Septiembre es para amateurs y profesionales de los dispositivos móviles de comunicación como diciembre para los niños. La CES celebrada el pasado enero trajo pocas novedades en estos artículos, mientras que MWC de febrero se enfocó mayormente en smartphones, como la presentación del Galaxy S5 y el Sony Xperia Z2.
Pero en septiembre se celebran dos eventos mayores. Uno para todos y otro para Apple. El primero es la expo de electrónicos IFA-Berlín 2014 (del 5 al 10). El segundo la presentación anual de Apple, de este martes y que resultó en un fiasco su transmisión en línea. En ambos hubo de todo (incluidos los smartwatch) pero resaltó el phablet, el príncipe y quizás pronto el nuevo rey.
La “liga” del phablet, una mezcla de las palabras phone y tablet, fue puesta en el interés del público en octubre de 2011 cuando Samsung presentó su Galaxy Note, de 5.3 pulgadas. "Es demasiado grande", dijimos muchos. En diez meses vendió 10 millones de unidades, cantidad nada despreciable. El estándar de 3.5 a 4 pulgadas colocado por iPhone y otros fabricantes comenzó a sobrepasarse. Lo mismo parecer estar ocurriendo con el estándar de los Galaxy S3 a S5, de 4.8 a 5.1 pulgadas.
El usuario se iba interesando por pantallas más grandes pues le permitía hacer dos funciones básicas; comunicarse y tener una mejor experiencia interactiva con el dispositivo. El éxito del LG G2 (5.2 pulgadas) en 2013 y del casi nuevo LG G3 (5.5 pulgadas), también fueron factor así como el de las nuevas versiones del Galaxy Note (Note 2 y Note 3). Los fabricantes de todo el mundo tomaron “nota”, incluso la mexicana Lanix presentó su muy decente phablet ILium S700, toda vez que desde octubre de 2013 los pronósticos ya pintaban buenos números para este mercado.
Por cierto, no hay un rango oficial del tamaño de la pantalla para que un dispositivo sea considerado phablet pero la regla no escrita le ubica entre los 5.1 y 6.9 pulgadas.
Si bien las phablets son obviamente más grandes y por lo tanto más complicadas de manejar y acarrear, el tamaño de su pantalla hace (insisto) que se tenga una mejor experiencia con el dispositivo. ¡Todo es más grande y fácil de leer!, además de poseer mayores funciones que un smartphone. Ejemplo de ello es que algunas traen un stylus (lapicero especial) con el cual se puede escribir, dibujar, etc. Vaya a una tienda de celulares y lo comprobará. Claro, las phablets no son para todos.
¿El phablet es el nuevo rey?
Y es así como llegamos hasta el día de hoy. Con dos eventos recientes cuyo común denominador fue, como ya lo mencioné, la presentación de teléfonos móviles más grandes, de mayor interactividad y con mayores funciones al de un smartphone.
En la IFA-Berlín 2014 se presentó el rey de los phablets en su versión renovada; Samsung Galaxy Note 4 (GN4) un espectacular dispositivo cuya pantalla es de 5.7 pulgadas y con una cámara de 16 megapixeles. Y que tal el hermoso Sony Z3 y el funcional nuevo Moto X con sus pantalla de 5.2 pulgadas. Por cierto, el Z3 no termina de convencerme pues no aprovecha su fina carrocería con una pantalla más amplia (como sí lo hacen el LG G3 y Moto X –viejo y nuevo-).
Este cúmulo de presentaciones de “teléfonos móviles grandes” se da porque las ventas de los phablets crecen como la espuma. Algunos estudios predicen que en este año se venderán 240 millones de unidades, más que las laptops (173m) y tablets (158m). El smartphone sigue dominando por mucho con 1,750 millones para venderse, según eMarketer.
Y ante tales números Apple tampoco podía pasar desapercibido, así como tampoco ante las exigencias de sus fieles seguidores. Hubo de tragarse el credo de su fundador y recién nos reveló su muy anticipado y filtrado iPhone 6 con sus dos versiones de 4.7 y 5.5 pulgadas en pantalla. El último fabricante que resultada ser el bastión del “teléfono móvil pequeño” ha caído y las tablets chicas se encuentran indefensas (incluida la iPad Mini).
¿Para qué una tablet pequeña?
Mi primer smartphone fue el Samsung Focus con una pantalla de 4 pulgadas. Se me hizo pequeña y migre al Motorola Razr Maxx con 4.3 pulgadas. En ese entonces (2012) necesitaba una pantalla más grande pero desprecié la idea de hacer crecer mi smartphone así que opté por comprar la tablet Nexus 7 1ª Generación. Cuando viajaba cargaba con tres dispositivos; smartphone, tablet y mi Kindle. Muchos aparatos, vida compleja.
Se venció mi contrato en noviembre del año pasado y adquirí mi maravilloso y original Moto X, con pantalla de 4.7 pulgadas. Con este smartphone más mí ya no tan nueva Laptop touch paulatinamente fui abandonando mi Nexus 7. Al mismo tiempo fui considerando que necesitaba una pantalla más grande para mi smartphone conforme lo usaba más tiempo, pero ¿Cuánto más grande?
Me emocionó ver que Motorola presentó en IFA Berlin-2014 el nuevo Moto X con pantalla de 5.2 pulgadas, un pelín pequeño para lo que busco; 5.5 pulgadas. De aquí que el Galaxy Note 4 y el LG G3 me atraen más. El iPhone 6 Plus también me es tentador pero me implicaría migrar muchos servicios a Apple y no tengo una poderosa razón para ello. Con los Nokia Lumia 1320 y Lumia 1520 me pasa lo mismo, además de ser más grandes (6 pulgadas). Ya veremos que me trae Santa Claus.
Mi pronóstico es que las tablets pequeñas se convertirán en un producto nicho debido a las phablets tal como aconteció con las NetBooks, aquellas muy populares micro-laptops que luego desaparecieron precisamente por las tablets (aunque ahora están de regreso). Las tablets (hasta 8 pulgadas) son pues como el iPod, que rápidamente se vino abajo en ventas por los smartphones.
De hecho el iPod clásico ya es historia como también lo es para mí mi tablet Nexus 7, más no para mi hijo de tres años quien la aprovecha de lo lindo. Con mi actual Moto X (quien tiene las semanas contadas), más mi Laptop de pantalla touch, no necesito un tercer dispositivo móvil.
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