Esta semana Microsoft está realizando su evento anual para desarrolladores Build 2017 en el que nos ha dejado conocer algunas cosas interesantes en las que ha estado trabajando, entre ellas la llegada de Ubuntu, SuSE y Fedora a Windows Store y las mejoras que llegarán con la próxima actualización de su sistema operativo a la que han llamado Windows 10 Fall Creators Update.
Entre esas mejoras encontramos un nuevo paradigma de diseño con el que Microsoft busca reestructurar la interfaz de usuario de todo su ecosistema. Fluent Design se centra en cinco principios: profundidad, material, luz, escala y movimiento para lograr interfaces más atractivas para las aplicaciones y el propio sistema operativo.
Pero el objetivo de Fluent Design no es solo visual, sino que pretende crear modelos y espacios que ofrezcan experiencias de uso más robustas, interactivas, naturales y sensoriales.
Luz
De todos es bien sabido que un elemento básico de la fotografía es la iluminación, y en el diseño esto no es diferente. En una interfaz, la cantidad de luz es capaz de modificar la manera en la que la percibimos, pero además, es una herramienta para llamar la atención del usuario e invitarlo a realizar ciertas acciones, aprender a utilizar una app o resaltar una característica. En la filosofía de Fluent Design, la luz crea una atmósfera y un sentido de lugar, y su utilidad es la de hacer lucir la información.
Profundidad
Uno de los principales retos que Microsoft está poniendo a los desarrolladores con Fluent Design es abandonar los clásicos diseños a cuadros en dos dimensiones que han caracterizado al ecosistema durante años. Alejándose de un diseño plano, los expertos de Microsoft han reimaginado la interfaz con un principio de profundidad de campo, a través de capas y redimensionamientos para crear la ilusión de un espacio físico.
El objetivo de este principio es más que claro: crear un flujo de interacción que logre mantenernos enfocados por más tiempo al colocarnos en un lugar dentro del espacio.
Movimiento
En un cambio tan importante en el diseño de interaces de usuario, Microsoft no podía dejar a un lado el movimiento. Es bien sabido que las transiciones de una interfaz logran mantener nuestra atención y darnos una experiencia completa. Con Fluent Design, la idea es crear sensaciones que nos lleven de una tarea a otra de tal forma que nuestro enfoque sea inmediato.
Material
Otro de los pilares de Fluent Design es la búsqueda de una conexión con el mundo físico en el que los materiales crean sensaciones: se doblan, se estiran, de deslizan, se deshacen. Microsoft pretende que dichas cualidades sean llevadas al entorno digital, de tal modo que se invite a los usuarios a tocar e interactuar.
Sí, Microsoft está apostando a dejar de lado el modelo tradicional de una computadora con teclado y mouse, por un sistema que tenga un mejor control a través comandos de voz y una interacción táctil, características para las que la próxima actualización de septiembre ha sido optimizada.
Escala
En un mundo que se mueve hacia la realidad virtual y la realidad aumentada, el considerar tres dimensiones en el diseño es una prioridad, tanto como el lograr que los objetos sean adecuadamente escalables para mostrarse tanto en un monitor de computadora como en un visor de de realidad virtual.
Así lucirán Windows 10 y sus aplicaciones
Todo esto sin duda, nos causa una gran curiosidad a todos los usuarios, pues no es frecuente que veamos cambios tan importantes en Windows en lo relativo a diseño. Por ahora, Microsoft ha dejado ver como luce su cliente de correo, el escritorio, la gestión de archivos, las tarjetas de clima e incluso su navegador Edge.
Más información | Microsoft Fluent Design System
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