Motorola está en una etapa de transición. Cuando estaba en manos de Google tenía bien definidos sus objetivos, con un catálogo reducido enfocado a tres de las gamas más importantes del mercado. Ahora bajo el cobijo de Lenovo se ha visto en la necesidad de diversificar su mercado (ampliando la familia Moto G), teniendo vía libre para crear alguna que otra locura única (los Moto Z y Moto Mods).
Bajo esta premisa nace el Motorola One, un equipo que toma las bases de lo que era la Motorola de Google pero se atreve con cosas que solo habíamos visto en la Motorola de Lenovo. México es el primer país donde se vende este smartphone, y en Xataka México hemos tenido oportunidad de probarlo desde antes de su salida al mercado. Así que tras unos días usándolo como mi equipo principal, aquí el análisis a fondo del smartphone que supone inaugurar una nueva etapa en Motorola.
Especificaciones técnicas
Afortunadamente solo hay una versión de este smartphone para todo el mundo (en China se vende como Motorola P30 Play), pero aún así creo conveniente resumir en una tabla cada una de sus especificaciones, además aprovecho para mostrar el unboxing que le hicimos al smartphone justo el día que se presentó en México
Motorola One | |
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DIMENSIONES FÍSICAS | 149.9 x 72.2 x 8 milímetros |
PESO | 162 gramos |
PANTALLA | 5.9 pulgadas IPS LCD |
RESOLUCIÓN | 720 x 1520 pixeles |
PROCESADOR | Qualcomm Snapdragon 625, Octa-Core a 2.0 GHz |
RAM | 4GB |
ALMACENAMIENTO | 64GB ampliables vía microSD |
BATERÍA | 3000 mAh |
CÁMARAS | Dual 13 megapixeles + 2 megapixeles, frontal de 8 megapixeles. |
SISTEMA OPERATIVO | Android 8.1 Oreo |
CONECTIVIDAD | WiFi 802.11 a/b/g/n, Bluetooth 5.0, GPS y LTE |
PRECIO | 7,999 pesos |
Diseño, Motorola sale de su zona de comfort
Motorola siempre ha querido mantener ciertas líneas de diseño con todos sus Moto, si bien unos son de cristal, otros de metal, otros más gordos y otros más esbeltos, siempre hay uno o dos elementos que comparten entre cada generación. Pero con el Motorola One se quieren salir de ese patrón.
El smartphone viene con identidad propia, poco original, que hace sentir con cierta frescura al departamento de diseño industrial de la empresa. Hay un marco que simula acero inoxidable, cristal en la parte trasera, marcos pequeños en el frontal y un —odiado o amado— notch.
Lo que más me ha gustado del diseño es lo compacto que resulta todo el móvil. Por lo largo del cuerpo (149.9 mm.) es difícil alcanzar la parte superior de la pantalla, pero aún así su ancho (72.2 mm.) lo hace sentir muy cómodo y manejable. Por comparar tamaños, está un poco más alto que el iPhone X.
No tiene el mejor aprovechamiento del frontal si lo comparamos con otros teléfonos sin marcos y con notch (un 79.2%), pero sí está por encima de todos los equipos que ha creado Motorola en su historia. Mi queja del frontal es sobre esa barbilla inferior, entiendo que la empresa quiera hacer resurgir su marca pero, al menos para México, el clásico logo de alas de murciélago era suficiente para dejar en claro quién es el fabricante.
El marco tiene un acabado súper brillante que luce desde cualquier ángulo, el cual también es muy susceptible a rayaduras y huellas dactilares. En éste se albergan los botones físicos (todos del lado derecho), la bandeja para la SIM y microSD (en el lado izquierdo), un jack de 3.5 mm y un micrófono (en la parte superior) y un USB Type-C y el altavoz (en el lado inferior).
La unidad que me tocó probar es la de color blanco, el cual domina toda la parte trasera, mismo lugar donde está el sensor de huellas (embebido en el logo de la empresa), el logo de 'Android One' y el sistema fotográfico. Me gusta que las cámaras no sobresalgan tanto del cuerpo, aunque como en todo teléfono de última generación, podrían ser las que más se rayen tras colocarlo sobre una mesa.
