El día llegó: el Mate 30 Pro es oficial y Huawei ha tenido que maniobrar para que la presentación fuera algo más que un recuento de todas las filtraciones de los últimos días y semanas. Al final, lo ha logrado, pero apenas. La buena noticia es que la familia de los Mate es un infaltable de las presentaciones de móviles de cara al último cuatrimestre del año porque termina recapitulando las mejores prácticas del escenario de smartphones, pero al mismo tiempo hallando el modo de proponer, aunque sea en rubros muy específicos.
El Mate 30 Pro no es un P30 Pro. Comenzando con que el Modo Ultra Oscuro quedará relegado al móvil de casa con los colores atractivos y continuando con que el telefoto en el Mate 30 Pro ofrece hasta tres aumentos sin pérdida de calidad, y no los cinco del P30 Pro. Sin embargo, la innovación en diseño y la nueva estrategia enfocada en la captura de video puede que sean herramientas que terminen por llamar la atención de un segmento distinto al del primer flagship del año de Huawei.
Mientras descubrimos las semejanzas y diferencias con el P30 Pro, entendemos que Huawei ha querido mantener el enfoque "innovación". De paso, tendrá que implementar ese mismo principio en la construcción de un proceso de migración de los servicios de Google, a los Mobile Services de casa, pues como se esperaba, el Mate 30 Pro no cuenta con los Google Mobile Services ni con la suite de apps preinstalada.
Mientras aquello se soluciona, hemos probado el dispositivo brevemente, y estas son nuestras primeras impresiones.
Horizon Display: el nuevo diseño roba miradas
Lo vimos en un prototipo de Oppo primero, pero Huawei toma el diseño "de cascada" y lo implementa en unos bordes de OLED que llegan a la ansiada medida de 0.0 milímetros de borde a los costados de la pantalla. Lo hace gracias a un panel que se aventura a los 88 grados hacia los bordes. Con semejante nivel de curvatura habría que pensar qué hacer con las teclas de volumen y el Mate 30 Pro ha decidido simplemente eliminarlos para dar paso a que el usuario convoque a unas teclas virtuales de volumen cuando desee ajustarle, tan solo con tocar dos veces en el mismo sitio, sin importar de que lado sea.
El que sí se mantiene es la tecla de bloqueo/desbloqueo que se ha desplazado levemente hacia la tapa posterior, de manera que si el teléfono se le ve desde atrás, la tecla es mucho más evidente. Por el contrario si se le ve de frente casi podría pasar como un dispositivo completamente liso en lo horizontal.
Está además el asunto de los márgenes superiores e inferiores, ambos disminuidos a un nivel nunca antes visto en casa. Hasta el inferior que normalmente es el de los problemas se ha visto recortado.
El nuevo diseño frontal en efecto luce futurista como pocos. Plantea problemas como lo que concierne al volumen del dispositivo, y presenta sus propias soluciones para garantizar que el panel ofrezca la experiencia más inmersiva posible. Con todo y todo, tal grado de curvatura podría no ser para todos los gustos, toda vez que al no haber punto de interrupción a los laterales, la curvatura del panel puede presentar problemas de sujeción si se le sujeta desde algunos ángulos.
Y claro, está el asunto del gesto virtual. Aquí la idea para aprovechar los milímetros de más al costado es que un doble toque despliegue la barra de volumen, en donde el indicador se mueve hacia arriba y hacia abajo según desplacemos el dedo que ya está en el borde. El asunto es que hay que ser muy preciso con que el segundo toque sea en donde exactamente fue el primero. Por ratos he tenido que repetir la operación tres o cuatro veces para poder hacer se desplegara la barra; a reserva de una experiencia más continua, me quedo con la duda de si se trata de solo un truco al que hay que agarrar costumbre, o si podría ser un problema real para la experiencia de usuario.
Aprovechando que hablamos del frontal, habrá que decir que el notch sigue estando ahí, aunque algo más reducido que en el Mate 20 Pro. Para ser específicos, se ha reducido de 32.8 milímetros a 26.6 milímetros, y además se ha reducido su grosor. Si a ello le aumentamos el recorte del margen superior, tenemos un notch que es menos amargo que los antes vistos en Huawei, y que quiere ser conciliador con quienes le odien menos.
