Ultra larga batería, resistencia a temperaturas extremas, vibraciones y a cambios de presiones. Estas son algunas de las características con las que cuenta uno de los últimos relojes de Amazfit, el T-Rex 2, mismo que hemos estado probando durante algunas semanas.
Este dispositivo, de la misma forma que otros de la marca, tiene una relación directa con Xiaomi y al igual que los GTS 4 y GTR 4 utiliza también la app Zepp Health, donde concentra todos los datos recabados de ejercicio, salud y configuraciones del usuario.
En el caso del Amazfit T-Rex 2 cuenta con algunas especificaciones técnicas que “destacan”, en las que la marca ha puesto un énfasis especial, detallándolo como un “robusto reloj inteligente” para exteriores, que entre sus certificaciones cuenta con algunas que llegan a ser hasta de grado militar.
Características técnicas del Amazfit T-Rex 2
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Amazfit T-Rex 2 |
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Dimensiones y peso |
47.1 x 47.1 x 13.65 mm. 66.5 g con correa |
Pantalla |
AMOLED de 1.39 pulgadas Resolución 454 x 454 píxeles, 326 ppi Cobertura antihuellas Gorilla Glass 1,000 nits |
Material y Correa |
Caja de Polímero, cuatro botones Correa de silicona de 22 mm |
Conexiones y compatibilidad |
Bluetooth 5.0 BLE Zepp OS Compatible con Android y iOS |
Sensores |
Posicionamiento dual-band y 5 satélites GPS+GLONASS Bio Tracker 3.0 Acelerómetro de tres ejes Sensor geomagnético Sensor de luz ambiental |
Batería |
500 mAh, hasta 24 días en uso típico y 45 días en modo ahorro de batería, 10 en uso intensivo Carga por base magnética |
Otros |
Más de 150 modos deportivos Resistencia 10 ATM hasta 100 metros de profundidad Certificación MIL-STD 810G |
Precio |
4,399 pesos |
Amazfit T-Rex 2, el smartwatch ultra resistente y para usuarios “extremos”
El Amazfit T-Rex 2 destaca a simple vista por su diseño, mucho más grande y abultado que el resto de la línea de Amazfit, que son opciones mucho más discretas. En este caso, recuerda por momentos al Casio G-Shock, integrando además de su pantalla, cuatro botones laterales para el control, con lo que se puede tener una mejor manipulación del smartwatch.
El Amazfit T-Rex 2 también resalta por su estilo y líneas, y a pesar de parecer un dispositivo con mayores dimensiones, estas no terminan por afectar mucho en su manejo y uso, aunque eso sí, al comienzo puede resultar algo complicado o engorroso de utilizar justamente por sus medidas.
Si bien, los 66.5 gramos son un aumento respecto al Amazfit T-Rex Pro y se nota respecto a otras opciones en el mercado, si se consigue un buen ajuste de la correa se convierte en un smartwatch mucho más práctico, pues no “baila” en la muñeca. Esto ayuda bastante a sentirlo firme principalmente en situaciones donde va a estar en constante movimiento, como al momento de realizar ejercicio.
Por ejemplo, en caso de que se esté corriendo o saltando, si el Amazfit T-Rex 2 no se mueve, no incomoda, pero si está ligeramente flojo, se convertirá en un elemento “suelto” en el brazo y se sentirá más el peso. También esto impedirá realizar bien algunas mediciones, como la de oxígeno en la sangre y el nivel de estrés del usuario.
Para este modelo se mantiene el estilo circular, que utiliza una pantalla de 1.39 pulgadas con resolución 454 x 454 píxeles, lo que permite tener una buena experiencia de visión de los contenidos, independientemente del entorno de iluminación. Por otro lado, en algunas ocasiones, como al ajustar números para alarmas, el display es demasiado sensible y conviene más utilizar los botones para seleccionar de forma precisa.
Sin embargo, no termina de aprovechar el espacio disponible para la visualización de ciertos elementos, como el apartado de los textos con las notificaciones, pues una parte de la pantalla queda sin utilizarse. Algo que queda a deber es que no cuenta con una opción de accesibilidad que permita reducir o aumentar el tamaño de la fuente ni de la interfaz, desaprovechando zonas de la pantalla que quedan sin utilizar y que bien podrían ocuparse para mostrar más contenido o textos de notificaciones.
De momento todas las carátulas se encuentran únicamente en inglés, desplegando los textos en este idioma y a pesar de incluir una gran cantidad de opciones para la visualización de los datos, no funcionan como accesos directos a las funciones. Por ejemplo, si en la pantalla principal muestra la frecuencia cardiaca y calorías, haciendo clic en estas zonas, no envía a la sección con el resto de la información, cosa que sí hacen otros dispositivos de la marca.
