Toyota se enfrenta a una crisis significativa tras admitir haber manipulado pruebas de certificación en siete modelos de vehículos. Esta situación llevó al presidente de la compañía, Akio Toyoda, a emitir una disculpa pública y a detener la producción de tres modelos afectados, informa AP.
La disculpa de Toyota surge de la revelación de prácticas fraudulentas en verificaciones críticas de seguridad. Estos procedimientos incluían el uso de datos inadecuados o desactualizados en tests de colisión, inflado de airbags y evaluación de daños en asientos traseros durante accidentes. Además, se descubrió la falsificación de pruebas de potencia del motor. Estas irregularidades no afectan la seguridad de los vehículos ya en circulación, según la empresa, pero ponen en duda la integridad de sus procesos de certificación.
Este patrón de irregularidades comenzó a emerger hace dos años en empresas del grupo Toyota, incluyendo Hino Motors y Daihatsu Motor Co., ambas especializadas en modelos pequeños, y Toyota Industries Corp., que fabrica maquinaria y autopartes. La detección de estas prácticas fraudulentas en las empresas del grupo impulsó a funcionarios de transporte japonenes a investigar los procedimientos de prueba, lo que llevó al descubrimiento de las irregularidades actuales.
Los modelos específicos cuya producción se ha suspendido incluyen el Corolla Fielder, Corolla Axio y Yaris Cross. Toyota ha explicado que la producción de estos vehículos se detendrá temporalmente mientras se llevan a cabo investigaciones y se implementan medidas correctivas. Otros modelos, no especificados, también estuvieron involucrados en las pruebas fraudulentas.
Akio Toyoda, nieto del fundador de la empresa, sugirió que algunas normas de certificación podrían ser demasiado estrictas y señaló diferencias en los requisitos de prueba a nivel mundial. Sin embargo, reiteró que no tolera las violaciones y que la compañía puede haber acelerado indebidamente las pruebas en un periodo de expansión de modelos.
"Pedimos disculpas sinceras. No somos una empresa perfecta. Pero si vemos algo mal, daremos un paso atrás y seguiremos intentando corregirlo”.
Akio Toyoda, presidente de Toyota.
Mazda y Honda también admiten hacer trampa en pruebas de vehículos
El impacto de este escándalo no se limita a Toyota. Mazda y Honda también se han visto envueltos en problemas similares. Mazda admitió irregularidades en las pruebas de certificación de los modelos MX-5 y Mazda 2, que resultaron en la utilización de un software de control del motor incorrecto. Honda, por su parte, se disculpó por pruebas inadecuadas de niveles de ruido y torsión en varios modelos, incluidos el Accord, Odyssey y Fit, que ya no están en producción.
La reputación de Toyota, que vende más de 10 millones de vehículos en todo el mundo, está en juego. Las acciones que tome la compañía en respuesta a este escándalo serán cruciales para restaurar la confianza del público y asegurar que sus procedimientos de prueba sean transparentes y fiables.
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