Moto G4 Plus, análisis

No podemos negarlo, actualmente la línea Moto G es la más representativa dentro del catálogo de Motorola. Claro que no es para menos cuando estamos hablando de smartphones que, desde la primera generación, han venido a definir con exactitud la gama media dentro del mercado Android.

Hace unos días fue presentada la cuarta generación de estos móviles, y para nuestra sorpresa ésta se compone de un trío de modelos que segmentan la línea ofreciendo opciones para diferentes tipos de usuarios. El primero que ha pasado por nuestras manos es el hermano mayor; aquí nuestro análisis a fondo del Moto G4 Plus.

Especificaciones técnicas

Cabe recordar que la familia Moto G4 se divide en tres modelos. Todos comparten las mismas líneas de diseño, pero cambian en especificaciones técnicas y funcionalidades. El modelo analizado, Moto G4 Plus, tiene las mismas características del Moto G4, pero gana un mejor apartado fotográfico y un sensor de huellas dactilares. Aquí una tabla completa con sus especificaciones:

	Moto G4 Plus
Dimensiones físicas	153 x 76.6 x 9.8 milímetros
Peso	155 gramos
Pantalla	IPS LCD de 5.5 pulgadas
Resolución	1920 x 1080 pixeles, 401 ppi
Procesador	Qualcomm Snapdragon 617 Octa-Core (4 a 1.5 GHz + 4 a 1.2 GHz)
RAM	2GB
Almacenamiento	32GB
Batería	3000 mAh
Cámaras	16 megapixeles (PDAF y enfoque por láser) + frontal de 5 megapixeles
Sistema operativo	Android 6.0.1, Marshmallow
Precio	5,599 pesos

Si comparamos las especificaciones de este modelo con el del año pasado vemos cambios en la mayoría de apartados: pantalla, resolución, SoC, cámara, batería y más. Aunque si nos reservamos a compararlo la edición Turbo —que hace poco analizamos— las diferencias se reducen significativamente. En conclusión, podemos decir que existe una clara evolución entre las generación 2015 y 2016.

Diseño

Este año estamos recibiendo el Moto G con mayores cambios en su diseño. Mantiene el característico marco de la generación anterior, pero crece en tamaño, cambia la textura de la tapa trasera, el conjunto de sistema fotográfico, y por fin es mucho más esbelto. En general hay muchos cambios.

Pese a mantener un marco con el que se une la tapa trasera y delantera, éste cambia sus líneas de diseño siendo más redondo y por consiguiente, agradable al tacto. En este marco se albergan los únicos tres botones físicos: el de encendido/apagado y los dos para el control de volumen; su posición es adecuada, pero para nuestro gusto son muy delgados.

La parte trasera es la que sufre mayores cambios. El más notable es que por fin Motorola se olvida de la curva, adoptando un diseño totalmente recto que beneficia al grosor total del cuerpo. En concreto tenemos un grosor de 7.9 milímetros; es el Moto G más delgado creado hasta la fecha.

La tapa trasera tiene una nueva textura, que es más agradable al tacto y le da un toque de robustez y elegancia al terminal. Hay que recordar que estas tapas se pueden intercambiar, pudiendo acceder a las ranuras SIM y la microSD (pero no a la batería); la versión dual-SIM incluye una tapa trasera adicional en color rojo que inevitablemente nos recuerda las tonalidades de los Lumia —hermosas.

Este modelo también pierde una seña característica de toda la línea Moto 2015, la placa que une los sensores fotográficos con el logo de la compañía. Ahora se ha integrado en una sección el sensor, flash y sistema láser para el enfoque; y abajo de ella se encuentra —hundido— el logo del fabricante.

En el frontal el cambio más notable es la eliminación de la barra inferior que integraba el altavoz, ésto para integrar ahora un pequeño, pero útil, sensor de huellas dáctilares. En la parte superior encontramos una barra, donde se montó el altavoz, y los respectivos sensores de proximidad junto a un sensor fotográfico.

El aprovechamiento del frontal, respecto al porcentaje de pantalla que tenemos (71.2%), nos parece adecuado, aunque pudo haber sido mejor. Motorola tuvo que mantener una simetría del marco inferior y superior, por la incorporación del sensor de huellas en la parte inferior.

Por supuesto, su peso mejora en comparación con la generación anterior, ahora baja hasta los 155 gramos. Pese a dicha reducción se mantiene la sensación de robustez en el cuerpo, aunque notamos que la tapa trasera es de un material más flexible.

Una característica que perdemos en esta generación es la resistencia al contacto con el agua. Ahora Motorola sólo le ha integrado una capa de P2i con la que se protege ante salpicaduras de agua, sin poder ser sumergible. Lastima, porque era una de las mejores características del modelo 2015.

