La Roku Streambar es un producto curioso: es uno más que contribuye a la consolidación de Roku en México luego de los problemas que hicieron que estuviera fuera del mercado hace algunos años, y al mismo tiempo es la incursión en un segmento poco explorado hasta ahora, pero que, solo puedo suponer, está por florecer en México.
Las barras de sonido las hay de todos los tamaños, incluso diminutas, pero Roku llevó el concepto de ultra portátil al siguiente nivel y lo fusionó con lo que mejor sabe hacer: el streaming.
Como su una Fire Stick viviera dentro de una barra de sonido
En papel, sus capacidades técnicas no son menores: la barra de sonido de Roku transmite en 4K y es compatible con HDR, aunque no con Dolby Vision. En sonido, estamos ante una barra con Dolby Atmos y un sistema estéreo con cuatro altavoces de rango completo, lo que anticipaba desde luego que no tendremos un canal dedicado para los bajos. Los sibaritas del audio lo echarán de menos, pero francamente no veo que ese sea un impedimento gigantesco para la gama en la que se mueve la Roku Streambar.
Hay que decir que si bien tiene capacidades competentes, no es una barra de sonido premium. La idea de Roku aquí ha sido compactar en un mismo dispositivo las habilidades de streaming junto con capacidades de sonido que sean superiores que la de prácticamente todas las pantallas, porque, admitámoslo, el sonido de casi todas las pantallas sin importar su gama es olvidable. Como suele suceder en dispositivos que combinan características de dos o más categorías, hay que hacer concesiones para que no nos demos de frente con un precio muy elevado.
En torno a los graves, he de decir que sí son más potentes que los de la gran mayoría de pantallas, aunque al subir el volumen por encima del 50% comencé a echar de menos un subwoofer. 50% podría sonar como un nivel bajo, pero no lo es: una de las grandes virtudes de la Roku Streambar es ese volumen que está dispuesto a llenar habitaciones de habitaciones pequeñas y medianas casi sin problema.
Por ejemplo, mi televisión principal de 65 pulgadas está a dos metros exactamente del principal asiento en sala, y en el tiempo que llevo con la Roku Streambar no me he visto en la necesidad de subir por encima del volumen 30 de 100, en donde la media ha sido de 20.
Lo que sí, es que casi desde el primer minuto he tenido que amplificar los graves. Roku tiene una opción dedicada en el menú de configuración para aumentarlos o disminuirlos, pero carece de un ecualizador, lo que me parece una oportunidad desperdiciada. Para suplir, también tiene una opción para hacer más nítidos los diálogos, recurriendo a aumentar frecuencias medias.
Hay además dos funciones de nivelación de volumen, una primera que suaviza tanto los volúmenes altos y bajos, y la función de 'Modo Nocturno', que esencialmente normaliza el sonido para que no haya picos especialmente inconvenientes durante la noche.
Una instalación de lo más sencilla
Parte del encanto de la Roku Streambar es la facilidad para colocarse. Roku, que lo sabe como virtud, enfatiza en el empaque que todo lo necesario para conectar la barra a televisión está en el empaque, y es verdad. Dentro además del dispositivo y el correspondiente control remoto, encontraremos el cable de alimentación, un HDMI para usarse en el canal que tenga la capacidad de retorno de audio en la pantalla a equiparse, y finalmente un cable de audio óptico para el caso de que la televisión no tenga un HDMI ARC. Hasta las baterías para el control están incluidas.
Menos de cinco minutos de configuración y listo, la Roku Streambar está lista para usarse.
Roku tomó una decisión extraña pero afortunada en el control: como añadido para el volumen puesto que estamos hablando de una barra de sonido, el control tiene las teclas de volumen a un costado, un lugar muy natural para colocar el pulgar mientras se sostiene el control, siempre y cuando el usuario sea diestro. No es igual de conveniente para los zurdos puesto que deberán manipular las teclas extras con el dedo índice, pero de cualquier forma siguen estando a una altura que resulta muy conveniente.
Por lo demás, el control tiene accesos directos a Netflix, HBO, Spotify y, en lo que considero personalmente una pérdida de espacio, Google Play.
El control también incorpora una función de micrófono para buscar contenido solo con la voz. En concepto suena a justo lo que necesitaba Roku, pero el problema es que todavía carece de una amplia compatibilidad con los canales. Buscando películas con voz, todos los contenidos que se arrojan como resultado provienen principalmente de Cinepolis Klic, algunos cuantos de HBO y otros canales, pero nunca hay de Netflix. El que los contenidos de Netflix no estén indexados para la búsqueda por voz le hace perder gran parte de su funcionalidad.
Si bien la Roku Streambar puede ser un segundo aire para pantallas que tienen varios años de vida, o cuyo sistema operativo sea lento o carezca de opciones, quienes estén contentos con los sistemas operativos de sus pantallas no encontrarán la misma utilidad. Incluso para los segundos, que deseen permanecer con la interfaz que ya utilizan, debido al HDMI ARC no hay necesidad de tener el control de Roku a la mano, puesto que el control de la televisión será suficiente para manipular el volumen también de la barra.
En el caso contrario, bastará con activar el modo CEC para que el control de Roku sea suficiente para los comandos de la televisión, como encender o apagar. En mi pantalla Samsung la configuración se ha hecho instantánea al momento de conectar la barra de sonido.
Hablando de compatibilidad, Roku Streambar tiene soporte para Spotify Connect y pronto tendrá para AirPlay2. Funciona también como bocina bluetooth, aunque desde luego si se trata de enviar contenido de Spotify es mucho más sencillo y de mejor calidad utilizar el protocolo Connect. Solo con estar en la misma red WiFi, la Roku Streambar deberá aparecer como dispositivo disponible para enviar desde la app.
La opinión de Xataka México
Considerando que el sonido es el elemento más fácil a olvidar cuando se trata de construir un sistema de entretenimiento en casa, la Roku Streambar llega a cubrir un nicho prometedor. No es para nadie un secreto que las pantallas tienen en el sonido un aspecto pendiente, de forma que para compensar el usuario debe adquirir por su cuenta barras de sonido que a veces rondan en el mismo precio de la pantalla. Roku Streambar no es perfecta puesto que no es una barra premium, pero Roku ha dicho que, si todo va bien, este podría ser el precedente para que veamos el mismo concepto aplicado a un hardware mucho más potente, y quizás, con 5.1 canales.
Pero los casados con otro sistema operativo, ya sea con el de su pantalla o el añadido por Android TV o con el uso de Chromecast, migrar a la plataforma de Roku puede no compensar el tener un audio competente en casa. Al menos, la relación precio-prestaciones me parece de lo más adecuada, pues la Roku Streambar tendrá en México un precio sugerido de 3,999 pesos.
Roku Streambar 4K/HD/HDR y Audio Premium, Incluye Mando a Distancia de Voz
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