Cada cuatro años, un día adicional se agrega al calendario gregoriano. Se trata del 29 de febrero también conocido como día bisiesto. ¿Pero, sabes cómo surgió el día y quién es el responsable de establecerlo? y sobre todo, ¿qué dice la NASA al respecto? Aquí te contamos.
Cómo surgió el año bisiesto
Hace más 2,000 años se descubrió en la antigua Roma que el calendario no estaba del todo sincronizado con el año solar. Fue Julio César quien pidió ayuda a los astrónomos para que le ayudaran a crear un nuevo calendario que representará con mayor precisión la rotación de la Tierra agregando un día extra al mes de febrero: "bis sextus" o sexto día antes de marzo.
Pero el calendario juliano también era imperfecto, pues establecía un retraso de tiempo cada 128 años. Fue el Papa Gregorio XIII quien, años más tarde, decidió perfeccionar el calendario en 1582, y entonces se agregó el 29 de febrero como día extra cada cuatro años. Este calendario es el que perdura hasta nuestros días.
Por qué hay un día extra cada cuatro años
La razón de este ajuste es que, en promedio, el año tiene 365 días, 5 horas, 46 minutos y 56 segundos, lo que causaría un retraso de tiempo respecto a las estaciones de mantener el calendario regular para todos los años. Para corregir esta desviación, el calendario gregoriano, además de establecer un día extra el 29 de febrero cada cuatro años, también introdujo una regla: un año solo se considera bisiesto si es divisible entre 4 y si es múltiplo de 100, excepto si termina en “00″, en cuyo caso también debe ser divisible entre 400. Suena complicado, pero no lo es tanto.
Qué dice la NASA sobre los años bisiestos
Según la NASA, los días no duran exactamente 24 horas, sino que tienen una duración promedio de 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Esto ocasiona que eventualmente tengamos al año 365.25 días. Esa diferencia de 0.25 días extra hace que cada cuatro años tengamos un día más que se añade a febrero.
Además, la NASA asegura que los años bisiestos ocurren porque la órbita de un planeta alrededor del Sol (año) y la rotación sobre su eje (día) no están perfectamente alineadas, por lo que muchos planetas, además de la Tierra, pueden tener años bisiestos. Marte, por ejemplo, tiene más años bisiestos que años normales.
Los años bisiestos son importantes para que nuestro año coincida con el año solar, ya que si nunca tuviéramos años bisiestos, todas esas extra horas se acumularían en días, semanas, meses y hasta cientos de años. Un mes caluroso como julio podría llegar a quedar en tiempos de invierno. Ahora, los próximos años bisiestos serán en 2028, 2032 y 2036. Feliz 29 de febrero.
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