La gran mayoría de los autos eléctricos e híbridos ya no incluyen una llanta de refacción, así que si tienes un vehículo a batería y se te poncha un neumático a mitad del camino, quizá estés en problemas.
Pero, tranquila, tranquilo. Este cambio se debe al tamaño y peso de las llantas de los autos eléctricos, así como a los avances en la tecnología de neumáticos que monitorean constantemente el nivel de aire y envían inmediatamente alertas al conductor cuando la presión baja por debajo del nivel recomendado.
Incluso también en los autos de combustión las automotrices han eliminado gradualmente los repuestos de tamaño completo por unos más pequeños o por llantas antipinchazos, esto para mejorar la eficiencia del combustible.
En el caso específico de los autos eléctricos, una de las principales razones por la que ya no se incluye una llanta de repuesto es porque sus neumáticos están diseñados de forma diferente a los normales (para coche de gasolina). De hecho aquí te contamos el por qué una llanta para vehículo eléctrico es distinta a la de uno a gasolina.
La primera diferencia es que están diseñados para reducir el ruido, mientras que la segunda es que, en promedio, un auto eléctrico pesa unos 350 kilos más que un coche de combustión, por lo que los neumáticos están hechos específicamente para soportar ese peso extra.
Y, dado que los neumáticos para vehículos eléctricos son más caros que los normales, las automotrices se ahorran dinero al no proporcionar uno de repuesto, que a menudo ni siquiera se utiliza durante la vida útil del auto.
Otra razón es que, ya que las baterías de los vehículos eléctricos pesan en promedio unos 450 kg, deshacerse de la llanta de refacción deja espacio adicional para la batería y otros componentes específicos de los vehículos eléctricos.
Las llantas para autos eléctricos son especiales
Ya que la motorización de un auto eléctrico es diferente a la de un auto de combustión, elegir una llanta también es distinto. En primer lugar, se requieren de unas llantas que soporten todos esos kilos de las baterías pues la banda de rodadura se desgasta más rápido.
Otra cosa a tomar en cuenta es que los autos eléctricos también tienen más torque que los vehículos de gasolina, lo que requiere más tracción. Por ello, esas llantas se fabrican con un fuerte agarre para mantener el auto en el asfalto y limitar la pérdida de tracción; el uso de un neumático específico ofrecerá una mayor durabilidad y una vida útil más larga.
Entonces hay que buscar llantas que vengan equipadas con tecnologías que puedan reducir la resistencia a la rodadura. Además hay que asegurarse de que sean silenciosas, pues, sin motor, la cabina de un vehículo eléctrico suele ser más ruidosa que la de uno de gasolina.
¿Se pueden utilizar llantas de repuesto normales en un auto eléctrico?
Técnicamente un auto eléctrico puede utilizar cualquier tipo de llanta que utilicen los vehículos de gasolina, incluidas las de repuesto. Sin embargo, no se recomienda conducir con una llanta de repuesto normal durante mucho tiempo.
La razón principal es que se puede reducir significativamente la autonomía del vehículo eléctrico debido a su mayor peso y par.
Entonces, conducir con una llanta específica para tu vehículo eléctrico ayudará a que éste se desempeñe óptimamente, además de alargar la vida útil de los neumáticos. Pero quizá la ausencia de la llanta de refacción será ya una constante entre las automotrices, ya sea en eléctricos o también en autos de combustión interna.
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