En el notch habitan el sensor para gestos, la cámara de 32 megapixeles con f/2.0, sensor de luz ambiental y proximidad, y finalmente un sensor de profundidad.
El círculo perfecto
Hablar del Mate 30 Pro es hablar no solo del renovado frente, sino también del renovado módulo fotográfico. Son dos sensores de 40 megapixeles cada uno, en donde uno es un ultra gran angular y el otro es un angular. Acompañan un telefoto de 8 megapixeles capaz de ofrecer hasta tres aumentos sin pérdida de calidad, cinco aumentos de forma híbrida y hasta 30 aumentos vía digital.
Para finalizar hay un lente de profundidad que completan los cuatro sensores acomodados en un perfecto círculo negro que sobresale de la tapa posterior, y que le rodea un arillo de tono más saturado que el resto del posterior.
El resto del reverso susurra minimalismo por todas partes. El flash ha sido desplazado hacia el costado izquierdo y permanece a la altura del resto del posterior hecho en cristal que, eso sí, es difícil mantener impoluto. El Mate 30 Pro es un gigantesco imán de huellas, pero algunos colores aminoran el problema. Sucede que en el caso de Esmerald Green, Huawei ha incorporado un gradiente de acabado, en donde el polo sur del terminal es más mate que el brillante verde del superior. Por consecuencia, el teléfono también es menos resbaladizo.
Huawei se caracteriza por lograr buenas experiencias de sujeción, sin importar si hablamos de una unidad que alcanza las 6.53 pulgadas de pantalla, sobre todo porque la medida de anchura también es acotada. En este caso en particular hablamos de 73.1 milímetros, casi lo mismo que los 73.4 milímetros del P30 Pro, y apenas un milímetro más que los 72.3 del Mate 20 Pro.
Pero entre el cristal y la pantalla Horizon Display, no le auguro buen final al Mate 30 Pro en manos de quien tiende a arrojar todo accidentalmente al suelo.
Performance prometido con el nuevo chipset supremo de casa
Una vez más el nuevo chip insignia de casa se estrena con la familia Mate. El Kirin 990 promete ser el auténtico líder de una generación de 5G cuyo hardware de por sí le lleva mucha ventaja al desarrollo de redes. Y ni hablar de la condición del 5G en México.
Por promesas no paramos, de acuerdo a Huawei tendremos 23% mejor desenvolvimiento de la CPU, además de un 39% mejor ejecución de la GPU, y una abrumadora cifra de 460% mejor desempeño en NPU. Las cifras se quedan en ello, no solamente por la falta de una prueba exhaustiva, sino por la escasa diferencia de desempeño que en gama alta notará el gran grueso de usuarios. Hasta ahora lo único que sabemos es que el Kirin 990 podría quedar punteado por debajo el iPhone 11 Pro.
En cuanto a batería tenemos un ligero aumento respecto al distinguido en autonomía Mate 20 Pro que contaba con 4,200 mAh. Ahora la cifra asciende a 4,500 mAh, aunque habrá que considerar que el panel ha crecido ligeramente. La súper carga es de 40W de forma alámbrica, además de 27W para cuando se use un cargador inalámbrico. La carga inalámbrica reversible se mantiene y de acuerdo a Huawei es tres veces más rápida.
El Mate 30 Pro ha encontrado el tiempo para subirse a la iniciada tendencia de los gestos a distancia con ayuda del sensor de profundidad que tiene al frente. Más allá de su discutida utilidad, resulta que la experiencia de toma de screenshot con la unidad ha sido la más fluida que he experimentado en gestos, aunque, el gesto correspondiente a desplazamiento me ha presentado mayores dificultades.
Sobre software, el Mate 30 Pro es el primero en incorporar EMUI 10 de forma nativa. Se trata del conocido sistema operativo de casa basado en Android, de manera que, confirmado está, el modelo sí usa Android, solo uno basado en el proyecto abierto de Google que no incluye la licencia de los servicios móviles de Google y su suite de aplicaciones preinstalada.
