iPhone 6s, análisis

Año con año la mayoría de fabricantes lanzan nuevos smartphones de gama alta con los que tratan de conquistar el ahora muy competido mercado de telefonía móvil. Por supuesto, Apple es una de ellas.

Pero aún cuando la gente de Cupertino sea una de estas empresas, ellos tienen un ciclo de renovación único. Un año presentan un modelo que cambia en aspecto y especificaciones, y otro año uno que mantiene el diseño pero mejora de forma notable las características y gana nuevas funcionalidades. En este 2015 estamos ante el segundo caso.

Apple presentó hace poco más de un mes el iPhone 6s (y el 6s Plus), y semanas después empezó su aventura en México. En Xataka México hemos pasado unos días con el móvil, así que a continuación los dejamos con su análisis a fondo.

Especificaciones técnicas

No podemos empezar con nuestra reseña sin revisar las especificaciones técnicas del smartphone. En esta tabla resumimos todas las características del iPhone 6s:

	iPhone 6s
Dimensiones físicas	138.3 x 67.1 x 7.1 milímetros
Peso	143 gramos
Pantalla	4,7 pulgadas IPS
Resolución	1334 x 750 pixeles (326 ppi)
Procesador	Apple A9 (APL0898)
RAM	2GB
Memoria	16GB/64GB/128GB
Batería	1715 mAh
Cámaras	12 megapixeles + frontal de 5 megapixeles
Sistema operativo	iOS 9.1
Conectividad	WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, 4G LTE, Bluetooth 4.2, GPS, NFC
Precio	16GB: 14,099 pesos, 64GB: 16,299 pesos y 128GB: 18,499 pesos

Mismo empaque, mejores materiales

Tal como lo indicamos en párrafos anteriores. Para este año nos tocó renovación en especificaciones y no en diseño, es decir, recibimos la versión “s” del iPhone que se lanzó el año pasado.

Estamos ante un diseño idéntico al modelo de 2014. Que como revisamos en su momento, se apostó en su totalidad por el metal, un grosor mínimo, y un marco curvo, en general, un buen diseño que inevitablemente nos atrae.

La parte trasera mantiene esas líneas confeccionadas en plástico donde se incluyen las antenas, el sensor fotográfico que sobresale, un flash LED dual, el logo de la compañía y el nombre. El frontal igualmente se mantiene idéntico: pantalla de 4.7 pulgadas y TouchID en el botón de inicio.

En realidad no hay mucho que decir, o criticar, de su aspecto, ya que estamos prácticamente ante el mismo iPhone del año pasado. De hecho, si no fuera por la “s” impresa en su tapa trasera o por el nuevo color oro rosa, no distinguiríamos cuál es el 6 y el 6s si los comparamos lado a lado.

Pese a ello, en el apartado de sus materiales, sí estamos ante un cambio que, al tenerlo en mano por unos días, notamos bastante. Hablamos del metal utilizado. Según Apple ahora han confeccionado el cuerpo con aluminio de la serie 7000, todo con el fin de evitar polémicas que vimos con los modelos anteriores. A la vista el nuevo material no muestra diferencias, pero al tocarlo sí las encontramos.

Este nuevo metal mejora el agarre del móvil, reduciendo el peligro a que se nos resbale, aunque no eliminándolo por completo; tiene una nueva textura, pero sólo la notaremos si hemos pasado mucho tiempo con la generación anterior.

El aluminio de la serie 7000 es generalmente utilizado en la industria de trasporte. Es una aleación de aluminio y zinc que se caracteriza por tener una gran resistencia mecánica. En Wikipedia se puede saber más sobre este tipo de aleaciones.

Ahora pasemos a un aspecto más técnico de su diseño: sus dimensiones. Apple aumenta todas las cotas, y desgraciadamente sigue sin aprovechar al máximo su superficie frontal, ofreciendo sólo 65.7 por ciento de pantalla. Los marcos son grandes, y si lo comparamos con smartphones de la competencia, aún con diagonales más grandes, este iPhone 6s es enorme. La compañía tendrá que mejorar este apartado con su próxima generación; olvidar la simetría de sus marcos o eliminar el botón de inicio (esto último les sonará más lógico cuando les hablemos de 3D Touch).

