Moto Z2 Play, análisis: esta es la mejor secuela que ha hecho Motorola

Rodrigo Garrido

Director

Mi pasión por la ciencia y tecnología me ha llevado a un modo donde los ceros y unos se han vuelto parte de mi vida, y además me han permitido ser Director por más de diez años de la exitosa versión local de Xataka para México y LATAM. Iba a ser rockstar, pero me lastimé la rodilla. LinkedIn

Desde hace meses empezamos a ver las nuevas generaciones de teléfonos de Motorola en México, primero el Moto G, después el Moto E y ahora toca el turno de conocer a detalle qué es lo que nos ofrece el Moto Z2 Play.

El año pasado el Moto Z Play fue uno de los mejores dispositivos que presentaba la compañía, y no porque tuviera la gran cámara, pantalla o rendimiento, sino porque se mantuvo como una de las apuestas más equilibradas en torno a relación calidad-precio, con el plus de los Moto Mods, claro.

Esta segunda generación es mejor en —casi— todos los aspectos, ¿es la mejor secuela que ha creado Motorola a la fecha?, creemos que sí, y en este análisis a fondo lo demostramos.

Especificaciones técnicas

Antes de ir detallando cada uno de sus apartados, aquí una tabla en la que tratamos de resumir la mayoría de especificaciones del teléfono: sus dimensiones, hardware, cámara, conectividad y, por supuesto, precio.

Moto Z2 Play

DIMENSIONES FÍSICAS

156.2 x 76.2 x 6 milímetros

PESO

145 gramos

PANTALLA

5.5 pulgadas superAMOLED

RESOLUCIÓN

1920 x 1080 pixeles

PROCESADOR

Qualcomm Snapdragon 626, Octa-Core a 2.2 GHz

RAM

4GB

ALMACENAMIENTO

64GB ampliables vía microSD

BATERÍA

3000 mAh

CÁMARAS

12 megapixeles con enfoque láser + frontal de 5 megapixeles.

SISTEMA OPERATIVO

Android 7.1.1

CONECTIVIDAD

WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, GPS y LTE

PRECIO

10,999 pesos.

Comparando las especificaciones con las de su antecesor vemos que no hay un incremento importante en cifras, quizá el salto más notable está en su almacenamiento. Esto no es necesariamente malo, el Moto Z Play ya era un equipo bastante bien equilibrado, y éste, su sucesor, pretende ser mejor.

Diseño: más ligero, delgado y robusto

El diseño del equipo es una combinación de lo que fueron los dispositivos de gama alta y media-alta de Motorola de 2016 con lo que está siendo su lenguaje de diseño en este 2017.

Si nos ponemos a comprarlo con su antecesor el mayor cambio está en sus materiales de fabricación. Aquí ya no hay una tapa trasera de cristal, ahora hay metal con un diseño incluso más limpio que el Moto Z, y por consiguiente más atractivo a la vista.

El aspecto que más me gustó fue la forma en la que han "escondido" las bandas de conectividad, en vez de incorporar dos secciones con algo de simetría en la parte superior e inferior, le han colocado una tira de plástico alrededor de la parte trasera. Una solución, a mi consideración, elegante y bastante estética.

Eso sí, la parte trasera mantiene dos características de los modelos del año pasado, una es la protuberancia de la cámara, que es tan notable como la del Moto Z, y la otra son los conectores para Moto Mods. Recordemos que esta generación sigue siendo compatible con todos los módulos que lanzó Motorola el año pasado.

Haciendo un repaso rápido:

  • En el lateral derecho están sus tres botones físicos, un poco pequeños para mi gusto pero en una buena posición y con el de "Encendido/Suspensión" bien diferenciado.
  • La parte inferior alberga el conector USB Type y el puerto para audífonos. Sí, el clásico conector no se va —aún— de este modelo.
  • La parte superior tiene la bandeja para la SIM y la microSD, y un micrófono.

  • En el frontal está su pantalla, sensores, cámara (con flash LED) y el lector de huellas. Este último toma prestado el nuevo diseño que se estrenó en el Moto G5, mucho mejor integrado con el diseño general.

