Moto G6, análisis: todo es sobre el legado

Este año Motorola está vendiendo tres modelos de su famosa línea Moto G. Tuve oportunidad de probar el Moto G6 Play hace algunas semanas, así que toca de subir un escalón y usar por unas más el Moto G6.

El smartphone homólogo de esta familía viene con un montón de novedades respecto a lo que hemos visto en años anteriores: nuevo diseño adaptado a las tendencias de 2018, materiales con los que rasguña a la gama alta y, por fin, un salto tanto en hardware interno como en cámaras.

Aquí mi análisis tras usar el Moto G6 por unos días.

Especifiaciones técnicas

Como son tres los modelos de la línea Moto G6 que se venden en México, creo conveniente resumir en una lista las especificaciones del que he probado. Aquí todas sus características técnicas:

	Moto G6
Pantalla	IPS LCD de 5.7 pulgadas con resolución Full HD+ y formato de imagen 18:9 Max Vision
Procesador	Snapdragon 450
RAM	3 GB
Almacenamiento	32 GB, expandible hasta 128 GB vía microSD
Cámaras	Trasera dual de 12 megapixeles + 5 megapixeles con apertura f/1.8 y autoenfoque por detección de fase; frontal de 8 megapixeles con flash LED
Batería	3,000 con carga Turbo Power por USB Type-C
Otros	Cuerpo de cristal, sensor de huellas delantero y detección de rostro
Precio	5,999 pesos

Aquí un unboxing del teléfono:

Diseño

Hemos visto como Motorola trata de adaptarse a las tendencias año con año. La familia Moto G5 recibió, por primera vez, un cuerpo fabricado en metal, por lo que el paso en este 2018 era al cristal. Esto le ha sido sencillo a la empresa, pues con el Moto X4 ya había experimentado con estos materiales.

De hecho el Moto G6 hereda gran parte de las líneas de diseño del Moto X4, una trasera de cristal con un par de curvas en sus laterales, un marco de metal y una doble cámara dentro de un círculo que a su vez tiene un pequeño patrón en toda su circunferencia.

Con estos nuevos materiales y líneas de diseño puedo confirmar que el Moto G6 es el Moto G con sensación más premium que he probado. Es sólido, agradable al tacto y con una interesante atención al detalle.

Desgraciadamente la sensación premium se acompaña de: uno, que se sienta mucho más resbaladizo; dos: que se ensucie con muchísima más facilidad. Afortunadamente Motorola pensó en ambos problemas e incluye una funda de silicón junto al equipo.

¿Lo malo? es un teléfono bonito, y ponerle una funda escondería ese atractivo cristal y los reflejos que produce cuando la luz incide en ciertas zonas. Al menos, yo no se le puse la funda en los días que lo utilicé, pero la opción está ahí y es gratuita.

La pantalla de este modelo crece de forma considerable respecto al modelo del año pasado, sin embargo, su cuerpo se mantiene en unos comedidos 153,8 x 72,3 milímetros. Eso ha sido posible con gracias a la disminución de los marcos, permitiendo que el frontal ahora sea 75.4% de pantalla.

Pese a que se está aprovechando mejor el frontal, es imposible manejar el móvil con una sola mano, así que, o usamos ambas manos o nos disponemos a hacer malabares para llegar a las esquinas de la pantalla, con el riesgo de que el teléfono se nos caiga de la mano.

Hagamos un rápido repaso por cómo están acomodados todos los elementos en el Moto G6: la trasera alberga el sistema fotográfico, en una sección que sobresale ligramente del cuerpo; la parte superior cuenta con la bandeja para la SIM/microSD y con un micrófono; el lateral izquierdo hospeda los únicos tres botones físicos; y en la parte inferior encontramos un jack de 3.5 mm y POR FIN un puerto USB Type-C.

En el frontal, además del panel, encontramos un sensor de huellas que disminuyó de forma considerable sus dimensiones. Sigue ofreciendo un rendimiento adecuado, aunque para mi gusto es un poco mas lento, por ejemplo, que algunos teléfonos de Huawei y Xiaomi dentro del mismo rango de precios.

Pantalla

La pantalla de este Moto G6 crece de forma considerable respecto a generaciones anteriores, además adopta el formato 18:9 para así mostrar mayor contenido de forma vertical. El panel utilizado es un LCD de 5.7 pulgadas con resolución de 2160 x 1080 pixeles y 424 ppi.

Puedo asegurar que la pantalla cumple muy bien con su cometido, cuenta con una buena nitidez, reproducción de color, ángulos de visión y respuesta táctil. No es el panel más brillante del mercado, pero colocando el slider de brillo al máximo podemos visualizar contenidos incluso bajo la luz del sol.

