Ya hay una alternativa al litio: el sodio es el próximo mineral para los autos eléctricos y, por primera vez, no está en manos de China

Ante el crecimiento del mercado de autos eléctricos, aún sigue habiendo un inconveniente: el litio es el mineral más demandado para la producción de baterías, pero es difícil de conseguir y caro.

Por ello, los fabricantes de baterías y las automotrices ya buscan soluciones y alternativas en dos direcciones: la primera es el uso de baterías LFP que son más asequibles, y la otra es baterías NMC y NCA que son una combinación de más materiales.

Las primeras, las baterías LFP ofrecen una menor densidad energética pero una vida útil mucho mayor o, al menos, una degradación menos acusada. Es decir, se necesitan cargar más veces para llegar al mismo destino.

Por otro lado, las baterías NMC y NCA combinan el níquel, el cobalto, el manganeso o el aluminio para multiplicar la autonomía disponible y ofrecer vehículos con prestaciones más potentes. Éstas se utilizan en los vehículos de mayor precio y están íntimamente ligadas a la producción y disponibilidad de litio.

Hay una tercera vía: las baterías de sodio. Un tipo de paquete de energía del que hace tiempo se habla pero que no termina de despegar, y que, sin embargo, está en la mira de Estados Unidos y China como un punto de inflexión para el auto eléctrico y sus economías.

El sodio podría ser la innovadora solución

Sin embargo, el principal problema de las baterías de sodio es que, de momento, su densidad energética es baja. Algunas investigaciones señalan que los paquetes energéticos de sodio ya empiezan a igualar los rendimientos de los que tenían las LFP en 2020 y su fecha de llegada podría ser en 2025.

Además, varios fabricantes señalan que lo importante no es tanto llegar a las baterías de 1,000 km (que son carísimas y podrían costar por sí solas, lo mismo que un auto), sino más bien el abaratamiento de las mismas, aunque sea a costa de tener que parar en un mayor número de ocasiones en un viaje largo, pero serán perfectamente funcionales para el día a día.

Incluso, tienen una vida útil más larga; según UP Catalyst, fabricante de baterías de sodio, han conseguido baterías capaces de mantener una capacidad del 93.75% después de 4,000 ciclos de carga/descarga. Es decir, tras 1.6 millones de kilómetros recorridos, el auto eléctrico apenas se habría dejado por el camino un total de 23 kilómetros.

A eso se suma que la extracción y transformación del sodio es mucho menos costosa que la del litio. Su producción a gran escala puede rebajar su precio y, sobre todo, reducir la presión del mercado sobre el litio, lo que también aliviaría el precio de las baterías que utilicen este mineral, de acuerdo con Bloomberg.

Un buen ejemplo de cuánto se puede reducir el precio de un auto eléctrico lo tiene BYD, una automotriz china que tiene puestas grandes esperanzas en el BYD Seagull, que se ofrecerá con batería de sodio a un precio que, en China, será de unos 150,095 pesos.

BYD Seagull

Según sus cálculos, el coste de estas baterías de sodio lo sitúan en 97 euros/kWh y creen que pueden rebajarlo hasta los 74 dólares/kWh. Para hacernos una mejor idea, los fabricantes europeos esperaban trabajar en costes inferiores a unos 100 dólares/kWh y, sin embargo, se mueven en precios de unos 120 dólares/kWh.

Otra batalla entre Estados Unidos y China

Detrás de datos y prestaciones del sodio, se libra una batalla por el mineral que, por supuesto, tiene dos grandes competidores: China y Estados Unidos.

En los últimos años China ha conseguido liderar el mercado de autos eléctricos. Por ello son los que fabrican y venden este tipo de coches a menor precio e, incluso, dentro de sus propias fronteras ya lograron llevarle la delantera a automotrices europeas con años dentro de la industria.

Un hecho especialmente relevante ahora que uno de cada cuatro vehículos que venden son eléctricos y, evidentemente, se han convertido en el primer mercado para esta tecnología.

Pero China puede encontrarse con un importante rival. Estados Unidos tiene en su suelo el 90% de las reservas de sodio de fácil extracción, de acuerdo con The New York Times.

Y con su  política de ser independiente de Estados Unidos, China estaría produciendo sodio para sus baterías quemando carbón y con mecanismos mucho más contaminantes que pueden desembocar en la contaminación del agua.

Sin embargo en su último estudio, Bloomberg asegura que el sodio será clave para reducir la demanda de litio pero sitúa la caída de este último mineral en un 7% para 2035, pues las motocicletas serán las principales beneficiadas de las baterías de sodio, mientras que el auto eléctrico seguirá optando por el litio.

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