La correa "diferente" en el Amazfit T-Rex 2
Al igual que en otras generaciones, la correa de este reloj es de goma, bastante robusta y cómoda de utilizar, sin embargo, no se puede cambiar por otra, al menos de forma oficial, pues requiere de herramientas especiales para los tornillos propietarios. Aunque no las probamos para ver su efectividad, hay algunas tiendas en línea, principalmente chinas, que ofrecen desarmadores específicos para sustituirlas.
A diferencia de modelos previos, por ejemplo el Amazfit T-Rex Pro, la correa se encuentra fija y no se puede flexionar hacia afuera para extender el reloj, por ejemplo, boca arriba en una mesa, lo que resulta incómodo, principalmente para el momento de cargarlo.
En el apartado de la protección, el Amazfit T-Rex 2 cuenta con un grado de certificación adicional, la MIL-STD 810G, con lo que justifica un poco su gran tamaño, soportando por ejemplo, desde bajas presiones por altitud, altas/bajas temperaturas, lluvia, humedad, niebla salina, arena, polvo, formación de hielo, vibraciones, congelar/descongelar, inmersión, aceleración y hasta choques, entre estos, de acuerdo con Amazfit, hasta las vibraciones generadas por armas de fuego.
En mi caso, lo probé a temperaturas entre 0° y 5°C, y en entornos de cocina, resistiendo sin problemas, así como a duchas y distintas profundidades de albercas, además de algunos golpes “accidentales”, contra paredes, esquinas de muebles o marcos de puertas sin encontrar ningún tipo de daño en ninguna situación. Amazfit detalla que lo mejor es evitar situaciones como en baños calientes o saunas, puesto que demasiado vapor puede afectar el sellado del dispositivo y hacerlo menos resistente al agua en un futuro.
La experiencia de uso del Amazfit T-Rex 2
En general, el Amazfit T-Rex 2 cuenta con un gran desempeño a lo largo del día, pues permite todo lo que un dispositivo de este tipo debe incluir, desde alarmas, notificaciones de aplicaciones, avisos de llamadas, así como el seguimiento de la actividad física.
En el tema de las alarmas, estas pueden ser “inteligentes”, con lo que el smartwatch intenta despertar al usuario en el mejor momento de acuerdo con sus patrones de sueño, lo que suele ser algunos minutos antes de la hora configurada. Aquí es importante destacar un detalle al menos molesto, y es que si por error al “sonar” la alarma se presiona un botón o un gesto que no es el correcto, la opción para apagarla desaparece y no se puede desactivar hasta que vence el tiempo para hacerlo.
En las notificaciones, en ocasiones se puede apreciar con un pequeño delay, y si tienen opción de respuesta, se integran algunos mensajes precargados, mismos que pueden ser editados para ajustarlos al gusto del dueño o hasta contestar en emojis.
Lamentablemente, en el caso de las llamadas solamente se puede ver quién llama, ponerla en silencio o colgar, pues no cuenta con micrófono y altavoz, aunque estos controles no funcionan en caso de usar, por ejemplo, la app dedicada de Altán. Por alguna razón, el reloj también muestra notificación para las llamadas salientes, aunque tampoco permite interactuar con ella.
El ejercicio y el Amazfit T-Rex 2
En el apartado del seguimiento deportivo, lo primero que se puede ver es que gracias a su sistema de doble satélite, es capaz de ubicar por GPS al usuario muchísimo más rápido que con otros dispositivos, en mi caso, haciendo comparativas con el Amazfit GTS 1 (unos 20 segundos de diferencia) y con la Mi Band 6 (más de 50 segundos de diferencia), donde el Amazfit T-Rex 2 destaca por la rapidez con que realiza el proceso, “avisando” con una alerta sonora.
Este tono aparece también cuando se termina alguna sesión de entrenamiento, detecta alguna de las actividades precargadas (que empieza a contar unos cinco minutos antes de notificarlo)o se detiene automáticamente en algún ejercicio.
No obstante a su velocidad de posicionamiento, el Amazfit T-Rex 2 tiene problemas para ubicar el dispositivo en algunas situaciones específicas, por ejemplo, al momento siguiente de haber salido de un edificio. También se pueden encontrar problemas con detecciones automáticas por error, en mi caso confundiendo ciclismo al aire libre con manejar (actividad que también se puede seleccionar).
El Amazfit T-Rex 2 también es capaz de documentar la quema de calorías en movimiento, de forma pasiva, subiendo escaleras o haciendo ejercicio, marcando también pasos y distancia recorrida.
