Honor se ha pasado al otro lado: al lado luminoso del mercado de los smartphones, al umbral reservado para la innovación y la distinción, en donde brillan los móviles que buscan separarse de la competencia con (a veces) únicos y pequeños factores clave, desde un poderoso zoom, hasta la versatilidad como estandarte.
El View 20 de Honor ya se destacaba por ser el primero en incluir agujero en pantalla, pero el Honor 20 Pro presume además de tener el primer sensor en el mercado con apertura f/1.4.
El asunto es que, hay sutiles indicios de que no todo pareciera ir viento en popa, y que probablemente haya mentes detrás del lanzamiento estancados con los movimientos que se harán con el Honor 20 Pro dadas las condiciones delicadas de la casa matriz, Huawei, con Google.
La personalidad, hecha diseño
Honor presume de ser atrevido con sus diseños una vez más. Incorpora la tecnología Triple 3D Mesh para construir un proceso que se compone de dos etapas, una primera en la que se le "dibunan" micro prismas en la tapa posterior, y una segunda que esencialmente consiste en los recubrimientos de cristal, mismo que por cierto se curvea hacia las esquinas.
El resultado es un cristal que de sutil no tiene nada. Tremendamente vistoso cuando la luz le incide de forma directa, los reflejos parecen a primer vistazo infinitos. El efecto principal se centra en la parte media y central del posterior, y los reflejos se apagan notoriamente conforme nos acercamos a los margenes.
Lo curioso está en los nombres. El 'Phantom Black' es en realidad el dispositivo con los toques violáceos, mientras que el 'Phantom Blue' no refleja azules como su nombre invita a pensar, sino más bien verdes.
Eso sí, bajo condiciones lumínicas escasas, los colores saturados invariablemente se apagan. En la zona de acceso controlado en donde pudimos los smartphones, bien podría tratarse de modelos distintos el Honor 20 Pro sobre una mesa con apenas una luz, que aquel empaquetado en una caja con media decena de focos LED apuntándole. Por supuesto, las filas para estos últimos era interminable.
Al frente, como sabíamos desde hace algún tiempo, el Honor 20 Pro incorpora un agujero para albergar un sensor de unos nada discretos 32 megapixeles, lo que tiene como consecuencia un aprovechamiento de pantalla generoso, aun a pesar de que los trabajos por mantener en los niveles mínimos los laterales y la barbilla inferior no son los más exhaustivos a como están las cosas en el mercado.
La experiencia al tacto es quizás su punto más débil. El cristal por un lado es un innegable (y esperable) imán de huellas, todo un terror para la personalidad de los reflejos acentuados al posterior, sin embargo, quizás por el proceso de manufactura, no he terminado por tener la certeza de estar ante un dispositivo de materiales 'Premium', no importando que su estética me lo grite con estridencia.
El asunto es confuso, puesto que tenemos cristal, un diseño nada sobrio, y todas las ganas por llamar la atención, pero he tenido miedo de que el cristal se raye a la primera provocación, y que sea sumamente frágil. Estoy casi seguro que el peso ha tenido que ver, pues para ser un dispositivo con un Kirin 980, es decir, con el performance de un móvil premium, ha sido algo más ligero de lo que le esperaba.
Una bestia para el procesamiento (y el gaming móvil)
El Honor 20 hereda de sus primos el Kirin 980. Seguramente a nadie le caerá mal que el chipset estrella de la compañía se dé una vuelta por un rango de precios más asequible respecto a donde lo hemos visto. No solo eso, tenemos también GPU Turbo en su tercera versión, pensada especialmente para que sea pieza angular en la optimización del terminal respecto a 25 juegos, entre ellos PUBG y Fornite.
8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento acompañan, en la que es la única configuración anunciada hasta ahora de los Honor 20 Pro. Para complementar la experiencia de jugabilidad seguro podrá ayudar el sistema sonoro que es capaz de reproducir virtualmente hasta 9.1 canales según la empresa.
