Melvin Berry, quien supuestamente recibió insultos racistas por parte de dos supervisores de Tesla en la fábrica de Fremont, California, ganó una indemnización de 1 millón de dólares por parte de la empresa, después de que la American Arbitration Association determinara que la compañía no evitó que se llamara "nigger", un insulto racial, informó Bloomberg Law.
Berry comenzó a trabajar en Tesla en la fábrica de Fremont como manipulador de materiales en 2015, y afirmó que dos de sus supervisores se referían a él como "nigger", insulto racista dirigido a afroamericanos. Debido a que el término es considerado extremadamente ofensivo, generalmente se reemplaza por el eufemismo "the N-word" (la palabra con N).
El extrabajador demandó a Tesla por hacer caso omiso a sus solicitudes para investigar los incidentes; mientras tanto, Tesla negó las acusaciones en el caso de Berry y otros similares, diciendo en una declaración de 2017 que la compañía "está absolutamente en contra de cualquier forma de discriminación, acoso o trato injusto de cualquier tipo".
Sin embargo, la árbitro Elaine Rushing dijo en un fallo del 12 de mayo que Tesla era responsable de los tratos que describió Berry.
“La jurisprudencia es clara en el sentido de que una instancia de un supervisor que dirige la palabra N a un subordinado es suficiente para constituir un acoso severo”
Mientras tanto, Berry, de 47 años, dijo a Bloomberg News que se está tomando un tiempo libre para concentrarse en su salud mental y agregó que:
"Espero que el mundo sepa que un árbitro descubrió que Tesla trata a sus empleados así".
Por su parte, Tesla no respondió a una solicitud de comentarios y Danielle Ochs, abogada que representó a la empresa en el arbitraje de Berry, tampoco quiso emitir comentarios respecto al fallo y al caso.
Más casos racistas dentro de Tesla
El caso de Berry no es el único que ha salido a la luz por racismo dentro de Tesla. De acuerdo con testimonios de ex trabajadores de la empresa, dentro de la fábrica de Fremont solían recibir insultos racistas por ser afroamericanos, según declaraciones obtenidas por Protocol.
Aaron Craven, un trabajador de esta fábrica de Tesla, dijo en una declaración jurada que le habían llamado por la palabra con N "aproximadamente 100 veces" y vio letreros del Ku Klux Klan y esvásticas pintadas en los baños. Los trabajadores presentaron 103 declaraciones en marzo de 2021 como parte de la demanda de 2017 que acusaba a Tesla de acoso racial.
Por otro lado, en 2019, ex trabajadores afroamericanos y latinos de la fábrica de Tesla en Buffalo, Nueva York, presentaron quejas por discriminación ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos y ante la División de Derechos Humanos de Nueva York. Los seis ex empleados dijeron que escucharon insultos y comentarios racistas en la fábrica.
De acuerdo con un informe de Tesla de 2020, sólo el 4% de su equipo de liderazgo son personas afroamericanas, otro 4% hispanas y 25% asiáticas; los empleados blancos constituían el resto del total. En ese entonces la empresa aceptó que tiene más trabajo por hacer en cuanto a representación de toda la población estadounidense en "evolución".
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