Como lo vimos con modelos anteriores, Motorola ha integrado algunos ajustes en la configuración. Por ejemplo: podemos elegir entre dos modos de color, uno estándar y otro ligeramente saturado, y podemos elegir la temperatura, entre cálida, neutra o fría.

Rendimiento

Los Moto G se han caracterizado por algo, ofrecer un rendimiento sin compromisos útil para tareas básica y un poco más. Esta sexta generación vuelve a cumplir con ello.

Aunque en el papel suene que está un poco más abajo que la competencia, principalmente por ese Snapdragon 450 que, no negaré, espanta a muchos, en el día a día ha estado a la altura de su legado. No hay lag, las apps se lanzan con soltura y la multitarea (tanto el cambio entre apps como la pantalla dividida) en ningún momento me dejó colgado.

Con juegos, aprovechando la popularidad de PUBG en Android, me lo he instalado y funcionó sin problemas y sin ralentizaciones. Sé que no es el juego más exigente, y que incluso tiene opciones para mejorar el rendimiento a costa de peores gráficos, pero podría servir de referencia para quien busque el smartphones para jugar.

Por si quieren el dato, ejecutando AnTuTu obtuve un puntaje de 69220, el cual se queda ligeramente abajo de otros móviles con Snapdragon 625, el chip con el que puede competir de manera directa.

Sobre el almacenamiento. Tenemos 32GB de base, de los cuales nos quedarán libres poco más de 25GB. Si esa cantidad se nos hace poca, tenemos opción de ampliarla con tarjetas microSD de hasta 256GB.

Motorola también aprovechó el hardware de este modelo para montarle un sistema de reconocimiento facial. Lo tenemos como opción, pero la poca potencia del chipset hace que la autenticación sea lenta y poco certera. Lo podemos tener activado, para cuando quiera reconocernos, pero en los días que estuve usando el móvil, casi siempre tiré del sensor de huellas.

Autonomía y sonido

La autonomía de este Moto G6 es bastante promedio. Son 3,000 mAh metidos dentro de su cuerpo, los cuales me han permitido terminar la jornada con un 35% aproximadamente. De hecho, confío en que un usuario un poco más cuidadoso, pueda llegar a usarlo por día y medio sin complicaciones.

Por fin los Moto G obtienen un conector USB Type-C. Motorola se había tardado en implementar este conector, de hecho lo tuvieron que haber integrado desde la generación anterior, pero bueno, aquí lo tenemos y nos permite sacarle partido a la tecnología de carga rápida que la empresa llama Turbopower.

No es la carga rápida más rápida del mercado (valga la redundancia), ya que en quince minutos de carga pude almacenar poco menos del 30%, cuando en otros smartphones he podido alcanzar casi 35% en el mismo periodo de tiempo. Sin embargo, tampoco puedo ser tan exigente, ya que el Moto G6 compite en la gama media. El cargador que incluye es de 15W.

Interesante es el apartado de sonido, ya que como lo vimos con su hermano menor, tenemos soporte para Dolby Audio que, estando activado, mejora de forma notable la calidad de audio que obtenemos con el altavoz. Además, en configuración tenemos un completo ecualizador gráfico y una serie de perfiles diseñados para diferentes situaciones, como ver películas, disfrutar juegos o escuchar música.

Cámara

Motorola ya experimentó con la doble cámara en la gama media, pero no lo hizo con el modelo principal de la línea Moto G5, sino con una variante que cambiaba considerablemente en diseño y de hardware.

Pero este 2018 la empresa por fin está trayendo dicha característica a su modelo homólogo, en concreto le ha montado un sensor de 12 megapixeles que se acompaña de uno de 5 megapixeles encargado de medir profundidad para las fotos en modo retrato.

Pero no me quiero enfrascar en detallar las especificaciones de los sensores, así que paso a mostrar algunas fotos que pude capturar con el smartphone los días que lo utilice:

Como viene siendo habitual en un teléfono de 2018, de gama media para arriba, podemos capturar fotos de gran calidad cuando hay luz suficiente. El nivel de detalle en escenas con mucha información es interesante (pese a tener un sensor de no tan alta resolución), además obtenemos una buena reproducción de color y el rango dinámico (en escenas contrastadas) es bueno, aunque recomiendo mejor usar del HDR en estos casos.

Cuando la luz empieza a ser escasa, por ejemplo, de noche o en interiores, se empieza a notar el ruido. Desgraciadamente, los que tengan pulso de maraquero (como su servidor) sufrirán con la trepidación de las fotos en esta situación.

Ya lo vimos con el Moto G6 Play, la app de cámara ha recibido un rediseño añadiendo nuevos botones para cambiar a diferentes modos de fotografía y de video. De hecho, en esa sección de modos tenemos el feature más interesante de esta cámara: el modo 'Retrato'.