La pantalla de 6.26 pulgadas es gigantesca, y se siente más grande debido a la incorporación del agujero en pantalla. Si tan solo la barbilla inferior fuera más acotada estaríamos ante un nuevo logro en uno más de los apartados del Honor 20 Pro.
Con un hardware tan potente, y con anuncio a estas alturas, no podríamos esperar menos que Android Pie. Entramos en terreno pantanoso pues, contrario a como suelen ser las presentaciones de smartphones, Honor no presumió su capa de personalización, ni hizo mención a Android en ningún punto de la conferencia.
Magic UI 2.1 es la versión de Android que se equipa, y ante la (anticipable) falta de entrevistas directas con ejecutivos, no podemos estar seguros de totalmente seguros de la cobertura por parte de Google que recibirá en sistema operativo el modelo.
Por último, 4,000 mAh para una batería que además tiene acceso a carga rápida de 22.5W, que, aunque está lejos de ser la más rápida del mercado, debería de ser suficiente para cargar el 50% en tan solo 30 minutos, según Honor.
La cámara más luminosa
48 megapixeles en el sensor principal, que resulta ser por cierto un IMX586 cortesía de Sony y que ya tenemos en México. La mala noticia es que no hemos tenido acceso a las fotos que hemos tomado, pero la buena es que las promesas no dejan de llegar, con comparativas directas frente al Galaxy S10+ y al iPhone XS Max.
Honor hace especial énfasis en su nuevo modo Super Night, que se ayuda sí de la apertura de diafragma que alcanza el sensor principal, pero también de una estabilización óptica, electrónica y de inteligencia artificial. El caso es que con tales niveles de ISO la cámara se ha desempeñado bien en el entorno con luz escasa donde nos encontrábamos, pero, al activar el modo Super Night los colores adquieren tienden peligrosamente hacia una saturación irreal.
En mi experiencia, cada vez se vuelve más peligroso echar mano de las herramientas como los modos noche.
La estabilización sin embargo brilla totalmente, pues los suavizados si bien se delatan a sí mismos, disminuyen notablemente los cambios en movimiento. La prueba hecha está en nuestro video de primeras impresiones.
El resto del hardware lo completa un gran angular de 16 megapixeles con capacidad para fotografias en un ángulo de 117 grados con apertura de f/2.2. También tenemos un telefoto que es ligeramente más oscuro con f/2.4 pero que ofrece capacidad para tres aumentos de forma óptica. Llegamos a los cinco aumentos de forma híbrida y hasta los 30 solo mediante mecanismo digital.
Cumplidor, en una pequeña toma de contacto, habrá que sacarlo y someterlo a las pruebas más duras para asegurarnos de que es tan competente como Honor dice, y que el número en diafragma se lleva bien con lo hecho en trabajo de estabilización y de inteligencia artificial.
¿Y México?
Aunque plática de pasillos, el tema de Google, gobierno estadounidense, y la lista negra en la que ahora está Huawei no ha sido mencionada oficialmente en toda la presentación. Es más, no hemos obtenido ni una unidad para el análisis a fondo previsto, de forma que no es difícil imaginar que probablemente Honor se esté repensando el llevar el Honor 20 Pro a México.
En el evento de su anuncio su fecha de lanzamiento se ha omitido, en una situación extraña pues es un elemento infaltable en una conferencia de este tipo. El que los delicados asuntos políticos en Estados Unidos estén comenzando a interferir con las decisiones de distribución no es un hecho, pero a estas alturas tampoco sorprendería.
Lo peor es que el Honor 20 Pro tiene todo, a reserva de las pruebas exhaustivas, para encontrar en México un buen punto de lanzamiento, especialmente si la empresa quiere ascender a las ligas mayores, tal y como nos deja sospechar el llamativo anuncio del sensor fotográfico para móviles más brillante del mercado, y los tan bien logrados trabajos para imprimirle personalidad a través del diseño holográfico.
Quizás, el Honor 20 Pro, tenga todo para triunfar, y solo ha llegado en el momento más inoportuno posible.
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