Asimismo el peso aumenta. Pasa de los 129 gramos a los 143 gramos. No es una diferencia notable, al menos en este modelo que analizamos, pero igual ya está encima de lo que su competencia ofrece.

Eso sí, el iPhone 6s sigue siendo un móvil que podemos manejar sin problemas con una sola mano. Aunque en general, quisiéramos que Apple le sacara más provecho a sus dimensiones. Una tarea pendiente para la compañía.

Pantalla con cambios mínimos

El año pasado nos sorprendimos con la calidad del panel de iPhone 6, en ese entonces lo catalogábamos como una de los mejores del segmento, y en este modelo 2015 lo vuelven a utilizar.

Tenemos la misma diagonal, la misma resolución, y por consiguiente, la misma calidad. El panel es un IPS con algunas tecnologías interesantes que le permiten obtener resultados sobresalientes. Aquí hay que destacar esa misma espectacularidad que vimos en el modelo pasado, las capas del panel tienen una mínima separación entre si, lo cual nos da la sensación de que la interfaz sobresale del cristal.

Pasando a números exactos (que los tomamos de los benchmarks de referencia), hay que destacar su contraste de 1:1593, ofreciendo así negros de gran calidad. En el apartado de brillo nos quedamos con cifras ligeramente menores a las que teníamos en el modelo anterior: el máximo es de 554 nits mientras que el mínimo se mantiene en los 6 nits.

Todos son buenos resultados, no obstante, la competencia en algunos casos ha alcanzado, y algunos otros superado, estas cifras. Del tema de resolución y ppi no hablaremos, ya que para su diagonal los 326 pixeles por pulgada son suficientes, aunque si Apple se hubiera atrevido a dar el salto a mayores densidades (igualmente, sabiendo que otras compañías lo han hecho) obtendría cierta ventaja.

3D Touch, una nueva forma de interactuar con iOS

No hay mejoras en el panel, tamaño, ni resolución, pero eso no significa que no se esté integrado una nueva tecnología. Apple ha traído su nueva joya al iPhone 6s, después de haberla estrenado en el Apple Watch, y agregarla a algunos MacBook’s, el 3D Touch llega a su teléfono estrella.

Al principio parece difícil entender la teoría del 3D Touch, pero lo explicaremos de la forma más simple posible (más abajo hablaremos de sus detalles técnicos): la tecnología permite detectar la presión que se ejerce en la pantalla, todo para que esta detección sirva como un nuevo método de interacción con la interfaz del sistema operativo.

No sólo es un click derecho —como muchos lo catalogan— ya que en vez de darnos opciones alternativas para interactuar, nos permite ahorrar pasos para realizar acciones específicas, o en otros casos, previsualizar contenido.

Por supuesto, hay un montón de escenarios para su uso aunque éstos dependen directamente del uso que le den los desarrolladores. Para empezar a familiarizarnos con la característica, Apple le ha montado un montón de funciones con 3D Touch a aplicaciones nativas.

La que más destaca es la de la pantalla principal. Si presionamos con fuerza en el ícono de alguna aplicación “compatible" se nos desplegará un menú con accesos directos a funciones de la app. Por ejemplo, en el cliente de correo podemos redactar inmediatamente un nuevo mensaje, o en Instagram acceder a nuestra actividad.

Otra que también destaca, y que la mayoría de desarrolladores están implementando, es el Peek and Pop. Hacemos una presión (Peek) y se nos mostrará una previsualización del contenido, presionamos más fuerte (Pop) y entramos en él.

Peek and Pop ya está implementado en diversas aplicaciones, por ejemplo, en Safari podemos previsualizar páginas, en Correo podemos ver los mensajes, o en Instagram podemos ver las fotos. Igualmente, aquí será cuestión de los desarrolladores si desean implementarlo o no.

