le llevan mucha ventaja.
El punto es que, por ejemplo, los principal atributos de interfaz que Huawei destaca de HarmonyOS no son nuevos. Al deslizar hacia abajo en la parte izquierda superior aparecen las notificaciones, y el mismo gesto en la parte derecha saca el Panel de control. Este es otro aspecto importante que se siente "conocido", aunque no del todo, ya que además del panel de accesos directos, ahora se integra mucha información que a algunos les puede parecer útil, pero a otros no.
Ahora podemos acceder a la reproducción de contenido, y configuraciones importantes como la de wifi y bluetooth, sin entrar a menús dedicados, en "tarjetas" que se abren al presionar en la sección. La nueva sección de "Super dispositivos" no puede quedar fuera, al ser la integración el principal atributo del sistema operativo; y para finalizar, también hay tarjetas que son como "accesos directos" a todos los dispositivos que previamente se han sincronizado con el smartphone.
Otros aspectos que vale la pena mencionar de la interfaz de HarmonyOS son el gesto sobre los iconos de apps que abre opciones, como entrar al modo de video directamente en la cámara o un atajo para crear una nota, y la posibilidad de cambiar el tamaño de las carpetas para ver más apps por defecto y acceder a ellas sin necesidad de primero abrir la carpeta. Pequeños ajustes, pero mejoras al fin y al cabo.
Y ya, eso es todo lo diferente que podemos mencionar de HarmonyOS como sistema operativo móvil, al menos por ahora. Como ya mencionamos al principio, HarmonyOS entra tarde a la carrera y si bien su premisa de integración entre dispositivos es prometedora, toda su relevancia recae en su perfil como ecosistema. A su vez, si no se tienen todos los dispositivos para lograr el ecosistema, HarmonyOS poco puede lograr por si mismo.
El futuro de HarmonyOS y Huawei
Además de todo esto que ya mencionamos, hay otros aspectos importantes que jugarán un papel importante en el futuro de HarmonyOS y Huawei. El primero, y quizás el más importante, es el de la actualización al nuevo sistema. Al preguntar sobre qué sucederá si al actualizar desde EMUI con los servicios de Google a HarmonyOS, Huawei menciona que "seguramente" se mantendrán los servicios de Google, pero sin una respuesta totalmente afirmativa.
Hablando de actualización, Huawei confirma que HarmonyOS llegará a México en el futuro próximo, y no solo eso sino que para acompañar a su nuevo sistema operativo también llegarán sus nuevos dispositivos que lo traen instalado de fábrica: los Huawei Watch 3, nuevas MatePads e incluso los monitores MateView y MateView GT, para lograr el ecosistema completo.
Por otro lado, está EMUI. Según Huawei, a pesar de la llegada de HarmonyOS y su próximo despliegue en el mercado, EMUI seguirá actualizándose junto con nuevas versiones de Android. Es decir, aquellas personas que no den el salto a HarmonyOS continuarán teniendo soporte oficial en EMUI. Este es un movimiento que tiene todo el sentido del mundo, aún con la gran cantidad de dispositivos que recibirán la actualización.
HarmonyOS bebe mucho de Android, a pesar de que Huawei confirma que no está basado en este sistema operativo (pero sí que tiene parte de Linux en su kernel) y algo menos de iOS, pero es una comparativa que no se puede evitar, sobre todo si tenemos en cuenta que estos son los sistemas operativos que han forjado el ecosistema móvil como lo conocemos actualmente.
El detalle está en qué hará HarmonyOS a partir de ahora para diferenciarse e innovar, ya que como un todo es una apuesta sólida (con pequeños huecos), pero como uno tiene un camino difícil por delante.
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