Dicho modo se diferencia en poco de lo que conseguimos con otros teléfonos, una foto de un objeto o sujeto con un fondo desenfocado, simulando el bokeh que conseguimos con una cámara tradicional.

La primera mejora que noté, a diferencia de los intentos en la gama media y media alta de sus teléfonos de 2017, es que ahora la captura se realiza de forma más fluida y sin tropezones.

Sin embargo, la selección del contorno puede presentar algunos errores. Aunque la experiencia general mejora cuando tenemos suficiente luz y cuando el sujeto está lo suficientemente separado del fondo, ayudando así al software y al sensor secundario a detectar la profundidad.

También contamos con otros modos, como el 'Recorte', que nos permite cortar un sujeto u objeto y cambiarle el fondo. Otro es el 'Color directo', con el que seleccionamos un color de lo que esté capturando la cámara, y la toma solo mantendrá ese color en toda la escena. También hay un modo 'Panorámica' y 'Filtros faciales' al estilo Snapchat.

Más interesante es la integración de un botón, directo en la interfaz de la app, para Google Lens, un servicio de Google que se alimenta de la inteligencia artificial de Assistant para reconocer objetos y mostrarnos información relacionada a ellos.

El modo video desgraciadamente, por limitantes del hardware, se queda con una grabación máxima a 1080p de resolución a 60 cuadros por segundo. Aquí el mismo caso que con las fotos, mejor si grabamos cuando hay suficiente luz, así no tenemos que preocuparnos por el ruido de las escenas.

Software

Un año más, una generación más y, otra vez, nos volvemos a preocupar menos por el software. Motorola sabe que el vender sus Moto G con Android puro fue un game changer para el mercado de smartphones, así que no tiene caso cambiar de estrategia con esta sexta generación.

Android con un launcher muy similar al de los Pixel y algunos añadidos que suman funcionalidades adicionales a lo que ya ofrece Google con una de las últimas versiones de su sistema operativo.

De todos los añadidos yo me quedo con las 'Acciones Moto', gestos con los que podemos realizar acciones de una forma más sencilla, como encender la linterna, abrir la cámara o silenciar las llamadas y notificaciones.

Motorola además repite lo que estrenó en los Moto G5: la 'Navegación con un botón'. Si la activamos desaparecerán los botones de navegación de la pantalla para que controlemos la interfaz por medio de gestos en el sensor de huellas. Les traté de dar oportunidad, pero terminé volviendo a los clásicos botones de Android unos días después.

La 'Pantalla Moto' es otro añadido clásico de estos equipos: cuando el teléfono está suspendido nos muestra algo de información sin "encender" toda la pantalla. Aunque por la naturaleza del panel (de tipo LCD) tiene que encender toda la retroiluminación, consumiendo más energía que, por ejemplo, un panel AMOLED (como el del Moto Z3 Play).

Después de probar un montón de equipos de Xiaomi, Huawei e incluso de Samsung, empiezo a echar de menos una funcionalidad en estos Moto G6: la duplicación nativa de apps, dificultando tener, por ejemplo, dos WhatsApp o dos cuentas de Facebook.

No me quiero adelantar a decir que Motorola actualizará este Moto G6 a Android P, pero es casi seguro que dentro de una semanas la empresa lo confirme. Aunque desconozco cuánto tardará en hacerlo y, es más, si será la única actualización (de una versión completa de Android) que reciba a lo largo de su vida útil. Eso sí, en el tiempo que lo utilicé recibí un par de actualizaciones de seguridad.

La opinión de Xataka México

En 2013 la línea Moto G vino a poner patas pa'arriba el mercado de smartphones estableciendo las reglas de cómo debía de ser un equipo de gama media. Una estrategia que les funcionó, y quedó demostrado tras poner unas 70 millones de unidades en todo el mundo.

Pero cinco años/generaciones después el mercado ha cambiado, la competencia en la gama media es más agresiva y un montón de empresas chinas viene pisando fuerte con la ideología de vender equipos con buenas especificaciones a precios reducidos.

¿Qué es lo que la queda a Motorola? su legado. Para mi el Moto G6 mantiene la esencia de los Moto G de generaciones anteriores, pero adaptándose a las tendencias que dicta el mercado en 2018: cuerpo de cristal, doble cámara y pantalla 18:9 con marcos pequeños.

Es un smartphone que como conjunto funciona excelente. Tomando en cuenta la gama donde compite, no tengo queja ni de su diseño, rendimiento, cámara, pantalla, ni de software. La experiencia que ofrece el Moto G6 es redonda. Pero cuando nos vamos a mirar el precio la situación se complico, y más sabiendo que hay unos recién llegados que están molestando por la mayoría de frentes.

Los fanáticos de los Moto G recibirán la actualización que están esperando desde hace una o dos generaciones, aunque a estas alturas quizá no sea suficiente.