  • ¿Y el altavoz? Está en el frontal, justo donde tenemos el auricular para las llamadas, una buena posición porque es imposible que, por ejemplo, al ver videos lo tapemos con los dedos.
Es casi tan delgado como el Moto Z, pero no le dice adiós al puerto para audífonos.

En general el diseño del móvil es bueno, más ligero y ofreciendo cierta robustez tanto a la vista como en la mano. No puedo negar que es un teléfono grande y difícil de manejar con una sola mano, esto debido a sus "enormes" marcos, lo bueno es que la gama media-alta aún no se suma a la tendencia de eliminarlos.

Muy aparte hay que reconocer el buen trabajo de Motorola en torno al grosor: apenas es más grueso que el Moto Z original, pero es más delgado que el Moto Z Play original. Ya lo dije arriba, pero lo vuelvo a repetir: un acierto es que mantiene el puerto para audífonos.

En torno a su resistencia, si se nos cae algún líquido o sacamos el móvil en plena lluvia, al parecer no habrá problemas. No tiene una certificación IP como tal, pero cuenta con un recubrimiento que lo hace resiste a las salpicaduras. Un plus.

Pantalla: la espectacularidad de los AMOLED vuelve a hacer su trabajo

Como Motorola tuvo que mantener el diseño y "forma" de sus equipos para que siguieran siendo compatibles con los Moto Mods, también se ha limitado a mantener el tamaño de la pantalla de los Moto Z, este Moto Z2 Play incluido.

Nos encontramos con un panel super AMOLED con 5.5 pulgadas, una resolución de 1920 x 1080 pixeles y, en general, un rendimiento equilibrado. Ofrece una buena calidad de visualización, un bajo consumo energético y puede enamorar a algunos con esa clásica saturación de colores.

En torno al brillo sentí que se quedaba ligeramente por debajo de un teléfono de su gama, ya que era un poco difícil la visualización bajo el sol. No puedo catalogar este apartado como malo, pero hay pantallas con un mayor brillo en equipos de mejor precio, como el del Moto G5 Plus. Sé que son tecnologías de panel diferentes, solo quiero que quede claro que pudo ser mejor.

La clásica saturación de colores del panel AMOLED enamorará a más de uno.

En lo que respecta a la representación de color, ofrece lo de un panel AMOLED promedio, colores saturados que impresionan y negros increíblemente profundos, de hecho tiene un contraste infinito.

Si no queremos esas tonalidades exageradas, podemos ajustar al Modo de color 'Estándar' para así bajar la saturación general del panel. En mi caso me quedo con el modo 'Brillante', la verdad esos colores vibrantes se disfrutan.

El cristal que protege el panel es un Gorilla Glass de Corning, en concreto uno de tercera generación. Protege bien el móvil. En el tiempo que lo utilicé, no noté ningún arañazo ni rayón.

Rendimiento: sin ser el mejor hardware, sobresale

Así como hay una pequeña evolución en el diseño respecto a su antecesor, también lo hay en su hardware, aunque el salto no es tan grande como se esperaría. En concreto ahora encontramos un SoC Snapdragon 626 de ocho núcleos a 2.2 GHz, una GPU Adreno 506 y 4GB de memoria RAM.

Con este hardware el teléfono va fluido en todos los sentidos: muy bien en juegos, bien al ejecutar todo tipo de aplicaciones y bien en la multitarea. Para que tengan una referencia, en el día a día noté su rendimiento similar al de un gama alta de 2016. La verdad, eso habla muy bien del equipo.

Los benchmarks nos dan una clara referencia de cómo se posiciona frente a su antecesor. El Moto Z Play ya se movía bastante fluido, este va un poco mejor:

Un gran paso adelante, el cual fácilmente lo pone a la altura de cualquier modelo de gama alta, es el aumento en el almacenamiento interno. Ahora de serie cuenta con 64GB, de los cuales el sistema operativo ocupa poco menos de 10GB. En caso de que queramos un mayor almacenamiento, podemos ampliarlo con tarjetas microSD de hasta 256GB.

No tiene una mala autonomía, solo que las cifras reales de vida están abajo de lo que ofrecía su antecesor.

