Reparar un auto eléctrico es hasta 20% más caro que un vehículo con motor de combustión interna, según estudio

Reparar un vehículo eléctrico después de un choque es una tarea compleja y costosa. Según un estudio de Mitchell, los costos de reparación de autos eléctricos en Estados Unidos son, en promedio, un 20% más altos en comparación con los automóviles de combustión interna.

Este aumento en el precio se debe a la mayor complejidad tecnológica y la necesidad de piezas especializadas, que a menudo solo pueden adquirirse a través de los fabricantes originales (OEM).

Mitchell también destaca en otro informe que a pesar de que las ventas de autos eléctricos han disminuido ligeramente en 2024, las reparaciones de estos aún son un desafío significativo. En particular, los híbridos enchufables (PHEV) y los vehículos eléctricos de batería (BEV), que superan ampliamente a los híbridos suaves (MHEV) y a los vehículos tradicionales de combustión interna.

Esto se debe en parte a la presencia de baterías de alto voltaje y sistemas electrónicos avanzados en los PHEV y BEV, lo que incrementa tanto la gravedad como la complejidad de las reparaciones. Además, el estudio también revela que los autos eléctricos, aunque requieren más horas de trabajo mecánico por evaluación, suelen necesitar menos reparaciones de chasis.

Sin embargo, la utilización de piezas OEM en estos vehículos es notablemente alta, con un 89% de las reparaciones realizadas que utilizan refacciones originales, frente al 65% en autos de combustión interna. En Estados Unidos, los precios por realizar este tipo reparaciones alcanzaron los 5,753 dólares, aproximadamente 113,291 pesos, en comparación con los 4,806 dólares, 94,800 pesos, de los autos tradicionales.

Otro gran reto para los automóviles eléctricos

Este aumento en los costos de reparación de autos eléctricos resalta un aspecto crucial para los consumidores y la industria automotriz. Aunque estos autos representan el futuro de la movilidad, sus costos asociados, como las reparaciones tras un accidente, aún son un reto significativo.

Con el tiempo, es posible que veamos ajustes en las políticas de seguros y en las estrategias de los fabricantes para abordar estos desafíos y hacer que la propiedad de un vehículo eléctrico sea más accesible y manejable para el consumidor promedio. Especialmente en un momento en que la transición hacia una movilidad más sostenible está en pleno auge.