Por qué el Vocho tiene el motor atrás y no enfrente

Adolfo Reséndiz

Editor

Periodista por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Técnico mecánico automotriz CEDVA. Me gusta el rap, comer asado argentino y los fines de semana largos.

El Volkswagen Sedán, conocido popularmente como el "Vocho", es un ícono de la ingeniería automotriz. Su diseño distintivo, con el motor colocado en la parte trasera, ha intrigado a muchos entusiastas de los automóviles. ¿Por qué la marca alemana optó por esta configuración en lugar de la más común de colocar el motor al frente?

La decisión de Volkswagen de montar el motor en la parte trasera del Sedán se basó en varias razones técnicas y prácticas. La primera y más importante fue la distribución del peso. Colocar el motor en la parte trasera mejoraba la tracción trasera, especialmente útil en superficies resbaladizas o irregulares. Al situar el peso del motor sobre las ruedas motrices, el vehículo obtenía mejor agarre y estabilidad.

Otra razón fue la simplicidad mecánica. El motor trasero permitía una transmisión directa a las ruedas traseras, lo que reducía la necesidad de componentes adicionales como ejes de transmisión largos y complicados. Esta configuración también facilitaba el diseño de un vehículo con un piso más bajo, lo que proporciona más espacio interior sin aumentar el tamaño externo del automóvil.

La refrigeración del motor también jugó un papel crucial. El Volkswagen Sedán utilizaba un motor enfriado por aire, y ubicarlo en la parte trasera facilitaba el flujo de aire necesario para mantener el motor en temperaturas operativas óptimas. Esta característica eliminaba la necesidad de un sistema de refrigeración con radiadores y agua, lo que simplificaba aún más el diseño y reducia el peso total del vehículo.

Volkswagen Sedán "Última Edición"

El diseño del Sedán con el motor trasero también ofrecía ventajas en términos de espacio utilizable. Al liberar la parte frontal del vehículo, se podía utilizar como una cajuela adicional. Esto resultaba en un espacio de carga sorprendentemente amplio para un automóvil compacto, lo que hacía del Sedán una opción práctica para familias y viajeros.

En cuanto a la seguridad, aunque puede parecer contraintuitivo, la ubicación del motor en la parte trasera ofrecía ciertos beneficios. En caso de una colisión frontal, la ausencia del motor en la parte delantera permitía una mejor absorción del impacto, para proteger a los ocupantes del vehículo.

Interior Volkswagen Sedán "Última Edición"

El Volkswagen Sedán de Porsche

La decisión de Volkswagen se fundamentó en la visión de Ferdinand Porsche, quien diseñó el vehículo con estos principios en mente. Porsche quería crear un automóvil asequible, sencillo y eficiente para el público general. Estas decisiones de diseño contribuyeron significativamente a que el Sedán se convirtiera en uno de los automóviles más vendidos y duraderos de la historia.

A lo largo de los años, Volkswagen también trabajó en la evolución de los motores del Sedán para aumentar su potencia. Originalmente, el motor de 1.1 litros producía solo 25 caballos de fuerza. Con el tiempo, la firma introdujo motores de mayor capacidad, que incluían versiones de 1.2, 1.3, 1.5 y 1.6 litros. Estos motores más grandes proporcionaban hasta 60 caballos de fuerza, lo que mejoraba significativamente el rendimiento del vehículo sin comprometer su confiabilidad y eficiencia. Esta evolución permitió al Sedán mantenerse competitivo y atractivo para los consumidores durante varias décadas.

El último Volkswagen Sedán se fabricó en México

Vehículos como el Volkswagen Sedán, el Fiat 500 y el Citroën 2CV desempeñaron un papel crucial en la reconexión de Europa después de las guerras mundiales. Estos automóviles, accesibles y económicos, permitieron la movilidad masiva en una época de reconstrucción. Facilitaron el transporte y la conexión entre comunidades, lo que impulsó el desarrollo económico y social en todo el continente. El diseño sencillo y la durabilidad de estos vehículos los hicieron ideales para las necesidades de una Europa en recuperación, lo que ayudó a unir a las personas y a revitalizar las economías locales.

El motor trasero del Volkswagen Sedán no solo fue una elección estilística, sino una decisión fundamentada en principios de ingeniería. Esta configuración proporcionaba mejor tracción, simplicidad mecánica, mejor refrigeración, más espacio interior y ventajas de seguridad. Todas estas características hicieron del Volkswagen Sedán un vehículo práctico y confiable, que se mantuvo relevante y popular durante décadas.

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