En efecto, el terminal al que hemos accedido no tiene ni una gota de las aplicaciones tradiciones de Google, lo que incluye, entre otras, a YouTube, Google Maps y Playstore. Al respecto Huawei solo ha dicho que trabaja en la forma en que las aplicaciones comiencen a hacer uso de sus propios servicios móviles y del ecosistema de herramientas para desarrolladores que la empresa ha dispuesto.
El primero con doble lente de 40 megapixeles
¿Cómo destacar en apartado fotográfico si hay una familia en casa que se dedica de lleno a ello? Enfocando esfuerzos en la toma de video. En efecto el telefoto del Mate 30 Pro no ofrece los cinco aumentos sin pérdida de calidad que el P30 Pro sí, pero Huawei está muy orgulloso de presentar su primer terminal con dos lentes de 40 megapixeles.
Contrario a lo que se pudiera creer, hay diferencias sustanciales entre ellos, comenzando con que el que remplaza a los pixeles verdes por amarillos (que se hace desde el conocido Superspectrum de Huawei) es solo el principal que tiene un tamaño de 1/1.7 pulgadas. El segundo que utiliza pixeles rojos verdes y azules como de forma tradicional se hace, está hecho para tener una relación aspecto 3:2.
Es por ello que al activar el ultra gran angular, la relación aspecto de la toma en pantalla también cambia para ser más alargada. A partir de 1X la relación aspecto es el convencional 4:3. A comprobar queda si el ultra gran angular no pierde la luminosidad propia del sensor que utiliza los pixeles amarillos y que Huawei le ha presumido tanto para generar colores más precisos y sufrir menos de problemas de subexposición.
Esta son algunas de las fotos tomadas por el Mate 30 Pro.
Ahora sí, sobre el video la promesa no se queda en tomas luminosas (con ayuda de los nada despreciables 51200 en ISO) sino que además está el Ultra Slow Motion de 7680 cuadros por segundo con resolución 720p, el cual que hemos podido probar en un pequeño experimento del evento de lanzamiento en donde una bola de boliche se deja caer sobre aserrín de colores.
Para video además se garantiza grabación en 4K a 60 cuadros por segundo, HDR+, efecto bokeh en tiempo real y estabilización dual.
La opinión de Xataka México
El Mate 30 Pro se las ha arreglado para el resumen de las mejores prácticas del escenario móvil, pero al mismo tiempo para proponer en un par de rubros.
Ha mejorado en el tema de la magnitud del notch, aumentado su ya gigantesca batería y seguido la tendencia de versatilidad en formas y utilidades de lentes. Pero además ha encontrado espacio para incorporar novedades no vistas en la familia como los gestos para tomar screenshot y navegar, el nuevo diseño frontal y posterior y las funciones que acompañan a los gigantescos bordes pronunciados, además de una curiosa y necesaria función de seguimiento de mirada que evitará el dispositivo rote de forma automática si miramos el smartphone estando acostados.
El asunto es que a la mayoría de ellos les he encontrado algún defecto en la primera toma de contacto. Están los problemas de desplegar con precisión la barra de volumen con el nuevo diseño de pantalla, los gestos que aunque funcionan bien para screenshot no lo hacen igual para el scroll, y una prueba de cámara a Ultra Slow Motion a cuyo resultado final le hace falta una mejor resolución para terminar de apreciar los 7860 cuadros por segundo, que dicho sea de paso, me temo que solo serán distinguibles en capturas donde haya mucha información, como por ejemplo el video capturado tras el lanzamiento.
Será solo a través de pruebas exhaustivas a las nuevas características que su utilidad sea la prometida, y que no formen parte del catálogo de promesas que más adelante terminan por ser solo pretextos de venta. Sin embargo, aún si lo fueran, el Mate 30 Pro se convertiría en una versión actualizada del reconocidísimo Mate 20 Pro que tan buena impresión causó que su espíritu continuaría un año después, solo que en un vestido mucho más elegante.
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