Los modelos Play de Motorola siempre han destacado en el apartado de autonomía. De hecho en el Moto Z Play era una de las características con la que podía diferenciarse de sus competidores, y no solo por la capacidad de su batería, sino por las horas reales de autonomía que ofrecía.

Desgraciadamente esto no se repite en esta segunda generación. Pero vamos a ser claros, no tiene una mala autonomía, solo que las cifras reales de vida están debajo de lo que ofrecía su antecesor. Al haber hecho más delgado el cuerpo, la capacidad de la batería disminuyó su capacidad. Bajó hasta los 3000 mAh.

Como hemos dicho, la autonomía es menor, pero aún así, comparada con la del resto de móviles del mercado, es bastante respetable: pude finalizar el día con más del 35%, eso fue usando el móvil como mi teléfono principal, haciendo llamadas, correo, mensajería y algunas fotos.

Sin embargo, si somos más cuidadosos, usamos "menos" el móvil, cuidamos el brillo y la conectividad, podemos alargar la vida de la batería por hasta dos días. En mi caso lo logré durante los fines de semana.

Por fortuna Motorola tiene un as bajo la manga, el cual, ojo, solo aplica para quien compre el equipo en México: se incluye un Moto Mod de batería "de regalo". Si le montamos esta batería ganamos un día completo de autonomía.

Del apartado del sonido, además de gozar de una buena posición del altavoz principal, hay que volver a agradecer la incorporación de un jack de 3.5 milímetros para audífonos, aún cuando el grosor es mínimo.

La calidad del sonido del altavoz destaca, pero solo un poco, ya que sufre de lo mismo que la mayoría de teléfonos: le da una mayor prioridad a las frecuencias medias. El sonido que sale por el jack de 3.5 milímetros, se queda dentro de la media.

El sensor de huellas dáctilares funciona realmente bien. Detecta —casi— sin errores nuestro dedo, además el desbloqueo es inmediato. Es decir, es un sensor a la altura de un smartphone de 2017.

Cámara: menos megapixeles, pero sin sorpresas

Motorola se está sumando a la tendencia de incluir sensores de menos megapixeles, con pixeles más grandes y una apertura mucho mayor. En este móvil tenemos una cámara de 12 megapixeles, con pixeles de 1.4 micras, apertura f/1.7 y un sistema de autoenfoque láser con detección de fase.

Todo esto se traduce en una cámara buena para la mayoría de situaciones, tanto a nivel de detalle como en la representación de color, aunque tampoco estamos ante un teléfono de gama alta y comparando los resultados, por ejemplo, con un Galaxy S8, el Z2 Play se queda algo atrás.

En situaciones complicadas las fotos pueden salir un poco sobreexpuestas, pero activando el modo HDR salvamos las capturas. El enfoque funciona, a mi parecer, bastante bien, la distancia a la que nos podemos acercar es muy buena, permitiendo hacer macros interesantes.

Sin más, aquí algunas muestras de la cámara:

En situaciones de poca luz el sensor muestra debilidades, hay algo de ruido en las fotos y tenemos que sostener con firmeza el móvil para las tomas no salgan trepidadas. No es una mala cámara de noche, pero tampoco destaca.

La aplicación de cámara es una de mis preferidas. Está muy bien diseñada si lo que queremos es apuntar y disparar. Aunque si queremos ponernos más profesionales, podemos activar el modo manual para elegir muchos parámetros a nuestro gusto. También tenemos un modo de fotos panorámicas.

Para los selfies contamos con una cámara de cinco megapixeles, la calidad está dentro de la media, y para ayudar en las escenas de noche contamos con un flash LED, aunque en las pruebas que hice en vez de mejorar ha empeorado las fotos. Los amantes de las selfies agradecerán que usando esta cámara secundaría también podemos activar un modo manual, e incluso un modo HDR.

En torno a video podemos grabar hasta una resolución máxima de 4K a 30fps, si bajamos a 1080p podemos grabar a 60fps y también contamos con un modo en cámara lenta a 120 cuadros por segundo pero que disminuye su resolución hasta 720p. Buena calidad a nivel general, pero se extraña un estabilizador de imagen, principalmente cuando estamos grabando y nos movemos rápido.