La parte trasera de cristal ofrece un muy buen tacto, hace sentir el teléfono como premium. Sin embargo, el marco transmite lo contrario, rozando a lo que obtenemos con un teléfono barato. Hubiera querido una mayor sensación de robustez general en el equipo, la clásica que nos ofrecen los Moto G6 o la del Moto X4. Pero no, aquí no está.
Por cierto, no hay certificación ni resistencia al agua, pero el cristal del frontal es un Gorilla Glass de tercera generación, por lo que promete algo de resistencia ante rayones y caídas. Si queremos más protección podemos usar la funda de silicón que se incluye en la caja, viene "de regalo".
Pantalla, merecía un poco más de resolución
No negaré que cuando ví la hoja de especificaciones de este Motorola One el día de su presentación, pensé que la empresa se había equivocado al poner que su panel tenía resolución HD+, pero no. Todo era real.
Los 720 X 1520 pixeles de pulgada de resolución podrían no parecer preocupantes a simple vista, pero la cosa cambia cuando nos enteramos que su panel tiene 5.9 pulgadas de tamaño. Con algo de matemáticas llegamos a que la pantalla tiene 275 pixeles por pulgadas, una densidad que podemos considerar corta.
Y ojo, no solo se queda corta en el papel, también en la práctica. Con algo de atención se llegan a ver los pixeles, además algunos de los iconos que tiene curvas llegan a mostrar pequeñísimos (pero notables) dientes de sierra y no tenemos la mejor legibilidad de texto.
Tuve oportunidad de platicar con Motorola antes del lanzamiento en México de este smartphone, y la empresa me comentó que decidieron montar esta resolución por temas de equilibrio: imagen decente sin que haya compromisos en el consumo energético. Decisión lógica, pero que sin duda es el mayor punto en contra del equipo.
De ahí en fuera la pantalla cumple muy bien con su cometido. Por ejemplo, en exteriores el brillo automático sube a un máximo sorprendente haciendo que, aún con luz directa del sol, la pantalla sea totalmente visible. Además, los ángulos de visión son amplios.
La temperatura de color del panel es por naturaleza fría, pero podemos elegir entre tonos más cálidos o fríos, esto al gusto del usuario. Si me preguntan, yo me quedé con el modo 'Cálido' ya que los otros dos ('Neutro' y 'Frío') eran algo extremos con las tonalidades azules.
Rendimiento, la vieja confiable podría ya no ser tan confiable
Motorola no se ha querido arriesgar y ha integrado un procesador viejo conocido en este Motorola One: el Snapdragon 625, tiene unos años en el mercado, pero que ha demostrado contar con un buen equilibrio entre rendimiento y consumo energético.
Es un procesador fabricado bajo un proceso de 14 nm con ocho núcleos Cortex A53 a 2.0 GHz, una GPU Adreno 506 y una DSP Hexagon. Le hacen compañía 4GB de memoria RAM y 64GB de almacenamiento.
El conjunto de SoC, RAM, pantalla 720 y la optimización de software clásica de Motorola, hacen que este smartphone tenga buen rendimiento. Las apps se abren a buena velocidad y la multitarea funciona sin problemas. Sin embargo, por la antigüedad del chipset, algunos juegos tiene problemas al ejecutarse, e incluso unos no se pueden ni instalar.
Quise probar PUBG para ver hasta qué calidad de gráficos obtenía unos fps decentes, pero me fue imposible instalarlo (aparecía un error en el proceso de instalación). Otros juegos, por ejemplo Asphalt 9, no son ni compatibles con el equipo. Con títulos menos demandantes, como Super Mario Run o Pokémon Go no hubo ningún problema.
Para quien lo desee saber, en Antutu obtuvo un puntaje de 80691.
Batería: ninguna sorpresa
Como hemos dicho, el Snapdragon 625 es bien conocido por ofrecer un equilibrio entre rendimiento y consumo energético, y en este smartphone deberíamos de notar mucho más ése beneficio al saber que cuenta con una pantalla de contenida resolución.
Los días que lo usé el Motorola One terminó el día (iniciando la jornada a las 8am con 100% de batería) con un 40% de batería sobrante (a las 8-9pm). Intenté usar ese sobrante para sobrevivir parte del día siguiente, pero me fue imposible.
Así que la autonomía de este equipo queda en un día sin complicaciones, quizá si somos cuidadosos podríamos alargar la vida un medio día adicional, pero habrá que cuidar la conectividad LTE y el uso constante del brillo máximo o el GPS.
