Huawei FreeBuds 4i, los hemos probado: la prueba fehaciente de que una buena cancelación de ruido no tiene que ser cara

Ahí va una confesión que, como editor e iniciado en el tema, probablemente no debería hacer: cuando me dijeron el precio de los FreeBuds 4i, tuve problemas para distinguir si era una broma o no. La mayoría de dispositivos tecnológicos que llegan a México suelen ser algo más caros que su versión presentada en otros mercados como el europeo, pues se debe ajustar el precio por logística, distribución e impuestos.

Per los FreeBuds 4i es la cancelación activa de audio más económica que Huawei tiene ya en México.

Que el precio no confunda ni a los recién iniciados ni a los sibaritas: este no es un equipo premium, pero tampoco es que ofrezca una experiencia tan distinta de los audífonos más portentosos de Huawei. De cualquier forma, como siempre, es un equipo que tiene áreas de oportunidad.

Luego de haberlos probado por algunos días, esta es nuestra experiencia de uso de los FreeBuds 4i.

Características técnicas de FreeBuds 4i

La ergonomía ya no está supeditada al precio

Lo sacaré de mi sistema de una vez: no soy fan de tener tres o cuatro true wireless distintos en menos de un año. La diversificación de líneas puede que sea bueno para el negocio, pero es inevitable que con mejoras sustanciales entre lanzamiento y lanzamiento, dentro de no mucho tiempo los equipos presentados hace no tanto queden rezagados.

Tenemos por parte de Huawei versión estándar, aquella que solo se presenta con un número, la versión pro, cuya última iteración probamos recientemente, y la versión 'i', la más asequible que sin embargo no renuncia en esta generación a grandes prestaciones como la cancelación de audio y el modo awareness o "modo atención".

Desde luego están los Freelace y los Freelace Pro, pero dado que ellos están enfocados en el deporte, merecen su cajón aparte.

Los FreeBuds 4i llegan como el primer modelo de true wireless de Huawei en 2021, y como muestra de que al negocio le va bien, están llegando apenas un mes después de su lanzamiento en China, solo poco después de aterrizar en Europa oficialmente.

Las líneas de diseño que hemos visto desde los FreeBuds 3i están ahí: modelo in-ear que con ayuda de gomas de silicona hacen hace un buen trabajo para la cancelación pasiva de audio.

El tubo sin embargo es más sutil, pues tiene una reducción de cuatro milímetros respecto a la generación pasada. El tamaño del tubo es importante, pues no son pocos los que detestan que a consecuencia de su gran magnitud, el audífono sea imposible de dejar de ver. En ese sentido los FreeBuds 4i tienen mejora respecto a la generación anterior con sus 3.7 centímetros de largo, sin ser tan sutiles como los FreeBuds Pro que tienen solo 2.6 centímetros de longitud.

El tubo sin embargo es más estilizado que el de los FreeBuds Pro, y tiene menos ángulos agresivos. Se asemeja más a un cilindro que a un prisma cuadrangular y quizás parte del por qué es así es que, a diferencia de los FreeBuds Pro cuando para ejecutar comandos era necesaria hacer pellizcos sobre el tubo, con los FreeBuds 4i regresamos a la convencional articulación de gestos que coincide en presionar una o varias veces según se necesite avanzar, reproducir, o activar la cancelación activa de audio.

En los FreeBuds Pro había que pellizcar, lo que tenía como desventaja que había que hacer presión, lo que ameritaba una curva de aprendizaje para controlarlos con soltura; la desventaja de volver al modo tradicional de manipulación de true wireless es que con los 4i habrá en ocasiones que repetir el comando si es que, como me ha pasado en varias ocasiones, los audífonos no detectaron los primeros toques.

Pese a ese desencanto, una de las mejores bondades de los FreeBuds 4i es que portarlos es tremendamente simple y cómodo. En parte se debe a un modelo que poco tenía que avanzar en comodidad respecto a generaciones pasadas, y en parte a la ligereza de 5.5 gramos por cada audífono. Dicho sea de paso, el estuche que acompaña es también sumamente ligero con apenas 36.5 gramos de peso.

Hablemos del estuche. Con forma de óvalo, Huawei parece haber dado con la fórmula indicada para que, por fin, no sea un dolor de cabeza abrirlo. En ocasiones previas, me he encontrado con variedad de audífonos true wireless cuya sujeción magnética es tan fuerte que es casi imposible abrir un estuche con una sola mano sin preocupación de que la fuerza ejercida provoqué un accidente por el que los audífonos salgan de la caja y vayan a parar al suelo.

Si el ejemplo anterior me pone en la situación de quien en un informercial con torpeza ejecuta muy mal una acción que debería ser sencilla, lo asumo.

Pero de cualquier manera, no más. Si bien la sujeción magnética permanece, la de los FreeBuds 4i es menos fuerte que, por ejemplo, la de los FreeBuds Pro. En parte se debe, calculo, porque la tapa del estuche es mucho más delgada que en los FreeBuds Pro, así que no hay mucho espacio para equipar con imanes al interior.

