Con el anuncio de la compra de Iusacell por parte de AT&T por 2 mil 500 millones de dólares se abre todo un mar de especulaciones sobre cómo quedará finalmente definido ya no solamente el mercado mexicano de telecomunicaciones, sino el de todo Norteamérica.
Los efectos de la reforma de telecomunicaciones en México están teniendo alcance regional y aquí la primera muestra. Y dado que AT&T ya movió ficha, la pregunta es qué harán en el corto plazo América Móvil, la española Telefónica, las estadounidenses Verizon y Sprint así como las canadienses Telus y Bell, por citar algunas.
AT&T lo señala muy claramente en el comunicado de prensa donde informa su compra: quiere establecer el primer servicio de telefonía móvil en Norteamérica cuyo mercado de consumidores es de 400 millones. La adquisición la justifica señalando que el mercado mexicano se encuentra apenas en las primeras etapas de la adopción del Internet móvil. Añade que México tiene una clase media y población creciente, buenas perspectivas económicas y (ahora) un mercado regulatorio adecuado.
Los últimos movimientos de la industria en Norteamérica
Comencemos por EE.UU., el mayor mercado de la región. Luego de años de estar perdiendo mercado y de una fusión muy dolorosa con Nextel, la japonesa Softbank compró en octubre de 2012 a Sprint, la número 3, por 20 mil 100 millones de dólares. Desde entonces Softbank trabaja en consolidar su operación y para ello recién nombró a un nuevo CEO y eliminó en Sprint 2 mil puestos de trabajo. Además no olvidemos que el dueño de Softbank también quiso fusionar a Sprint con T-Mobile, lo cual finalmente ya no sucederá.
Por su parte Verizon, la número uno de EE.UU., recién concluyó el pasado mes de febrero un proceso de recompra de acciones a la británica Vodafone por la monstruosa cantidad de 130 mil millones de dólares. En este sentido, su posición financiera para salir de compras no es la más adecuada al igual que la de Softbank-Sprint. En la misma línea tenemos a la número cuatro T-Mobile, quien se ha reinventado con cierto éxito en los últimos meses de la mano de un CEO muy extrovertido. De aquí que AT&T era la mejor posicionada para comprar otra empresa de un país diferente, hecho que se venía insinuando desde meses atrás. Incluso se llegó a rumorar que su compra sería en Europa.
Ya en México la situación es muy conocida. Una América Móvil que debe deshacerse de activos para que su subsidiaria Telcel pueda cumplir con las nuevas leyes en la materia y que, en medio de este movimiento, se pensaba que tales activos serían comprados por AT&T debido a sus alianzas comerciales. Además está ocupada consumando la compra de Austria Telekom. Por su parte Telefónica sigue haciendo su lucha por crecer en México y la venta de activos de América Móvil representa una oportunidad para consolidar su presencia. Nextel es la peor parada aunque siguen los rumores de que Televisa continúa interesada en comprarla, así como la misma Telefónica.
Luego tenemos a Canadá y sus mayores empresas Telus, Bell y Rogers. En este país las cosas están muy tranquilas en cuanto a grandes movimientos. Si acaso señalar el ruido existente en 2013 por una posible incursión de AT&T en ese mercado vía la adquisición de una empresa pequeña, lo cual finalmente no sucedió.
Lo que sigue para Iusacell
En su comunicado AT&T indica que va a expandir y mejorar la red, así como el servicio y precios, todo lo cual es de esperarse. Ya la incursión de las operadoras móviles virtuales hizo que las operadoras tradicionales ajustarán sus precios en algunos paquetes, pero una transacción de este tipo significa un cambio más profundo en el mercado.
De entrada AT&T debe cerrar el proceso de compra, lo cual se espera suceda en el primer trimestre de 2015 y que las autoridades no retrasen o bloqueen la operación. Sería una pésima señal que algo así sucediera. Luego viene una pregunta crucial ¿dejará la marca Iusacell o la sustituirá por AT&T? Las ventajas y desventajas de mantenerla son varias. Una ventaja es el alto nivel de reconocimiento de la marca en México, mientras que una desventaja es su bajo valor derivado de la percepción que se tiene de ella (cobertura limitada, servicio cuestionable, equipos no diversificados).
En caso de que AT&T decida sustituirla con su marca está la potencial reacción de un consumidor cuyo perfil identitario sigue siendo muy nacionalista. No obstante, la presencia de marcas-nombres anglosajones en productos-servicios de consumo es muy fuerte en México y van desde bancos, pasando por alimentos y terminando por cervezas. Es casi un hecho que en este momento, los expertos de mercadotecnia de AT&T ya están analizando este factor. Pronto tendremos noticias sobre este y otros temas.
¿Que harán América Móvil y Telefónica?
Para concluir tratemos de construirle un escenario a estas dos empresas. El asunto aquí es el movimiento que llevarán a cabo para no perder competitividad en el mercado mexicano y por ende en el norteamericano. La primera pregunta es ¿tienen la capacidad para adquirir una telefónica tradicional de EE.UU., digamos T-Mobile, la cual ha querido venderse o fusionarse desde hace tiempo y siendo la única disponible para compra?. Otras más son ¿harán de sus operadoras virtuales en EE.UU. algo más sólido para ganar presencia? ¿buscarán una alianza estratégica con Verizon o Sprint para cubrir EE.UU. y México de la misma manera que lo hará AT&T?
El asunto no es tan sencillo. Recordemos las recientes millonarias compras de América Móvil y de Telefónica. La primera haciéndose de Austria Telekom mediante pago de mil 500 millones de euros y la segunda de GVT en Brasil por 4 mil 700 millones de euros. Habría que preguntar a los expertos financieros si verdaderamente tienen capacidad de endeudarse más para salir de compras.
Lo cierto es que el estatus quo de las telecomunicaciones en México y Norteamérica tiene los días contados y AT&T aceleró el proceso con el anuncio de compra de Iusacell. Todo esto son noticias muy positivas para el consumidor de esta región del mundo, pues pronto podrá gozar de los mismos beneficios que ya comienzan a gozar los consumidores europeos debido a la gradual unificación del mercado (reducción considerable del roaming, por ejemplo).
Por lo pronto, muchos consumidores mexicanos ya están frotándose las manos y considerando cambiarse a Iusacell-AT&T una vez que el proceso de compra concluya y muestre sus cartas comerciales (Yo me incluyo entre ellos). Más si se tienen lazos familiares o de negocios en EE.UU. y millones de mexicanos lo tienen.
Y para terminar hay que señalar que hoy hablamos sólo de las operadoras telefónicas móviles de la región. Mañana tocará el turno de consolidación a las cableras, la TV satelital (ya más o menos consolidada) y las señales de TV abierta. Esta historia apenas comienza. Norteamérica será cada vez más Norteamérica, aunque le pese a muchos
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