Software, otra vez, Android puro

Android puro. Esa, una vez más, es la mejor forma de definir el software de este Moto Z2 Play. Si quieren que lo explique de manera más simple: tenemos un aspecto como el de los teléfonos de Google, principalmente el Pixel.

La versión específica que monta es la 7.1.1 Nougat. Cuenta con las clásicas funciones, como la multiventanas, el cajón accesible con un swipe a la parte superior y, en algunas aplicaciones compatibles, accesos directos a funciones si mantenemos presionado sobre su icono.

Software sin novedades, pero con la esperanza de recibir Android O.

El añadido que le pone Motorola, es la aplicación Moto, desde la que controlamos la Pantalla Moto: que muestra el reloj y notificaciones sin encender toda la pantalla; y los Gestos Moto: para encender la linterna o la cámara, silenciar una llamada, disminuir el tamaño de la pantalla y la navegación con un botón.

Esto último, la navegación con un botón, es algo útil para el que no quiera contar con los botones de Android en pantalla. Podemos activarla para que, por medio de gestos, controlemos toda la interfaz del sistema desde el sensor de huellas.

Motorola no ha soltado palabras sobre la actualización de este equipo a futuras versiones de Android, pero al conocer la gama donde compite, es casi seguro que Android O llegue al dispositivo. Lo malo es que no sabemos si sucederá tan pronto se lance.

La opinión de Xataka México

Al principio de este análisis planteé una pregunta ¿este Moto Z2 Play es una de las mejores secuelas que ha hecho Motorola? La respuesta se las adelanté en el título: lo es.

El Moto Z2 Play no tiene un diseño revolucionario, no cuenta con la mejor pantalla, no integra el hardware más potente, y su cámara no es perfecta. Sin embargo, juntando todas sus características y viendo a detalle su diseño, hay pocos móviles que se le comparen —ojo, hablo de móviles que se vendan de manera oficial en México—. Como conjunto, es un teléfono muy bueno.

Como conjunto, es un teléfono muy bueno.

Respecto a su antecesor, es mejor en todo, menos en la autonomía. Hubiéramos querido que se mantuviera esa capacidad de aguantar dos días, pero al recibir un diseño mucho más esbelto hubo que hacer un sacrificio. Aquí dejamos el debate sobre la mesa: ¿teléfonos más delgados o con mayor autonomía?.

Su precio aumentó respecto a la generación anterior, algo que ya no nos sorprende en estos días, pero aún así se logra mantener con una buena relación costo-beneficio. A, y por cierto, tenemos el plus de ser compatible con la plataforma Moto Mods, en caso de que queramos, por ejemplo, aumentar su batería.

Puedo irme por un camino fácil y, por su precio, comparar el Moto Z2 Play con un OnePlus 5 o un Mi 6 con mejores cámaras y hardware más potente, desgraciadamente ellos cargan con el pecado de no venderse de manera oficial en México.

El Moto Z2 Play es una de las opciones más equilibradas disponibles en nuestro país, tanto por hardware, cámara, software y autonomía.

También podemos compararlo con un gama alta de 2016, que lo acepto, siguen siendo buenas opciones, no obstante, estaríamos comprando un móvil con un año de antigüedad, y eso en el mundo de Android se paga con "menos actualizaciones" oficiales. Como he dicho, a día de hoy, el Moto Z2 Play es una de las opciones más equilibradas disponible en nuestro país, tanto por hardware, cámara, software y autonomía.

8.8

Diseño 9.0
Pantalla 8.75
Rendimiento 8.75
Cámara 8.5
Software 9.0
Autonomía 9.0

A favor

  • Diseño delgado, metálico y robusto.
  • Rendimiento sin compromisos.
  • Android puro, lo más cercano a tener un Pixel.
  • El ser compatible con los Moto Mods, y que incluya una batería "de regalo", es un plus.

En contra

  • Un panel AMOLED un poco corto en resolución, son 5.5 pulgadas de tamaño.
  • La cámara sigue sin sobresalir.
  • Tenemos una autonomía superior a la de la media del mercado, pero no es tan buena como la del Moto Z Play original.

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