Como último apunte, quien guste de manejar teléfono con una sola mano se encontrará con un problema en este Moto G4 Plus. Sus 5.5 pulgadas nos obligan a utilizarlo con ambas manos; esforzándonos podemos utilizarlo con una mano, pero tenemos que hacer malabares.

Pantalla

Como hemos dicho, la pantalla en este Moto G4 Plus crece de tamaño, siguiendo la tendencia del mercado en el que la gente prefiere las pantallas de más de cinco pulgadas. En concreto tenemos un panel IPS LCD de 5.5 pulgadas.

Al aumentar el tamaño, Motorola se vio en la necesidad de aumentar la resolución. Por fin en este 2016 el Moto G incorpora una pantalla Full HD (1920 x 1080 pixeles), que se está convirtiendo en estándar para el mercado de la gama media-alta. Su densidad sube hasta los 401 pixeles por pulgada, acertada para su tamaño.

En cuanto a la calidad del panel podemos decir que es la adecuada, considerando la gama donde compite. Los negros y blancos son buenos, además la reproducción de color es adecuada, sin llegar a saturar los colores.

El brillo máximo es ideal para visualizar la pantalla bajo la luz del sol, aunque hubiéramos deseado que fue ligeramente más alto. Por otro lado el brillo mínimo lo notamos algo alto, implicando que en plena obscuridad (por ejemplo, si nos despertamos de madrugada y miramos el móvil) nos lastime la vista. Ambas cifras pudieron ser mejores.

Rendimiento

Llegamos a uno de los apartados que más cambios sufrió en comparación con el modelo del año pasado. Tenemos un hardware totalmente nuevo: Snapdragon 617, con GPU Adreno 405, 2GB de RAM y almacenamiento de 32GB.

El nuevo hardware, sumado a la clásica optimización de software implementada por Motorola, da como resultado un rendimiento ideal para cualquier tipo de situación. La apertura de aplicaciones, cambio entre ellas, ejecución de juegos y navegación web, todo funciona de forma adecuada.

Sabemos que están ansiosos de conocer banchmarks, así que aquí los dejamos con los resultados obtenidos en Antutu comparándolos con otros teléfonos de la competencia:

Lamentamos que Motorola haya decido traer sólo la versión con 2GB de RAM. Para el día a día esa memoria es suficiente, pero nos hubiera gustado tener la opción de 3GB para estar un poco más holgados en términos de rendimiento, por ejemplo, al utilizar la multitarea, navegar o ejecutar juegos con alta carga gráfica.

En torno al almacenamiento no hay de qué preocuparse. Si los 32GB se nos hacen poco, tenemos la opción de ampliarlo mediante tarjetas microSD de hasta 128GB.

El aumento de tamaño permitió integrar una batería con mayor capacidad. En concreto ahora encontramos una batería con 3000 mAh, suficientemente grande para alimentar al teléfono por una jornada laboral.

Desgraciadamente ésta batería no da más de lo que usualmente encontramos en el mercado. Tenemos una mayor capacidad, pero también una mayor resolución del panel, por ello la autonomía del Moto G4 Plus es de un día. Como decíamos, nada fuera de lo que comúnmente encontramos en el mercado.

Hay que agradecer que Motorola esté apostando por el sistema de carga rápida de Qualcomm. Por supuesto, para sacarle partido tenemos que hacer uso de un cargador compatible. De los tres Moto G4 presentados, éste (el modelo Plus) es el único lo incluye en su caja.

El rendimiento de este sistema de carga rápida es el esperado, en sólo 15 minutos la batería almacena el 35-40% de su capacidad.

Otra de las novedades es la integración de un sensor de huellas dactilares. Su posición, en el frontal justo abajo de su pantalla, nos parece adecuada. Su rendimiento, es el esperado para un teléfono de última generación; reconoce nuestra huella de forma veloz no importando la posición de ésta.

El único problema del sensor es que sólo funciona como sensor. Sí, parece una broma pero a diferencia de otros smartphones de la competencia, el sensor no puede ser usado como "botón de inicio". Es cuestión de acostumbrarse y asimilarlo, pero durante nuestras pruebas lo pulsábamos inconscientemente pensando que de una aplicación nos trasladaría a la pantalla de inicio.

Después de que en el Moto G2 tuviéramos un gran apartado de sonido, con un par de altavoces estéreo, en esta cuarta generación (en realidad desde la anterior) habrá que conformarse con un único altavoz en la parte superior. Su potencia y calidad no destaca respecto a otros móviles del mercado, pero cumple bien con su cometido.

