A lo mejor ya lo sabes, pero vale la pena recordarlo: mantener la presión correcta de las llantas no solo alarga su vida útil, sino que también mejora el consumo de combustible y garantiza un manejo más suave. Ahora, ¿cómo encontrar esa presión ideal para tus llantas urbanas? Aquí te lo explico.
Cada vehículo tiene una presión de llantas recomendada, que suele estar indicada en la puerta del conductor, tapa del combustible o manual del propietario. Generalmente, para la conducción urbana, oscila entre 28 y 36 psi (libras por pulgada cuadrada, por sus siglas en inglés), segun Pirelli. Claro, esto varía según el tipo de vehículo, tamaño de las llantas y condiciones de carga.
Conducir en la ciudad implica constantes paradas, aceleraciones, y enfrentarse a baches que ponen a prueba tus llantas. Si su presión es demasiado baja, el área de contacto con el suelo aumenta, lo que genera mayor fricción, desgaste irregular, mayor consumo de combustible y susceptibilidad a dañarse por impactos.
Por otro lado, si la presión es demasiado alta, la llanta se vuelve más rígida, lo que reduce su capacidad de amortiguar los impactos y genera viajes más incómodos, además un mayor desgaste en el centro de la banda de rodadura. Así que, en la jungla urbana, mantener la presión adecuada no solo es cuestión de eficiencia, sino también de confort.
Conducir con la presión inadecuada en las llantas también puede incrementar negativamente el rendimiento de combustible hasta en un 25%. Puede no parecer mucho, pero si piensas en todos los kilómetros que recorres en un año, ese porcentaje se traduce en un ahorro significativo, tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente.
¿Cómo y cuándo revisar la presión de las llantas?
Lo ideal es revisar la presión de las llantas al menos una vez al mes y antes de emprender viajes largos. Hazlo con las llantas frías, es decir, después de que el auto haya estado detenido por al menos tres horas o antes de haber recorrido más de un kilómetro. ¿Por qué? Porque la fricción al rodar genera calor, lo que aumenta la presión dentro de las llantas y podría darte una lectura incorrecta.
Muchos autos modernos vienen equipados con sistemas de monitoreo de presión de llantas TPMS, que te avisan si alguna llanta está por debajo del nivel recomendado. Estos sistemas son útiles, pero no infalibles, ya que suelen alertar solo en momentos críticos. Por eso, siempre es recomendable usar un manómetro para asegurarte de que todo esté en orden.
La presión adecuada de las llantas es más que un simple número; es la clave para una conducción segura, eficiente y cómoda en la ciudad. Así que, antes de arrancar, tómate un momento para revisarlas. Puede que ese pequeño gesto marque la diferencia entre un viaje tranquilo y una parada inesperada en el taller.
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