WD My Cloud, análisis

Almacenamiento en la nube. Unos años atrás esas palabras significaban poco en el ámbito de la informática, sin embargo, hoy en día son parte de nuestra vida cotidiana que incluso muchas de las empresas de tecnología tienen sus propias apuestas por este tipo de almacenamientos.

Entre todas esas empresas, existen algunas que quieren tomar la idea principal de este tipo de almacenamientos, pero ofreciéndolos de forma más privada. ¿Cómo? con sus propios dispositivos. Western Digital es una de ellas.

Hemos podido probar por unas semanas el WD My Cloud, la propuesta de la compañía con la cual quiere que montemos una nube de almacenamiento personal en nuestra propia casa, todo para traerles un análisis a fondo de sus características. Empezamos.

Especificaciones técnicas

Iniciamos el análisis con un repaso por sus principales características técnicas:

Diseño

Western Digital es una firma a la que rápidamente se le identifica por la fabricación de discos duros. En este caso el WD My Cloud forma parte de sus propuestas para la nube personal, pero efocada al público general, y no al empresarial; es por ello que la compañía ha cuidado el diseño del dispositivo.

No vemos un factor diferenciador en el diseño de este disco duro, respecto a otros del mercado, pero el color blanco, aún cuando está puesto sobre un material plástico, hace que a la vista luzca atractivo.

En la parte superior e inferior nos encontramos con sus respectivas ventilaciones para mantener una temperatura adecuada. El frontal lleva una placa en color plata con el respectivo LED indicador (de encendido), mientras que en la parte trasera se incluyen todos sus puertos: USB 3.0 (para expansión), Gigabit Ethernet, y el conector de alimentación.

No es un dispositivo portátil, así que su lugar es siempre en casa, pero aún así es importante reseñar sus dimensiones de 170.6 x 49 x 139.3 milímetros, las cuales se hacen justas para un dispositivo multimedia que en su interior almacena un disco duro de 2, 3, 4, o 6 TB. Además su tamaño es perfecto para acomodarse en cualquier lugar de casa (de preferencia de forma vertical).

Puesta en funcionamiento

Una vez revisado el diseño toca hacer las respectivas conexiones físicas para poner en marcha el dispositivo. Como decíamos, en la parte trasera se encuentran todos sus puertos, y en la primera puesta en funcionamiento sólo utilizaremos dos: el de alimentación y Ethernet.

La idea sobre la que trabaja el WD My Cloud es que el almacenamiento que ofrece esté accesible de forma inalámbrica desde cualquier dispositivo en cualquier lugar, así que todos nuestros archivos que pasemos desde (o hacia) él tendrán que utilizar nuestro router como puente; por ello el disco únicamente se tendrá que conectar a éste.

Una vez realizadas las conexiones físicas nos hacemos con el software de configuración de WD ofrece desde su página para realizar la configuración, terminamos los pasos que se indican, creamos nuestro usuario, y listo, el dispositivo queda configurado.

Este proceso de configuración es bastante sencillo, y de hecho si prescindimos de un ordenador, podremos realizar la configuración desde la versión web que la compañía pone a disposición, siguiendo los mismos pasos, para tener el dispositivo listo en poco tiempo. De hecho la compañía presume como característica de este WD My Cloud la fácil puesta en marcha, y podemos confirmar que así es.

Experiencia de uso

Una vez configurado, tanto de forma física como virtual, toca poner manos a la obra y ver qué nos ofrece el WD My Cloud. Empecemos con lo básico: el almacenamiento de archivos.

A nuestra disposición tendremos diferentes formas de acceder a los contenidos del disco, una será desde la aplicación para ordenadores, otra por las aplicaciones para móviles, o si no queremos hacer movimientos de software el disco aparecerá en los dispositivos compartidos del sistema operativo.

Desde nuestro punto de vista, para la transferencia de contenido, recomendamos acceder al WD My Cloud directamente desde el Finder de Mac OS (Explorador de Archivos en Windows 8). Ahí visualizaremos las respectivas carpetas, y podremos administrar nuestros contenidos de la forma clásica.

Sumándose al modo de almacenamiento de archivos, tenemos otras funciones interesantes, las cuales le dan un valor adicional al dispositivo. Una es la compatibilidad con DLNA.

Si tenemos algún contenido multimedia en el disco, y por ejemplo, nuestra televisión cuenta con soporte para DLNA, podremos hacer streaming de películas, música, o imágenes, desde el disco hacia el televisor. Claro que aquí también podemos aprovechar esta capacidad con diferentes dispositivos que tengan instalado un reproductor que soporte DLNA, pudiendo reproducir los contenidos de forma simultánea.

En las pruebas que realizamos la calidad de los contenidos que reproducíamos era ligeramente más baja a que si se reprodujeran de forma nativa, además con una considerable cantidad de dispositivos conectados las reproducciones sufrían de cortes leves, pero aún así el rendimiento nos pareció más que adecuado.

Otra de las funciones disponibles es la compatibilidad con iTunes (de escritorio), permitiéndonos reproducir música si elegimos el disco como fuente de nuestros contenidos. Este tipo de reproducción mantiene la calidad de los contenidos, y su rendimiento nos ha parecido el justo.

Ya en funciones más específicas, centradas para usuarios de Mac OS, el WD My Cloud es compatible con Time Machine, por lo que podremos utilizar el disco como un medio por el que se estén realizando copias de seguridad del sistema y nuestros contenidos.

La experiencia con dispositivos móviles es un tanto similar, aunque más limitada en comparación de la que se ofrece con un ordenador. La compañía tiene sus respectivas aplicaciones móviles con las que podremos navegar a través de los contenidos.

El diseño de las aplicaciones es muy cuidado, sin embargo, sus funciones son bastante limitadas. Por ejemplo, la reproducción de videos vía streaming se limita a ciertos formatos, al igual que la visualización de archivos. Es por ello que tuvimos que recurrir a algunas alternativas, por ejemplo, para reproducir nuestras películas de formato MKV vía DLNA.

Todo lo anteriormente comentado es si nuestros dispositivos acceden a los contenidos estando conectados a la misma red WiFi del disco, así que ahora contaremos nuestra experiencia saliendo de las paredes de nuestra casa.

El WD My Cloud ofrece la posibilidad de que accedamos a nuestra información por medio de internet (pero teniendo el disco conectado en casa), para ello solicita que realicemos un registro con nuestro correo y entremos a una página específica para visualizar los contenidos, así como para subir o bajar uno de nuestros archivos.

En el caso que queramos acceder desde un dispositivo móvil (sea smartphone o tablet) no será necesario un registro, ya que una vez que entremos al disco conectados a la misma red, la aplicación nos recordará el WD My Cloud al que nos conectamos permitiéndonos acceder a él aún cuando estemos en una red diferente a la de casa.

Sabemos que algunos se preguntarán que cuál es la velocidad de transferencia que nos permite el disco, así que haremos unos matices antes de mostrar los resultados que arrojó el dispositivo.

El rendimiento del WD My Cloud dependerá de las velocidades que nos permita el router, ya que éste es el puente por el que se transfieren todos los contenidos al disco. Además también influye si por ejemplo, nuestro ordenador esta conectado mediante Ethernet o WiFi al router.

Nuestra prueba se basó en este escenario: un router N y el ordenador conectado mediante su conexión WiFi. El resultado fue de 15.6 MB/s en escritura, mientras que en lectura nos mandó un rendimiento de 18 MB/s. Claro que si contamos con equipos compatibles con WiFi 802.11ac, tanto router como dispositivos, las velocidades pueden aumentar de forma considerable.