A finales de diciembre les contamos que Uber decidió suspender sus actividades en Quintana Roo de manera voluntaria para colaborar con el gobierno en espera de la nueva iniciativa de Ley de Movilidad, en la que se permite la entrada de los servicios de transporte privado. Al final pasaron cinco meses para que se hiciera una realidad.
El Congreso de Quintana Roo aprobó la nueva Ley de Movilidad, donde se permite la operación de los servicios de transporte privado por medio de plataformas digitales. En una sesión extraordinaria, los diputados votaron a favor de la creación del Instituto de Movilidad del Estado, teniendo la autonomía técnica y de gestión para la planeación, diseño, ejecución, evaluación u seguimiento de la política de movilidad.
Inician los bloqueos y las marchas en contra de la nueva ley
Al aprobar la ley se elimina en automático la discrecionalidad en el otorgamiento de concesiones de transporte público. Eso provocaba que el gobernador era el encargado de otorgar las concesiones, ahora le será transferida al director general del Instituto de Movilidad, con la finalidad de evitar prácticas monopólicas.
Por otra parte, grupos de taxistas en Chetumal y Playa del Carmen mostraron su descontento con la nueva ley, iniciando bloqueos y marchas para exigir que la revocación de la ley, argumentando que afectará su economía.
Al aprobarse la legislación en una primera fase, se contempla la creación del Instituto de Movilidad en un plazo que no supere los 90 días, para realizar las funciones de la Secretaría de Transporte estatal.
Imagen | MediaInfo
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