La mala noticia de ello es precisamente que la tapa posterior se siente algo más endeble que en los FreeBuds Pro, aunque no creo que haya mayor tema con ello si el estuche no sufre caídas.

Hay un tema importante sobre la luz led en el estuche. En vez de dos indicadores de luz led, como en los FreeBuds 3, 3i, y Pro, en donde se utilizaba un indicador para reflejar el nivel de carga de los audífonos y otro para el estuche, aquí hay uno solo, ubicado al exterior del estuche, el cual se encarga de todo.

En un primer momento creí que el indicador solo servía para estar al tanto del nivel de carga del estuche, pero con las pruebas he notado que si el estuche estaba en cero por ciento de carga, y los audífonos estaban completamente cargados, al abrir la tapa del estuche el indicador de LED estaba en color verde. Una vez que los audífonos se retiran, el indicador LED parpadea y se convierte en rojo, ahora para apuntar la poca batería del estuche.

En resumidas cuentas el indicador LED servirá para reflejar el nivel de carga de los audífonos si es que estos están colocados al interior; de no estarlo entonces el indicador LED refleja la carga del estuche.

Una cancelación de audio propia de la gama media

Pero lo verdaderamente importante en unos audífonos es la calidad de sonido. El driver de 10 milímetros es suficiente para entregar la misma potencia que la versión pasada. Por número, los FreeBuds 4i están imposibilitados de ofrecer la potencia de, por ejemplo, los FreeBuds Pro.

Pero lejos no están. Las distorsiones llegan solamente cuando se aumenta el nivel al máximo, y, de no hacerlo, la experiencia se mantiene precisa, con bajos que me han sorprendido por la potencia. No por ello la experiencia de audio es desigual, por el contrario, medios están a la altura, y si acaso he notado una disminución de potencia con agudos, pero nada que me preocupe lo suficiente para renunciar a su uso diario.

La soltura para manejar casi cualquier frecuencia audible por el precio de 1,699 pesos es uno de los mejores sabores de boca que me ha dejado los audífonos, fieles al concepto de equilibrio entre precio y características, sin que por tener cancelación de ruido se sacrifique un ápice del sonido.

Precisamente hablando de la cancelación de ruido, en estrictos números se podrá conseguir una anulación de hasta 24 decibeles, según Huawei. Comprensiblemente, el número está algo lejos de los 40 decibeles de los FreeBuds Pro, pero en la experiencia ello apenas es de notar con ruidos de fondo monótonos y graves. El ruido de una calle o el motor de un coche siguen siendo cancelados de forma efectiva, no tanto así con otros sonidos que no son uniformes y con ataques como la lluvia.

Huawei además incorpora el modo awareness o modo atención, en donde los micrófonos externos son utilizados para crear una mezcla de sonido con el contenido que se reproduce en los audífonos, y así estar siempre pendientes de lo que pasa alrededor. La buena noticia es que esta es una característica que hasta ahora veíamos en la gama alta de audífonos true wireless de Huawei; la no tan buena es que la experiencia que resulta no es similar a aquella que ofrecen los primos caros.

De cualquier manera, dudo que un usuario que busque audífonos sin cables por este rango de precios encuentre siquiera rivales con la misma experiencia de sonido de modo atención a la de los FreeBuds 4i.

Malabares necesarios para encontrar la app adecuada

Un audio que cumple, aunque no sea un salto enorme desde la pasada versión, una cancelación que no hace más que mejorar, y una función de toques que tiene tramo por perfeccionar, nada de ello es un verdadero obstáculo para no recomendar los FreeBuds 4i.

Quizás el mayor problema sobre todo para quien desea abrir el empaque y comenzar a usar todas las funcionalidades de sus nuevos audífonos, como viene siendo desde hace un buen rato ya, está en que quienes utilicen iOS, no podrán acceder a funciones extra de los FreeBuds dado que la aplicación no está a su disposición.

Dicho sea de paso, incluso algunos con EMUI tendrán que tomar pasos adicionales para sacar provecho de la configuración adicional de los audífonos. Si el usuario con smartphone Huawei todavía tiene Play Store, entonces es muy probable que su versión de la app AI Life no detecte los audífonos.

Para esos casos, así como para los móviles Android con cualquier otra capa de personalización, habrá que conseguir la versión de AI Life que está en AppGallery, la tienda oficial de aplicaciones de Huawei. Luego de buscar el archivo apk, descargarlo, instalarlo, e ingresar a AppGallery, entonces se podrá descargar la nueva AI Life.

En apariencia se trata de la misma imagen que está en Play Store, con la diferencia que la descargada de AppGallery sí podrá acceder a la configuración de los FreeBuds 4i.