Eso sí, este dispositivo cuenta con una gran cantidad de opciones de seguimiento de actividad (más de 150 según Amazfit), prácticamente para cualquier tipo de circunstancia, entre las que se encuentran correr (en interiores y exteriores), tipos de ciclismo, natación, actividades al aire libre, en interiores (como ejercicios de fuerza, desplegando hasta músculos utilizados), bailes, combates, deportes con balón, de agua, de invierno, así como juegos de mesa, ajedrez y hasta deportes electrónicos.
En este apartado, algo que quizá resulta complicado para algunos usuarios, es que la interfaz se bloquea de forma predeterminada durante los entrenamientos, e implica utilizar alguno de los botones laterales para poder revisar la información sobre rutas, calorías, o hasta frecuencia cardiaca.
Así como en otros modelos y desde versiones previas, el Amazfit T-Rex 2 cuenta con multitarea no solo al momento de realizar actividad física, (lo que abre la opción de por ejemplo controlar la música), sino navegar también por el resto de la interfaz del dispositivo agregando alarmas o alguna otra acción como un temporizador.
La batería deja con sentimientos encontrados, aunque con justificación
El tema de la autonomía es interesante en este dispositivo, al menos hasta la última actualización donde he revisado el Amazfit T-Rex 2, ya que la compañía detalla que de forma intensiva se puede llegar hasta los 10 días haciendo uso de seguimiento de sueño, monitoreo de estrés y análisis de sueño, con 150 notificaciones al día, midiendo oxígeno cinco veces por jornada, y hasta activando el GPS dos horas por semana.
Sin embargo, en mi día normal he obtenido mucho menos que la autonomía prometida por Amazfit, aunque en definitiva le he dado un uso más que "intensivo".
En promedio logré quedarme casi siempre con cinco días y medio, aunque esto podría estar condicionado a la forma en que tenía configurada la detección automática de ejercicios, entre los que se encontraba el caminar, además de con todos los sensores habilitados en seguimientos de cinco minutos para las pulsaciones, medición de saturación de oxígeno y de estrés, análisis de sueño y reconocimiento automático de caminata, correr y bicicleta en exteriores, además de entre 150 y 200 minutos de actividad con GPS semanales.
Para el Amazfit T-Rex 2, el sistema de carga es bastante similar a otros modelos de la marca, pues utiliza una base magnética que viene incluida en la caja, tardando unos 12 minutos en cargarse al 20%, media hora en llegar al 50% y aproximadamente una hora con 10 minutos en alcanzar el 100%.
Algunos comentarios extra sobre el Amazfit T-Rex 2
Otros detalles adicionales encontrados en el Amazfit T-Rex 2, es que en caso de estar recorriendo alguna ruta recurrente durante una sesión al aire libre, como correr, el smartwatch alerta directamente sobre cuándo es el momento de regresar, sobre todo si se trata de un circuito.
También, a pesar de no contar con micrófono, es posible invocar a Google Assistant o a Alexa, al menos en un smartphone Android a través de la app de música, si es que no se está reproduciendo ningún contenido, aunque es posible que se trate de un error de comando, ya que Amazfit no detalla este soporte de forma oficial.
Una función recientemente agregada al Amazfit T-Rex 2, es la opción de importar rutas de otra app para poder seguirlas en el dispositivo, en mi caso, haciéndolo con algunos recorridos desde Wikiloc (para bicicletas) y pudiendo visualizarlas en el smartwatch una vez agregadas a la sección correspondiente y establecer si seguirlas desde el punto inicial o final.
Un último dato a mencionar, es que cuenta con la tienda de aplicaciones de Zepp, pudiendo instalar funcionalidades adicionales, entre ellas desde mi punto de vista las más útiles, las de navegación con integración a Google Maps, aunque no siempre responden correctamente y requieren siempre tener el dispositivo activo, de lo contrario se pierde la sincronización.
El Amazfit T-Rex 2 es una opción a considerar... en algunos casos
A pesar de los problemas o detalles, que considero menores, el Amazfit T-Rex 2 me ha dejado una gran impresión por todas las capacidades que tiene, además de su resistencia, siendo una de las opciones sin duda para aquellos usuarios que desean un smartwatch que pueda soportar casi cualquier entorno y actividad.
Su precio, de 4,399 pesos, se posiciona sin duda como una alternativa “viable” para otras opciones también todoterreno mucho más caras, siempre y cuando podamos estar sin funciones como las llamadas desde el reloj.
El Amazfit T-Rex 2 se puede adquirir en RadioShack, Lumen, Mercado Libre y Amazon México, y cuenta con soporte oficial, así como garantía directamente con la compañía.
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