Existen otros escenarios de uso del 3D Touch, por ejemplo, podemos utilizar el teclado como un pequeño trackpad si presionamos fuerte sobre él, o podemos activar las Live Photos (de las que hablaremos más adelante) si presionamos con fuerza sobre una captura. Ante todo, a nosotros nos ha parecido interesante la activación de la multitarea; si presionamos en el lateral izquierdo podemos invocar las tarjetas de la multitarea, evitando así la clásica doble pulsación del botón de inicio.

Eso de que “nos ha parecido interesante” es por que después de varios días de uso, una vez que hemos implementado su uso en nuestro flujo de trabajo, podemos prescindir de la doble pulsación para cambiar entre aplicaciones. Tal vez y este es el primer paso para eliminar el botón de inicio, sólo el tiempo lo confirmará.

En la parte técnica, sabemos que la tecnología hace uso de unos 96 sensores capacitivos distribuidos en la pantalla por medio de en una matriz de 8 x 12. Todos están bajo la capa del panel y miden los cambios de presión del cristal, para que así con la ayuda de otros sensores, como el táctil y el acelerómetro, se puedan detectar hasta tres niveles de presión: toque común y dos más fuertes.

3D Touch es útil, sí bastante, sin embargo, requiere cierto entrenamiento para que la utilicemos de forma fluida en nuestro día a día, y desgraciadamente el que no todas las aplicaciones estén sacándole provecho hace más lento el proceso de aprendizaje. La tecnología llegó para quedarse, y sólo será cuestión de tiempo para verla implementada en la mayoría de dispositivos de la compañía.

Habrá que esperar para ver qué tanto impacto tendrá en el mercado de la telefonía móvil, es decir, esperaremos unos meses para ver si algún otro fabricante la adopta. Huawei fue quien se les adelantó.

Para complementar la tecnología 3D Touch la compañía también está integrando un nuevo sistema de vibración que, al igual que lo vimos en el Apple Watch y algunos MacBook, hace uso de un motor magnético para emitir una pequeña vibración.

Claro, dicho sistema funciona para las notificaciones, pero también servirá para recibir una respuesta háptica ante los diferentes niveles de presión que detecte la pantalla. Cuando hacemos uso del Peek and Pop, en el primer nivel de presión recibimos una vibración leve y en el segundo una un poco más fuerte, diferenciando así los dos niveles con una retroalimentación.

Apple A9, una bestia de rendimiento

Como es usual en cada una de sus generaciones, Apple está estrenando un nuevo hardware en su teléfono. En concreto se ha incluido un nuevo chipset Apple A9, con nuevos núcleos para su CPU, mejor GPU y más memoria RAM; un conjunto que lógicamente implica un aumento en su rendimiento.

En la teoría y en la práctica el hardware es superior al de la generación anterior. Todo el sistema operativo va fluido, la carga de apps es rápida, y en general tenemos un rendimiento sobresaliente. Hay que destacar el aumento de la memoria RAM, que pasa a ser de 2GB, beneficiando principalmente a la multitarea.

Para aquellos amantes de las cifras y comparaciones, dejamos algunos resultados del benchmark de referencia para esta plataforma. Primero indicando la evolución respecto a las generaciones anteriores:

Aquí una comparativa con otros móviles del mercado en Antutu:

Para quien se esté preguntando sobre datos específicos del hardware los detallaremos continuación. El chip A9 incorpora un CPU con los nuevos núcleos Twister que tienen una velocidad de reloj de 1.8 GHz, su arquitectura es de 64 bits; por otro lado la GPU utilizada es una Power VR GT7600; y su memoria RAM es de 2GB LPDDR4.

Es difícil catalogar el móvil como el más rápido del mercado, pero el que sus resultados de algunos benchmarks estén cerca a los del MacBook (2015) ya nos dicen mucho de su hardware. Por supuesto, aquí Apple lleva la ventaja, ya que ellos son los únicos que pueden optimizar de la mejor manera el conjunto de software y hardware, todo por tener un entorno controlado.

En la práctica hay varios escenarios en los que hemos podido confirmar dicho rendimiento. Uno de ellos, por supuesto, es el de los juegos, todos van de forma fluida y sin ninguna complicación; otro es en la captura fotográfica, el conjunto permite que el enfoque y la captura sea veloz, incluso en situaciones complicadas.