Lo bueno es que contamos con carga rápida. El cargador incluido puede ofrecer hasta 18W de potencia, por lo que con 15 minutos de carga se alcanza el 33% de la capacidad total, y con 30 minutos superé ligeramente el 50% de capacidad.
Aunque ya lo mencioné en el apartado de diseño, la carga se realiza por medio de un USB Type-C.
Sonido y biometría: Dolby Audio
Motorola está repitiendo la fórmula de sonido de sus Moto G6 en este Motorola One, tiene un único altavoz y jack de 3.5 milímetros para audífonos, nada sorprendente, pero está integrando la tecnología Dolby Audio para mejorar el audio en ciertas circunstancias.
Tenemos el clásico ecualizador gráfico para elegir los niveles de las frecuencias a nuestro gusto. También contamos con algo llamado 'Volumen Leveler' que su función es mantener un volumen consistente en todos los contenidos, sean apps, videos o música.
Pero lo interesante es que tenemos varios modos que podemos elegir de acuerdo a lo que estemos haciendo: viendo una película, disfrutando un juego o escuchando música. Cada uno está adaptado, ya sea para destacar la voz, para sonar lo más nítido posible o para crear ambientes "envolventes".
La mejora activando el Dolby Audio es notable (tanto en el altavoz como con audífonos), haciendo el audio más brillante y menos plano. Desgraciadamente subiendo el volumen al máximo se nota algo de saturación usando el altavoz.
Quiero tomar un par de párrafos de este análisis para hablar de la biometría. El Motorola One se limita a un sensor de huellas en la parte trasera, no hay ningún sistema de reconocimiento facial, aunque la verdad ni lo extraño.
El sensor está en una muy buena posición y su rendimiento es bueno, aunque pudo haber sido mejor en torno a rapidez y exactitud, pues hay smartphones en el mismo rango de precios que tienen sensores con mejor rendimiento.
Cámara: dos ojos que pudieron haber sido uno
La apuesta fotográfica se compone de un par de cámaras en la parte trasera, la principal es de 12 megapixeles y se acompaña de una de 2 megapixeles encargada solo de capturar información de profundidad.
Creo que la cámara está dentro del promedio, no del todo mala, pero tampoco la podemos destacar de entre otro smartphones de su rango de precios. En la mayoría de casos tiende a sobreexponer las escenas, esto debido a que no tiene la mejor luminosidad del mercado (se queda con un f/2.0).
Sin embargo, es muy seguro que con buena luz se pueda capturar fotos bastante útiles y, sobre todo, bonitas. Si pasamos a escenas complicadas podemos hacer uso del HDR, que sí, amplia el rango dinámico, pero a veces tiende a iluminar de manera muy falsa las zonas, por ejemplo:
Pero en esta clásica foto de una de las escuelas de mi localidad mejora de forma notable con el HDR, se disminuye el contraste y ganamos detalles en algunas zonas, como en el coche y su sombra.
Pero un problema que noté con el HDR es que activándolo a veces las fotos salen trepidadas. En la imagen de arriba el HDR salva ese reflejo que sobrexpone la parte superior del objeto, pero también lo desenfoca un poco.
Este es otro ejemplo de ese mismo problema al tirar con el HDR, se disminuye la sobrexposición del fondo pero algunas zonas de la foto salen con barrido que hace casi inutilizable la foto.
De noche, como es de esperar en un teléfono de este rango de precios, la cámara sufre. Hay ruido, problemas de enfoque y sobrexposición de algunos objetos, como las lamparas y puntos de luz. Aunque vamos a ser sinceros, es algo de lo que sufren muchos modelos de su categoría.
Tal como Android One lo permite, Motorola utiliza su propia app de cámara. Es decir, tendremos la misma interfaz que ya hemos visto en los Moto G6 y en el Moto Z3 Play, con un modo manual, acceso directo al flash, el HDR y el temporizador y un botón que nos abrirá los modos de captura adicionales.
El primero que nos encontramos es el clásico modo Retrato que hace uso del segundo sensor para capturar información del fondo para desenfocarlo. Las fotos en este modo puede ser útiles en situaciones puntuales, pero en la mayoría de casos hay problemas con la detección de contornos y el desenfoque luce poco natural, eso sí, podemos elegir el nivel de bokeh tanto antes como después de hacer la foto.
