El Toyota Mirai, un modelo emblemático en la tecnología de vehículos de hidrógeno, se enfrenta actualmente a una demanda colectiva en Estados Unidos, reporta Motorpasión. Propietarios de este sedán aseguran que fueron engañados con promesas sobre la viabilidad y la conveniencia de esta tecnología.
Desde 1992, la marca ha apostado por el hidrógeno como una alternativa limpia y eficiente. El Mirai, lanzado en 2014, se presentó como el primer coche de pila de combustible de Toyota, utilizando hidrógeno para generar electricidad y alimentar un motor eléctrico. La idea era ofrecer una experiencia similar a la de los vehículos de gasolina, pero con emisiones nulas.
A pesar de las promesas, los propietarios del Mirai han encontrado que la infraestructura de recarga es insuficiente. En Estados Unidos y Europa, encontrar un lugar para repostar puede ser una tarea ardua.
Los propietarios informan que las estaciones son escasas y, en algunos casos, mal mantenidas, esto dificulta el proceso ya que las mangueras disponibles se congelan, lo que provoca el bloqueo del vehículo durante la carga. Sin dejar de lado que existe un alto riego de por medio.
Otro aspecto cuestionado es la autonomía del vehículo. Los propietarios han encontrado que la capacidad real del Mirai es significativamente menor a los 650 kilómetros por tanque, anunciada por Toyota.
Además, el costo del hidrógeno como combustible ha aumentado considerablemente en los últimos años. El precio ha pasado de 13 dólares por kilogramo a 36 dólares, unos 722 pesos, lo que incrementa el costo de llenar el depósito de manera considerable. Esto ha llevado a muchos a considerar que el vehículo es "casi inutilizable" debido a estos problemas.
Acusaciones de publicidad engañosa
Los demandantes alegan que Toyota incurrió en publicidad engañosa al presentar el Mirai como un vehículo con una infraestructura de recarga robusta y un coste de operación razonable. Según ellos, la realidad es que el proceso de recarga es complicado, la autonomía es limitada, y los costos han subido drásticamente.
El caso del Toyota Mirai pone de manifiesto las dificultades y desafíos asociados con la tecnología de hidrógeno en el contexto actual. Estos inconvenientes resaltan la brecha entre las promesas de la industria y la realidad de la experiencia del usuario, lo que cuestiona la viabilidad del hidrógeno como solución inmediata para los consumidores.
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