El parlamento australiano ha dado un paso sin precedentes en el mundo de las redes sociales. Según Associated Press, Australia aprobó una legislación que prohíbe a los menores de 16 años utilizar redes sociales como TikTok, Facebook, Instagram y Snapchat. Esta ley que es pionera a nivel mundial, busca proteger a los jóvenes del daño mental y social atribuido a estas plataformas.
El Senado australiano aprobó el jueves el proyecto de ley con 34 votos a favor y 19 en contra, una medida que permitirá imponer multas de hasta 50 millones de dólares australianos (aproximadamente 33 millones de dólares estadounidenses) a las plataformas que no cumplan con las nuevas normas.
The Guardian informó que dicha prohibición entrará en vigor dentro de 12 meses y exigirá que las redes sociales verifiquen la edad de sus usuarios. La ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland detalló que plataformas como YouTube quedarán exentas por su propósito educativo, pero el alcance de esta ley cubrirá las aplicaciones más populares entre adolescentes, como Instagram, TikTok y X (anteriormente Twitter).
El primer ministro, Anthony Albanese, defendió la medida al señalar que existe un "vínculo causal claro entre el auge de las redes sociales y el daño a la salud mental de los jóvenes australianos".
No obstante, el anuncio también generó controversia, incluso entre los gigantes tecnológicos afectados. Según BBC, Meta, propietaria de Facebook e Instagram, afirmó que este proyecto sería "ineficaz" y no cumpliría su objetivo de hacer que los niños estén más seguros.
Un debate polarizado: entre la protección y el aislamiento
Si bien la legislación ha sido bien recibida por algunos sectores, como activistas por la seguridad en línea, las críticas de expertos en derechos digitales y defensores de la juventud no se han hecho esperar. El senador David Shoebridge, del partido minoritario Verdes, apuntó lo siguiente:
"Esta política perjudicará más a los jóvenes vulnerables, especialmente en comunidades regionales y la comunidad LGBTQI, al excluirlos"
Por otro lado, Maria Kovacic, senadora de la oposición, defendió la ley:
"El objetivo principal de esta legislación es simple: exige que las empresas de redes sociales tomen medidas razonables para identificar y eliminar a los usuarios menores de edad de sus plataformas. Esta es una responsabilidad que estas empresas deberían haber estado cumpliendo hace mucho tiempo, pero durante demasiado tiempo han eludido estas responsabilidades en favor de las ganancias"
Los defensores de la legislación, como Sonya Ryan, activista cuya hija fue asesinada por un pedófilo que utilizó las redes sociales para atraerla, ven la medida como un avance crucial y dijo a AP que este es un "momento monumental en la protección de nuestros niños de daños horrendos en línea".
"Es demasiado tarde para mi hija, Carly, y para los muchos otros niños que han sufrido terriblemente y que han perdido la vida en Australia, pero unámonos en su nombre y abracemos esto juntos"
Sin embargo, otros advierten sobre consecuencias no deseadas, como el aislamiento social y la migración de los jóvenes a rincones menos regulados de internet, como la dark web. Christopher Stone, director de Suicide Prevention Australia, calificó la legislación como un "instrumento demasiado contundente" que carece de un enfoque basado en evidencias:
"El gobierno se está dando de bruces contra un muro al apresurarse a aprobar esta ley. Los jóvenes australianos merecen políticas basadas en evidencias, no decisiones tomadas a la carrera"
El dilema de las redes sociales: ¿daño o conexión?
Si bien la ley australiana busca proteger a los jóvenes de los riesgos asociados con las redes sociales, como la adicción y el acoso en línea, también podría subestimar los beneficios que estas plataformas pueden ofrecer.
Algunos defensores de los jóvenes destacaron el papel positivo de las redes sociales en la construcción de comunidades y en el acceso a recursos educativos y de apoyo emocional:
"Entendemos que somos vulnerables a los riesgos, pero debemos participar en el desarrollo de soluciones"
Cabe destacar que Australia no es el único país que busca regular el acceso de menores a las redes sociales. Según BBC, Francia y Reino Unido han considerado implementar legislaciones similares, pero con límites de edad más bajos y restricciones menos severas.
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