También tenemos otros modos que ya vimos en otros modelos de la empresa, como el 'Color directo' que dejará seleccionado un único color de la foto para pasar todo lo demás a blanco y negro, o el 'Cinematografía' para dale movimiento a una zona de la foto y así crear curiosos GIF's. Modos interesantes, pero que habrá que pensar mucho cómo sacarles provecho.
En el lado de video tenemos opción de grabar a un máximo de 30fps cuando trabajamos en resolución 4K, pero esa cifra puede aumentar al doble cuando bajamos la resolución a 1080p. Desgraciadamente no hay estabilización óptica de imagen, y la que incluye vía software es algo agresiva.
Como adiciones a la app de cámara se incluye un acceso directo a Google Lens, por si queremos reconocer algunos objetos, texto o monumentos.
Como apunte final de este apartado. Sufrí algunos problemas generales con la app cámara, cierres inesperados, lag al cambiar de modos, se tardaba en abrir una foto recién capturada y en general algo de lentitud. Ojalá y Motorola esté pensando en optimizarla, porque no es la mejor experiencia.
Software, todo es sobre las actualizaciones
Smartphone con Android en su versión stock. Ese ha sido uno de los argumentos de venta de todos los móviles de Motorola desde que llegó a manos de Google. Y se mantiene en este 2018, solo que con este Motorola One lo elevan un pasito más.
A simple vista no hay cambios en el software respecto, por ejemplo, a lo que encontramos en los Moto G6 o Moto Z3 Play. Tenemos el mismo launcher que sigue la línea de los Pixel de Google, y algunas apps propietarias de Motorola para sumar funcionalidades.
Tenemos la pantalla Moto, los gestos para encender la cámara y la linterna, y algunos widgets para las pantallas de inicio. De ahí en fuera estamos ante una versión bastante limpia y sin apps que hagan bulto, de hecho recién salido de la caja no hay dos aplicaciones que se usen para lo mismo.
Sé que se preguntarán, entonces ¿cuál es el aporte de Android One? pues dicho aporte por el momento es invisible, ya que se basa en las actualizaciones. Motorola promete que será el primero en recibir Android 9.0 Pie, y que además es seguro que reciba la próxima versión de Android: "Q".
A estas dos actualizaciones de SO completas habrá que sumar tres años de actualizaciones de seguridad, para mantener al día al móvil ante posible ataques vía software que podrían comprometer la información del usuario.
Más allá de lo que recibimos, o recibiremos en un futuro, el software de este Motorola One está muy bien optimizado, algo que ya no nos extraña de una empresa como Motorola. Además no se han olvidado de ponerle algo que es bastante útil para muchos en México: radio FM.
La opinión de Xataka México
Después de haber probado el Motorola One me queda en claro por qué la empresa ha decidido crear una nueva línea para trabajar con nuevos diseños y en asociación con Google, y no tocar a sus famosos Moto G, Moto E o Moto X: está experimentando.
Agradezco que Motorola se esté atreviendo con una nueva línea de diseño, un mejor aprovechamiento del frontal y con nuevos materiales. Además, la experiencia de Android puro en este equipo sigue siendo uno de los mayores argumentos de venta, a lo cual hay que sumar la promesa de actualizaciones rápidas y aseguradas.
Pero no puedo pasar de largo las fallas, por ejemplo, esa pantalla con resolución HD+ es la más notable de todas, aunque también hay que sumar su cámara inconsistente y el rendimiento que, por usar un chip de hace años, se empieza a sentir algo corto.
Al final el Motorola One queda como un experimento. Un experimento que con un precio de 7,999 pesos le será muy difícil destacar en el competido mercado. Esperemos que la empresa mejore con una segunda versión. Si es que la hay.
8.4
A favor
- Compacto y con buen aprovechamiento del frontal.
- Batería que no da problemas para cubrir una jornada y quizá un poco más.
- Android en su versión stock sigue siendo el mejor argumento de venta de Motorola, y ahora hay que sumar las prometidas actualizaciones.
En contra
- Resolución de la pantalla se queda corta para el rango de precio donde compite.
- En rendimiento se empieza a notar algo comprometido, los fabricantes ya deberían empezar a jubilar a este chip o no incluirlo en equipos de este precio.
- Cámara inconsistente.
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