La Gigafábrica de Tesla, situada cerca de Berlín, en Alemania, detuvo su producción luego de un ataque a una torre de alta tensión, que resultó en la interrupción del suministro eléctrico no solo en la fábrica, sino también en las aldeas circundantes.
Según Reuters, a pesar de que el ataque provocó un incendio en la torre eléctrica, este no se propagó a las instalaciones de Tesla. Sin embargo, provocó que la producción se detuviera durante al menos una semana, causando pérdidas estimadas en cientos de millones de euros.
El conflicto de Tesla en Europa
En la actualidad, Tesla, ubicada a unos 30 kilómetros al sureste de la capital alemana, es la única en Europa con la capacidad de producir 375,000 vehículos eléctricos anualmente.
En 2023, la compañía presentó una solicitud para ampliar la capacidad de la fábrica a un millón de vehículos al año, para convertirla así en la planta de automóviles más grande de Europa.
En febrero de 2024, los residentes locales votaron en contra de la expansión de Tesla y la tala del bosque. A finales de mes, activistas medioambientales ocuparon la zona en protesta.
Sin embargo, otro grupo de activistas, llamado "Grupo Volcán", asumió la responsabilidad del incendio, según una carta publicada en el sitio web alemán Kontrapolis.
Según este segundo grupo, la motivación para "sabotear" a Tesla era que su planta consumía "tierra, recursos, gente, mano de obra", además de producir "6,000 SUV, coches asesinos y camiones monstruos por semana".
"Una tontería", intentar detener la fabricación de vehículos eléctricos, dice Musk
La fábrica de Tesla fue evacuada, enviando a casa a sus trabajadores, e hizo que Elon Musk se refiriera a los responsables del ataque como "los eco-terroristas más tontos de la Tierra".
Adicionalmente, el magnate calificó de "tontería extrema" que los activistas intentaran detener la producción de vehículos eléctricos en lugar de hacerlo con los vehículos de combustibles fósiles.