No son pocos los usuarios que se vieron en la disyuntiva: pensaron en abandonar WhatsApp, pero en contra juega el papel de los paquetes que incluyen el servicio de WhatsApp "gratuito" por parte de operadores. "Zero rating" es como se nombra a la común práctica que se realiza no solo en México, sino también en otros países en donde se incluyen servicios que se otorgan al usuario final sin que haya un costo extra de por medio.
La práctica es polémica a tal grado que la Unión Europea terminó por pronunciarse en contra, luego de que el Tribunal de Justicia dijera que podría contribuir a que se bloqueen algunas aplicaciones que no reciben los mismos beneficios, es decir, por afectar la neutralidad de la red.
The #ECJ interprets, for the first time, the #EU regulation enshrining #InternetNeutrality with regards to the #Internet users’ rightshttps://t.co/ATb3CgbPxg
— EU Court of Justice (@EUCourtPress) September 15, 2020
Sin embargo la Unión Europea está a años luz de la situación normativa en México. Desde hace años Red por la Defensa de los Derechos Digitales denuncia que ofrecer promociones zero rating establecen un piso disparejo para los competidores. Lo hizo desde tiempos en que Snapchat era parte de las promociones de los operadores, y utilizaba los lineamientos de neutralidad de la red de la Unión Europea.
Aunque exigían que el Instituto Federal de Telecomunicaciones se pronunciara al respecto, no fue sino hasta inicios de 2020 que el IFT comenzó a abrir la discusión para normar en torno a la neutralidad de la red, en una propuesta que terminó siendo duramente criticada por la organización.
A las semanas de iniciar la discusión, comenzó la pandemia de COVID-19 en México.
No todos están en contra del zero rating
Los analistas que se han pronunciado a favor del zero rating aseguran que, bajo algunas condiciones, el zero rating puede incentivar el uso de ciertos servicios de internet, y a su vez, para cerrar la brecha digital. En una publicación hecha por Samantha Bates, Christopher Bavits y Kira Hessekiel de la Universidad de Havard, exponen que el zero rating puede, por ejemplo, contribuir a una adopción rápida de servicios de mensajería para emergencia, aunque también reconocen que se necesita más investigación sobre el tema para tener una conclusión final sobre todos los impactos del zero rating, lo que tendría que involucrar data que solo tienen los operadores.
De hecho, una postura similar es la que tiene Facebook sobre el zero rating, enarbolando como argumento a favor la disponibilidad de información y comunicación, trascendental para tiempos como los de una pandemia. Desde luego, no es como que uno podría argumentar que Facebook es el actor que menos conflicto de interés podría tener al aportar el zero rating, puesto que su red social es uno de los primeros servicios que suelen empaquetar "sin costo extra" por los operadores.
Y ese es uno de los problemas: los grandes jugadores como Facebook/Instagram/WhatsApp, Twitter y hasta Uber, están en condiciones de ofrecer tratos preferenciales con los operadores debido a su tamaño, su gran capacidad de ingresos, y, en ocasiones, el retorno de inversión que prevén de pagar por el consumo de datos del usuario; no obstante, deja en desventaja a los pequeños jugadores que aspiran a crear su propia red social o su app de transporte.
Jan Kramer y Martin Peitz han sugerido una solución bastante creativa para resolver el problema: que el zero rating pueda activarse o desactivarse, a voluntad del usuario. Retoman el concepto que utilizan los investigadores de Harvard, y exponen en el artículo A fresh look at zero rating que proveer de servicios digitales de forma gratuita no necesariamente tiene que afectar la competencia.
Ello sería posible si se ofrecen paquetes zero rating para todos los servicios digitales disponibles, de manera que en vez de ser un beneficio que el usuario obtiene por usar un solo servicio, el plan se convierte en uno personalizable en donde el usuario puede elegir si añadir WhatsApp o Telegram, sin costo extra.
La principal desventaja está desde luego en la dificultad de convencer a proveedores que no consideren el diversificar su portafolio de descarga de datos como una verdadera ventaja.
El curioso caso Vodafone
La otra propuesta de los autores es que los paquetes zero rating pudieran ser, a diferencia de lo que son en el mercado ahora, una herramienta para subir los costos de los paquetes. Un paquete sin zero rating podría costar menos de lo que costaría un paquete que incluyera datos ilimitados para un servicio digital como Instagram, una estrategia que Vodafone implementó en algunos países de Europa.
En la práctica, la que sonaba como una buena idea para Vodafone terminó por no serlo tanto para el Tribunal Europeo que consideró que un servicio similar no era compatible con la neutralidad de la red puesto que cuando la bolsa inicial de datos se terminaba, entonces la política de uso justo ralentizaba las velocidades de todos los servicios digitales salvo por los que el usuario ya había pagado extra como parte de su paquete zero rating.
El equivalente en México es que en un esquema de datos "ilimitados" en México, como el de Unefon, los servicios como Facebook, Instagram y WhatsApp que se ofrecen de forma "gratuita" no reciban la ralentización que sí percibe el usuario en todas las demás aplicaciones.
Incluso aunque hubiera forma de resolver el asunto de cómo aplicar una política de uso justo a servicios que son "ilimitados", el esquema propuesto por Kramer y Peitz tiene la dificultad de haber llegado "tarde". Este tipo de paquetes poco tienen por competir ante los tradicionales zero rating, en donde el usuario comprende que su consumo es "gratis". ¿Quién pagaría 200 pesos más por tener servicio ilimitado de WhatsApp, cuando enfrente hay quien lo ofrece "gratis"?
Aunque la propuesta de Vodafone puede que no sea la definitiva, los académicos defienden que el zero rating no debe morir fácilmente. El problema es que se le asocia fácilmente a que haya discriminación de servicios, por lo que tienen que pensarse en filtros para que en los paquetes zero rating haya espacio para todo servicio digital, sin exclusividad. Ello significaría que el usuario que desee abandonar WhatsApp por Telegram, debería poder hacerlo sin tener que pagar más por datos, y que pueda hacerlo obteniendo los mismos beneficios.
"En principio, los programas zero rating que involucran algún pago, deberían ser analizados por las autoridades de competitividad, como un abuso potencial de una posición dominante"
Kramer y Peitz
Discusiones aparte sobre la teoría del zero rating, México no tiene ni siquiera en vías de implementación alguna de las soluciones experimentales.
Lo que tenemos hoy es todo lo que hay: paquetes que ofrecen datos "gratuitos" de las redes sociales más populares, a costa de mermar la visibilidad y atracción que pudieran generar ofertas de servicios digitales más disruptivos, con prestaciones cuando menos interesantes. Hasta que no tengamos una conversación seria sobre neutralidad de la red en México y cómo regular en pos de ella, todo seguirá esencialmente igual.
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