Motorola Moto G Turbo, análisis

A finales del año pasado, durante la presentación del Moto X Force en México, la gente de Motorola soltó una de esas noticias sorpresivas que nadie se esperaba: anunciaban una nueva edición del Moto G 2015 llamada Moto G Turbo.

'Turbo' era la palabra clave en el nombre del dispositivo, ya que mencionaba sus mejoras respecto a la versión que meses atrás había sido presentada: un mejor hardware, más memoria RAM base, y un sistema de carga rápida. Hemos tenido la oportunidad de probarlo por unos días, así que aquí les traemos nuestro análisis a fondo del Moto G Turbo.

Especificaciones técnicas

Como ya es una costumbre, antes de empezar con el respectivo análisis a fondo del teléfono les presentamos una tabla con sus especificaciones técnicas. Aunque en esta ocasión hemos decidido añadir una columna para compararlo con el Moto G 2015:

Cabe mencionar que del Moto G 2015 existen diferentes versiones en el mercado mexicano, que traen 1 o 2GB de RAM, 8 o 16GB de almacenamiento y opción dual SIM. En cambio, del Moto G Turbo sólo existe una única versión con el hardware mencionado en la tabla.

Mismo diseño y pantalla

El Moto G Turbo es idéntico, sí así como lo leen, idéntico al Moto G 2015. Encontramos el mismo frontal con esas dos secciones en la parte inferior y superior, la misma posición y altura de los botones físicos, la misma placa metálica en la parte trasera que une al sensor con el logo y opciones de color idénticas.

Al mantener el mismo diseño, se conservan las dimensiones y peso, siendo igual de manejable con una sola mano. Su material de construcción es totalmente plástico, algo que beneficia al agarre y nos transmite una sensación de robustez.

Agradecemos que Motorola haya mantenido la resistencia al contacto con el agua que conocimos con el Moto G 2015. La certificación es IP67, y nos permite sumergirlo a un metro de profundidad por hasta 30 minutos.

Nuestra opinión sobre esta capacidad es la misma que emitimos con el modelo anterior: no es un teléfono para usar bajo la piscina, pero nos da la oportunidad de despreocuparnos al utilizarlo, por ejemplo, bajo la lluvia o muy cerca del agua.

Un detalle que vimos al comparar las tapas traseras del Moto G Turbo y Moto G 2015 es que el patrón de líneas es diferente: en el primero son líneas curvas y en el segundo totalmente rectas. Esto también aplica para las tapas intercambiables extra que incluye cada modelo, que por cierto, el Turbo sólo trae una.

La pantalla, tanto en tamaño, resolución y calidad, es la misma. Tenemos un panel LCD de 5 pulgadas con resolución de 1280 x 720 pixeles cubierta por un cristal Corning Gorilla Glass de tercera generación.

La calidad general de la pantalla es buena, aunque aún lejos de la que nos podemos encontrar en teléfonos de gama alta. Por ejemplo, en ángulos de visión abiertos tenemos variaciones en el contraste y colores, además de que la temperatura de los blancos tiende a ser cálida. Pese a esos detalles la calidad se mantiene a la altura.

Comparando lado a lado este Moto G Turbo con el Moto G 2015, vemos que el brillo, tanto máximo como mínimo, es menor, afectando ligeramente a la visualización en exteriores.

Cámara

Así como sucede con el diseño y la pantalla, el apartado fotográfico es idéntico en este modelo respecto a la versión "normal".. En la parte trasera tenemos un sensor de trece megapixeles, con apertura f/2.0 y flash LED; y en la parte delantera uno de cinco megapixeles con apertura f/2.0.

Cuando la luz no es problema, la calidad de las fotos es muy buena. La resolución nos permite capturar gran parte de los detalles con una buena reproducción de color. Cuando las escenas son un poco complicadas, el sensor muestra algunas carencias, en algunos casos quemando con exceso las fotos.

Aquí algunas muestras:

Las escenas con poca luz son el punto más débil de la cámara. Aparece ruido, algunas fotos salen trepidadas y se pierden muchos detalles. Pero aún así servirá para sacarnos de un apuro cuando estemos en plena obscuridad.

La grabación de video es la misma que el Moto G 2015: 1080p o en cámara lenta a 720p: así como la calidad del sensor frontal: cinco megapixeles útil para alguna selfie ocasional.

Rendimiento y autonomía

Llegamos al apartado más interesante de revisar en este móvil, ya que es donde encontramos mayores diferentes respecto al modelo "normal". Como ya dijimos, tenemos un mejor chipset, más memoria RAM y un almacenamiento mayor.

Si el Moto G 2015 había demostrado ser un salto importante en rendimiento respecto al Moto G 2014, en este Moto G Turbo es mucho más notable. Claro, no todo es gracias al hardware más potente, sino también a la optimización de software implementada por Motorola.

El cambio más notable lo encontramos en la apertura de aplicaciones y la multitarea. Por ejemplo, al abrir Chrome el tiempo que pasa entre la pantalla blanca de carga y la interfaz del navegador es menor; por otro lado, al cambiar entre apps es menos frecuente que éstas se actualicen.

A continuación dejamos una tabla comparando su rendimiento con el Moto G 2015 y con otros móviles de gama media:

El apartado de la autonomía también recibe una mejora. Dicha mejora no radica en la capacidad de la batería (se queda con los mismos 2470 mAh), ni en las horas de vida que nos ofrece, sino en la integración de un sistema de carga rápida.

Dicho sistema ha podido ser implementado gracias al SoC Snapdragon 615, y por supuesto, para sacarle provecho en la caja se incluye un cargador de alta potencia compatible.

Realizamos una prueba para comprobar dicho sistema: descargamos a la totalidad la batería, conectamos el cargador turbo, y apagado el teléfono la batería subió del 0% al 30% de su capacidad en sólo 10 minutos.

Pese al cambio de hardware, la autonomía general del teléfono se queda en un día completo con un uso moderado. Si cuidamos detalladamente la conectividad, el brillo de la pantalla y el uso general, podríamos ampliarla, pero nada fuera de lo normal.

Software

El software es uno de los apartados de los que menos podemos hablar al analizar un teléfono de Motorola, y esto no es necesariamente malo. La compañía se ha identificado por instalar una versión pura de Android en sus smartphones, así que la experiencia de usuario es bastante parecida a la que tenemos con un Nexus de Google.

De lo que tenemos dudas es del tema de las actualizaciones. Salido de la caja trae Android 5.1 Lollipop, pero la actualización a Android 6.0 Marshmallow está disponible al instante. Sin embargo, desconocemos qué tanta prioridad le dé Motorola al teléfono con actualizaciones posteriores.

La opinión de Xataka México

Pese a que ya pasaron algunos meses desde su lanzamiento, nos sigue sorprendiendo la decisión que tomó Motorola al presentar este smartphone en México. Habían pasado pocos meses desde que la versión normal había llegado al país, además otro teléfono con característica similares se había lanzado recientemente (el Moto X Play).

Pero más allá de que si fue buena o mala decisión lanzar este Moto G Turbo, podemos decir que estamos ante la versión definitiva del Moto G de tercera generación. Por un precio más elevado nos podemos llevar un teléfono que supone una gran evolución respecto al Moto G de segunda generación; aunque quien tenga el Moto G 2015 apenas y notará diferencias.

Desde un principio este Moto G Turbo tuvo que haber sido el Moto G 2015.