DiDi es mucho más que una compañía de transporte privado, y fuimos a China a comprobarlo

Beijing, China, viernes por la noche, tras salir del trabajo, una cerveza... que rápidamente se convierte en varias. Llegaste en auto, porque no pensaste beber de más, pero la historia no fue así. Conducir no es viable ya que, aunque no bebiste mucho, no es lo más seguro, eso sin mencionar la potencial costosa multa en caso de ser detenido.

Ninguno de tus familiares o amigos puede ir por ti, ¿qué haces? Pides un conductor designado de DiDi. Abres la app, seleccionas la opción, colocas tu ubicación y en pocos minutos llega uno de los mejores conductores de la plataforma, montado en su bicicleta eléctrica, listo para llevarte sano y salgo a tu hogar, para luego seguir con lo suyo.

Este es tan solo uno más de los servicios que DiDi ofrece en China, como parte de sus soluciones de movilidad que buscan hacer del ajetreado ritmo de vida del gigante asiático, más llevadero.

Joven, pero con logros importantes

Con apenas siete año de vida, DiDi es un gigante que en su natal China ha expandido sus brazos a múltiples soluciones de movilidad, más allá del transporte privado. Además de múltiples tipos de autos para viajes privados y el mencionado conductor designado, DiDi también tiene servicios de bicis compartidas, transporte colectivo y taxis convencionales.

Sí, en China, DiDi ha logrado un consenso con las autoridades y los taxistas para que los conductores más convencionales también puedan ofrecer sus servicios mediante la plataforma naranja. En total, son 15 las soluciones de movilidad que DiDi ofrece en China, para los usuarios locales. Mientras que para extranjeros, utilizando la app en inglés, las opciones se reducen debido a las limitantes del idioma.

Por la misma razón de que el idioma en China puede ser una barrera difícil de superar, DiDi ha implementado un traductor automático en su aplicación. Al solicitar un viaje, si el conductor envía un mensaje, la aplicación traduce automáticamente si detecta que la app está en otro idioma diferente de chino. Misma situación con los mensajes del usuario al conductor, la traducción es automática.

Otra de las implementaciones, ahora enfocadas a la seguridad, en -algunos- de los autos dentro de la plataforma de DiDi, son cámaras para la grabación de los viajes. Es importante la mención de que el conductor no tiene acceso al material sino que se almacena en servidores de DiDi y solo se accede en caso de que el pasajero reporte algún incidente en los próximos siete días después del viaje. Si no sucede algo, el contenido se elimina automáticamente.

Misma situación con la grabación de voz. Esta opción aparece en el apartado de seguridad, y puede ser activada por el pasajero en cualquier momento. La grabación es encriptada y se almacena los siete días siguientes al viaje, en caso de ser necesario para la resolución de conflictos o situaciones, en caso negativo, se elimina de manera automática.

Mirando al futuro

Todas estas características son en lo referente al brazo del transporte privado, pero son solo la punta del iceberg de lo que el gigante chino representa para la movilidad. DiDi ha ido más allá que solo ofrecer distintas opciones de transporte para llegar del punto A al punto B, con gran inversión en el desarrollo de su propio auto autónomo e incluso la creación de su propia red de cargadores para autos eléctricos.

Vamos por partes. De acuerdo con cifras de DiDi, su red alcanza 6,000 cargadores eléctricos repartidos en las principales ciudades de China, alimentando a los más de 2 millones autos eléctricos circulando por las calles. De este total, la compañía asegura que alrededor de 600 mil autos forman parte de su flota de servicio, es decir aproximadamente el 30%.

Los conductores de DiDi con autos eléctricos obtienen descuentos al hacer recargas en la red de la compañía. Así, la carga completa que normalmente cuesta 40 yuanes (alrededor de 110 pesos mexicanos) puede abaratarse en diferentes porcentajes, dependiendo de varios factores de acuerdo al tipo de conductor, servicio, calificación en la plataforma y más.

Ojo, esto no quiere decir que solo los conductores de DiDi puedan hacer uso de estas estaciones, pues cualquier usuario de auto eléctrico puede usarlas. Solo se necesita tener la aplicación del servicio, tanto para realizar el pago correspondiente como para monitorear el avance de la recarga.

Esta es la forma de DiDi de contribuir a reducir la contaminación en China, uno de los problemas más importantes del gran país asiático. Además, también impulsa la adopción de vehículos potenciados por energía verde mediante sistemas que facilita a los usuarios el financiamiento de estos autos, y también de los convencionales. Algo así como lo que en México ya se ha visto con algunas concesionarias, pero potenciado.

Pasando al tema de los autos autónomos, DiDi ha invertido tres años en el desarrollo no de un vehículo capaz de manejarse solo sino en un sistema que logre adaptarse a cualquier vehículo y lograr su conducción autónoma. El reto es lograr el análisis de datos preciso, capaz de reconocer todos los elementos en la calle y que logre la singularidad para tomar decisiones en caso de ser necesario, siempre priorizando la seguridad.

Con 4,875 TB de datos recolectados diariamente (gracias a los conductores que forman parte del programa), según DiDi, se estima que en cuatro o cinco se tendrá la cantidad de información necesaria para lograr el desarrollo del sistema autónomo definitivo.

A su vez, la información recolectada también sirve para el desarrollo de un sistema de control autónomo de semáforos. Las pruebas actuales se llevan a cabo en más de 2,000 cruces de China, en donde los algoritmos inteligentes han logrado la reducción del tráfico de hasta 20%.

Cada una de las ramas de desarrollo de DiDi es parte de un todo. Al final, el escenario ideal de DiDi es la ciudad conectada en donde los autos autónomos estén en constante comunicación unos con otros, tal que incluso las luces de control de tráfico sean innecesarias.

Años de trabajo por venir

Todo este escenario ideal de DiDi aún está lejos de implementarse por completo en China, mucho más en otras partes del mundo, con los primeros pasos en materia de conducción autónoma dándose en Sao Paulo, Brasil. Mucho trabajo de investigación y desarrollo está en camino, pero también en cuanto a regulaciones. El gobierno de China ha trabajado muy de cerca con DiDi debido a su origen nacional, pero en otras partes del mundo, esto no es tan fácil.

Enfocándonos en el mercado nacional, México fue el primer país, aparte de China, en donde DiDi llegó con su propia identidad, ya que en Brasil opera bajo el nombre de 99, tras la compra total de la plataforma. Entonces, esto posiciona a nuestro país como una de las apuestas más fuerte de la compañía, sobre todo para su expansión por el mercado latinoamericano de habla hispana, donde Brasil es otra historia.

De acuerdo con DiDi, el enfoque actual está en la seguridad, con la búsqueda de implementar mejores medidas que aseguren el bienestar de sus usuarios. Sin embargo, eso no limita la inversión de DiDi en nuevos servicios u otros aspectos, pero para eso habrá que esperar. Al fin y al cabo, queda demostrado que DiDi tiene la capacidad de "mejorar la movilidad con el poder de la tecnología, a través de los valores humanos", y ha hecho de esto su misión para el mundo.