Una madre cansada por la adicción a los celulares de sus hijos crea un teléfono revolucionario: no tiene internet y cuesta 1,800 pesos

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El nombre del proyecto es The Phone y está siendo dirigido por Mallys Cantzler, una madre francesa que también es empresaria. Ella comenzó la startup para resolver la "adicción a los smartphones" que ha notado en niños y adolescentes, quienes pasan gran parte de su tiempo frente a una pantalla.

De acuerdo con la información que se puede encontrar en el portal oficial de The Phone, se trata de un teléfono, "solo un teléfono", que únicamente mantiene la apariencia de un smartphone.

Para evitar que los más pequeños se distraigan en sobremanera con videos en YouTube o con videojuegos que requieren de conexión a internet para su descarga (o su uso), este "smartphone" no cuenta con chips; ni para WiFi ni para datos móviles. Asimismo, tampoco integra ningún tipo de cámara.

En cierto sentido podríamos decir que no es muy diferente de un Sony Ericsson w300, salvo que tiene pantalla táctil y una interfaz moderna. Este producto funciona con Android y solo permite a sus usuarios realizar llamadas, mandar mensajes de texto, acceder a contactos e ingresar a configuraciones. Me pregunto qué tipo de configuración podrás modificar en él, ¿cambiar el color de fondo quizás?

¿Una solución temporal?

Diseno Sin Titulo 72 Diseño de The Phone.

Sea como fuere, el proyecto parece seguir en pañales. Eso sí, plantea una interesante propuesta para que los más chicos tengan un primer dispositivo para contactarse con sus padres, restringiendo todo tipo de acceso a internet.

No estoy del todo seguro de qué tan bien saldrá la jugada, me parece que no muchos niños y adolescentes franceses quedarán satisfechos con este producto. Lo que es un hecho es que nuestros jóvenes cada vez pasan más tiempo sumergidos en pantallas de smartphones, tabletas y computadoras. Creo que vender productos así puede funcionar por un tiempo, pero eventualmente se verán sus limitaciones.

Quizás no sea un tema de utilizar "productos placebo", sino de dar un reenfoque a cómo interactuamos con nuestros niños y adolescentes. De esa manera, podríamos fomentar una dinámica que minimice el uso de estas tecnologías y contribuya a la realización de otro tipo de formas de entretenimiento.

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