También encontramos el clásico jack de 3.5 milímetros; la calidad de sonido por éste puerto no sorprende, pero igualmente cumple con su cometido. Motorola no se ha identificado por implementar grandes tecnologías en el apartado de sonido de sus Moto's, y este Moto G4 es otra muestra de ello.

Quien se pregunte si hay o no calentamiento. Ni usando el móvil normalmente, ni cargándolo, ni jugando, notamos un calentamiento excesivo. Es decir, nada fuera de lo que normalmente nos encontramos en un smartphone.

Cámara

Sin lugar a dudas el apartado fotográfico es el más interesante en este Moto G4 Plus. De hecho es con el que Motorola pretende vendernos el móvil.

Nos encontramos con un sensor de 16 megapixeles, fabricado por OmniVision, con apertura f/2.0, un sistema de autoenfoque por detección de fases y asistencia de enfoque por láser. Cuenta además con un flash doble de LED y modo HDR.

Cuando la luz no es problema los resultados son satisfactorios. Tanto los detalles, como la exposición y la reproducción de color son buenos, principalmente cuando el modo HDR está activado.

Los dejamos con algunas muestras:

El sistema de autoenfoque (tanto el PDAF como el sistema láser) funciona de forma rápida y precisa. También hay que destacar la rapidez con la que se realizan las tomas, tan sólo pulsamos el obturador y la foto es instantánea; claro, a menos que tengamos el HDR activado, en este caso el software se tardará un poco en procesar la imagen.

La cámara frontal; de cinco megapixeles, con lente gran angular, f/2.2, y flash en pantalla (se ilumina el panel cuando hacemos una foto); cumple con su prometido: ideal para selfies, pero con resultados pobres cuando la luz es escasa.

Hay que hacer una mención especial a su aplicación fotográfica. Siempre habíamos criticado a que los Moto integraban una aplicación sumamente minimalista que, a como está el mercado, se quedaba corta para muchos usuarios.

Con este Moto G4 Plus la compañía nos ha escuchado y actualizó su aplicación. La principal novedad de "Cámara" es la integración de un modo manual con el que podremos elegir, a nuestro gusto, el balance de blancos, velocidad de obturador, ISO, enfoque y exposición. Gran trabajo de Motorola.

Software

Afortunadamente no hay mucho que hablar del software en un teléfono de Motorola. Como con todos los Moto's, la compañía integra una versión de Android sin capa de personalización, el launcher que ejecuta es el Google Now Launcher; para nosotros la mejor opción.

Además de la aplicación fotográfica, el teléfono integra la aplicación "Moto" en la cual podremos configurar algunas de funciones únicas: la pantalla activa y los gestos (para activar la linterna, el modo "No molestar", cámara instantánea y el levantar para silenciar); ambos añadidos son interesantes y útiles.

La optimización de software, como viene siendo usual en un teléfono de Motorola, es excelente. La versión que viene instalada de serie es la 6.0.1 Marshmallow.

Android N todavía no llega al mercado, pero suponemos que en cuanto se lanza de manera oficial, a finales de este año, se confirmará cuándo se llegará la actualización a aste móvil. Esperemos que no tarde demasiado.

La opinión de Xataka México

Motorola se ha atrevido a lanzar, con menos de un año de diferencia, la cuarta generación de uno de su teléfonos más populares en el mercado mexicano, el Moto G. Pero en esta ocasión en vez de traer un sólo modelo, lanzó una familia completa; hoy hemos analizado el mayor de ellos.

El Moto G4 Plus es el que más cambios incorpora, si lo comparamos con la generación anterior. Dichos cambios no sólo vienen en el apartado de diseño, sino en las especificaciones, cámara y pantalla.

Lo mejor es que la mayoría de cambios, son para bien. Tenemos un diseño más esbelto, una pantalla de mayor tamaño y resolución, un hardware más potente y una mejor cámara; a eso hay que sumar el sensor de huellas como el añadido más interesante.

Por supuesto, no estamos ante un móvil perfecto. Por ejemplo, hemos perdido la resistencia al contacto con el agua, la batería y el sonido no sobresalen ante la competencia y la cámara frontal deja mucho que desear.

El tema del precio no lo podemos omitir. El móvil cuesta 5,599 pesos, considerablemente más que la versión anterior; pero hay que preguntarnos: ¿qué otras opciones tenemos mercado?. Sabemos que muchos mencionarán a teléfonos de fabricantes chinos, sin embargo, ¿cuántos de estos podemos comprar de forma oficial en México (principalmente por temas de garantía)?.

Desgraciadamente en el mercado de la gama media en México no encontramos muchos modelos que puedan hacerle frente a este teléfono. El Moto G4 Plus es una de las únicas opciones si buscamos una buena relación especificaciones-precio; algo bueno para Motorola, pero malo para los usuarios.