Si el usuario no quiere hacer nada de eso, entonces podrá vincular los audífonos a través del menú Bluetooth de su teléfono, pero no podrá acceder a la configuración adicional de los audífonos, en donde pueden modificarse los comandos, el número de toques y gestionar las actualizaciones de los audífonos. La mayor pérdida aquí es que la app sigue sin tener un ecualizador para dispositivos de audio.

Incluso con la versión incorrecta de AI Life (la de Play Store), los usuarios con EMUI 10 o superior tendrán una sincronización más sencilla, pues al abrir los audífonos por primera vez, el móvil inmediatamente desplegará una ventana flotante para con un toque hacer la vinculación. Si además ya se tiene la versión correcta de AI Life, el usuario tendrá agregado el modelo instantáneamente a la app para hacer las configuraciones adicionales.

Como dato curioso, la gestión de la reanudación automática de la reproducción cuando se detecta que se portan o no solo puede hacerse desde AI Life en EMUI. En pruebas con otro dispositivo Android, con la misma versión de AI Life, la opción no aparece.

Una autonomía para rendir de la mañana a la noche

Puede que no se note en el número fuerte de milamperios, pero el crecimiento en autonomía respecto a la versión pasada es brutal. Los FreeBuds 3i tenían una autonomía de hasta tres horas y media, mientras que los nuevos 4i tienen hasta 10 horas de reproducción continua, siempre tomando como referencia las pruebas de Huawei que involucran volumen medio y cancelación activa de ruido apagada.

Bajo esas condiciones, los FreeBuds 3i tenían una autonomía con estuche de hasta 14.5 horas y los FreeBuds 4i alcanzan las 22 horas.

Esos números hay que tomarlos con cuidado, dado que es perfectamente comprensible que el usuario de los audífonos quiera tener encendida la cancelación de ruido, y en ese escenario los números de las pruebas de Huawei tienen menos utilidad. Por ello he hecho varias pruebas por mi cuenta, y uno de los resultados es que con volumen medio y cancelación activada, la autonomía resultante fue de siete horas con veinte minutos.

Ahora que si el estuche y audífonos están totalmente drenados, la carga total se completa en una hora.

Sobre el estuche, la carga debe ser alámbrica porque no hay soporte para carga inalámbrica. Si hemos agotado la carga de los audífonos, apenas tres minutos en estuche da para 15% de carga nueva en los audífonos, porcentaje que se eleva a 40% con diez minutos de carga. Así, la promesa es correcta: diez minutos de carga serán suficientes para cuatro horas de reproducción con la cancelación de ruido apagada y volumen medio.

Conforme avanza la carga también se vuelve más lenta dado que la carga completa de los audífonos con ayuda del estuche toma casi una hora completa.

Con esos datos tenemos como resultado que con cancelación activa de ruido, volumen medio, y echando mano del estuche, tenemos un total de poco más de 16 horas de autonomía, aunque claro, hay que esperar casi una hora mientras se efectúa cada carga del estuche a los audífonos.

La opinión de Xataka México

Puede que Huawei no esté pasando por un buen momento en smartphones, todos sabemos por qué, pero tiene otros segmentos en los que crece a nivel demencial.

Uno de ellos es el de audio y en específico en audífonos sin cables. En dos años ha entregado propuestas sólidas, y ahora los FreeBuds 4i quieren repetir el éxito, con una robusta entrega, más asequible, pero que no renuncia a ningún elemento trascendental de las iteraciones más equipadas.

Lo mejor de la propuesta parte del precio, con esa llamativa reducción de 1,000 pesos respecto a la generación anterior sin que haya pérdidas importantes en especificaciones de por medio. En números la única reducción que hay es en milamperios del estuche de los audífonos, pero la autonomía, como hemos dado cuenta, ha crecido en buena medida.

No quiero dejar de apuntar, como al inicio de este texto, que el costo de los FreeBuds 4i es menor al que está, solo por la tasa de conversión, en otros mercados como el europeo. Allá, el costo oficial de los FreeBuds 4i es de 79 euros, lo que equivale a casi 2,000 al tipo de cambio.

En México sin embargo el precio de 1,699 pesos está más cerca de su costo original en china de 499 yuanes, que al tipo de cambio son 1,587 pesos.

En la mezcla de factores no hay que perder de vista esa cancelación de ruido que si bien no está a la altura de los dispositivos más caros de Huawei, muy lejos tampoco está. Quizás el elemento más importante a mejorar es el que tiene que ver con el truco que hay que hallar para que los gestos sean acatados a cabalidad, lo que requerirá de una curva de aprendizaje. Si Huawei conviene en resolver el tema, no habrá mucho espacio hacia donde mejorar, salvo quizás el crecimiento del driver.

Quién diría hace algunos años que para 2021, uno de los equipos más redondos de Huawei estaría lejos de la línea P y de la línea Mate; en una nueva confesión que también probablemente me debería guardar, yo ni de lejos hubiera podido predecirlo.