Volkswagen atraviesa una crisis sin precedentes que la obligaría a cerrar dos fábricas en Alemania, una decisión inédita en su historia, informa The Guardian. La causa de esta medida es la transformación que experimenta la industria automotriz, impulsada por el auge de los autos eléctricos y la disminución de las ventas tradicionales.
La compañía prevé vender alrededor de 500,000 vehículos menos en comparación con las cifras previas a la pandemia, una caída equivalente a la producción de dos plantas. Según Volkswagen, la situación no tiene nada que ver con su oferta actual de productos, sino con la falta de un mercado sólido para colocarlos.
En una reciente reunión en su sede de Wolfsburg, Volkswagen anunció a sus empleados que se enfrenta a un periodo crítico, según información de Reuters.
“Todavía tenemos un año, quizá dos, para cambiar las cosas, pero tenemos que aprovechar este tiempo. Al mismo tiempo, necesitamos reducir la complejidad de nuestros procesos y aprovechar aún más las sinergias del grupo”.
Arno Antlitz, director financiero del Grupo Volkswagen.
El desafío principal para Volkswagen radica en financiar el cambio de los modelos de gasolina y diésel a los vehículos eléctricos. Esta transición ha demostrado ser más complicada de lo previsto, con una demanda irregular y una creciente competencia de fabricantes chinos que saturan el mercado europeo con modelos asequibles.
Este cambio en el mercado ha llevado a Volkswagen a revisar su estructura operativa, lo que resultó en la propuesta de cerrar dos fábricas, una de automóviles y otra de componentes en Alemania.
Trabajadores en pie de lucha
La noticia ha generado gran preocupación entre los trabajadores y ha desatado protestas. Thorsten Gröger, negociador del sindicato IG Metall, señaló la estrategia del fabricante de vehículos alemán como un: “plan irresponsable que sacude los cimientos de Volkswagen y plantea una amenaza masiva para los empleos y las plantas”. El sindicato no descarta la posibilidad de huelgas, según CarCoops.
Arno Antlitz también subrayó que la empresa ha estado gastando más de lo que gana. Este gasto excesivo es uno de los factores que han impulsado la necesidad de cambios drásticos. Con el mercado europeo en transformación y los costos en aumento, Volkswagen se enfrenta a un futuro incierto mientras intenta reestructurar su operación para adaptarse a la nueva era de los vehículos eléctricos.
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