¡Muerte a los smartphones de gama alta de 16GB!. Aún cuando el año pasado criticamos la decisión de Apple de mantener el modelo base de su iPhone con 16GB, parece que no ha sido suficiente para la compañía y este 2015 el iPhone 6s vuelve a iniciar de esa capacidad, dejando al usuario elegir entre ésta, 64GB o 128GB.

Por supuesto, si son usuarios que no toman video, toman pocas fotos, y no almacenan ni música ni juegos en el móvil, esta versión con 16GB es útil. Pero como sabemos que la mayoría hacen lo opuesto, tendrán que comprar el modelo de 64GB sí o sí. Sin que exista una versión con 32GB de almacenamiento, Apple nos orilla a eso.

Aprovecharemos este mismo apartado para hablar del nuevo chip M9, la nueva versión del famoso coprocesador. Este chip es el que permite a los sensores recopilar datos de nuestras actividades gastando el mínimo de la batería, pero ahora también impulsa otras características.

Por ejemplo, este M9 es el encargado de que la función de escucha continua de Siri (que se activa diciendo “Oye Siri”) funcione sin la necesidad de tener conectado el cargador. Los iPhone del año pasado ya la podían utilizar, pero al no contar con la nueva versión del coprocesador, sólo funcionaba con la alimentación conectada ya que suponía un drene de energía considerable.

Aquí igual abordaremos el nuevo Touch ID, el famoso sensor biométrico incorporado en el botón de inicio. En este iPhone 6s se está incluyendo una segunda versión del sensor; el de la generación pasada ya funcionaba bien, pero esta nueva versión va muchísimo más rápido.

Como lo indicábamos en las primeras impresiones, la lectura y verificación de la huella es sumamente rápido, tanto que apenas lo presionamos y el móvil se desbloqueará y nos mandará a la pantalla de inicio, en algunas ocasiones saltándose la pantalla de bloqueo.

Por último, toca hablar de la autonomía. Apple ha tenido que hacer algunos ajustes en el tamaño de la batería, todo por haber metido nuevo hardware (la capa del 3D Touch) y no queriendo aumentar su grosor de forma considerable. En concreto tenemos una batería con 1,715 mAh de capacidad, el modelo anterior tenía una con 1,810 mAh.

El resultado es que con uso normal, nos permite completar sin complicaciones una jornada de trabajo. Es decir, que aún cuando nos encontramos con una menor capacidad en comparación con el modelo del año pasado, el nuevo hardware le permite tener la misma autonomía. Por supuesto, no declaramos que eso sea bueno, pues hubiéramos deseado que el apartado fuera algo mejor.

El iPhone 6s Plus tiene una autonomía superior a este modelo, así que si están dispuestos a desembolsar unos pesos más y no les preocupa utilizar un teléfono realmente grande, tienen la opción de comprar aquel modelo.

Sabemos que en los últimos días se ha estado hablando del chipgate, un “problema” en base a los dos fabricantes encargados del chipset. Los primeros reportes decían que los modelos que incluían un chip fabricado por TSMC tenían una mayor autonomía respecto a los que tenían uno fabricado por Samsung. Por supuesto, el tema ha hecho demasiado ruido en la red, pero diversos especialistas han realizado análisis de la situación, concluyendo que aún cuando haya diferencias éstas no serán notables en el día a día.

Cámara: mayor resolución, mismos resultados

Era lógico que al estar ante una versión “s” nos toparíamos con mejoras en el apartado fotográfico. En este iPhone 6s por fin Apple opta por un sensor con mayor resolución, al que además se le han añadido algunas novedades interesantes, todo para seguir en la lucha por ser el mejor smartphone fotográfico.

Los resultados son los que esperábamos de un teléfono de gama alta. Un rendimiento excelente en situaciones de buena luz, mientras que cuando ésta falta, mantiene una calidad notable con niveles de ruido bajos.

En comparación con el modelo anterior los resultados tiene enormes similitudes, aunque sí debemos destacar que el aumento de resolución beneficia a la nitidez y captura de detalles, esto es más notable cuando vemos las fotos, por ejemplo, en una pantalla de alta resolución.

Los detalles técnicos del sensor son interesantes. Por ejemplo, sabemos que la resolución del sensor sube a los 12 megapixeles, por consiguiente el tamaño de cada fotodiodo baja a los 1.22 µm. La apertura máxima se mantiene en f/2.2, y su óptica sigue siendo de cinco elementos. Asimismo se mantiene el sistema de enfoque por detección de fase, al que Apple llama Focus Pixel.

A nivel de tecnología, sabemos que el sensor incorpora un filtro de color directamente encima de los fotodiodos (usualmente existe una separación entre ambos), además entre cada fotodiodo se integró una pequeña división para evitar la contaminación lumínica. Ambas tecnologías permiten, en teoría, capturar colores más fieles.

La cámara frontal también incorpora mejoras. En modelos anteriores la máxima resolución que alcanzaba dicha cámara eran 1.2 megapixeles, pero ahora se incorporó un sensor de 5 megapixeles que obviamente nos permite tomar fotos de una calidad superior.

Muchos de los fabricantes apuestan por un flash para acompañar esta cámara, no obstante, Apple ha decidido sumar una funcionalidad que igualmente ayuda a la captura de selfies en situaciones de poca luz, pero utilizando la iluminación de la pantalla, su nombre es Retina Flash. Al activarla se enciende la pantalla como un destello para así iluminar la escena. Una solución útil que sirve para la mayoría de situaciones.

Existe una novedad única en el apartado fotográfico para este iPhone 6s, hablo de Live Photos. La idea principal de esta función es que nuestras fotos puedan obtener algo de contexto ¿cómo? capturando un fragmento del antes y después de la captura. En concreto 1.5 segundos, a una resolución de 1440 x 1080 pixeles y a 15fps; también incluye sonido.

Los resultados son interesantes, ya que al estar revisando nuestras fotos, si nos topamos con una Live Photo, presionamos fuerte sobre ella (gracias a 3D Touch) y podemos ver el contexto de la foto. Ojo, las Live Photo no son GIF’s, sino videos en formato .MOV que se guardan de forma separada a la foto capturada —esto lo comprobamos al pasarlas a un ordenador.

En el apartado de video tenemos la novedad de poder grabar video en 4K. Videos en alta resolución de los que sólo sacaremos partido si tenemos una pantalla donde visualizarlos. Su calidad es buena, no obstante, se extraña la incorporación de una estabilizador óptico de imagen, una característica que se mantiene como exclusiva del modelo Plus.

Para los que se atrevan a grabar en dicha resolución, igual tienen que tomar precauciones con el espacio que utilizan. Por poner un ejemplo, un minuto de grabación en 4K utiliza poco más de 400 MB. Si no queremos trabajar en esa resolución tenemos opción de grabar en 1080p y 720p, más los clásicos modelos de cámara lenta de hasta 240 cuadros por segundo (en calidad 720p).

La aplicación de cámara ha sido diseñada para enfocar y disparar, y nos permite lograr excelentes resultados, pero al menos quisiéramos que desde ésta podamos realizar ajustes de, por ejemplo, la resolución de video. Tiene su respectivo control de exposición, pero sigue sin dar las suficientes opciones de control manual para sacarle provecho al sensor. Para ello tenemos que optar por alguna aplicación de terceros.

iOS 9

Del software, podemos comentar muy poco, ya que no incorpora novedades más allá de las funciones de 3D Touch, Live Photos y la escucha continúa de Siri. Estamos ante la misma versión de iOS 9 que ya recibimos en los demás dispositivos de la compañía, y que revisamos a fondo el día de su lanzamiento oficial.

Al igual que sucedió con iOS 8, esta nueva versión necesita pulirse un poco, ya que algunas de las aplicaciones que no han sido optimizadas presentan problemas puntuales. Pero muchos de estos han sido corregidos con la versión 9.1 que se hizo pública hace poco.

iOS sigue siendo el mismo sistema, cerrado, con poco margen de personalización, pero con un rendimiento sobresaliente al estar adaptado para un hardware específico. En tema de ecosistema de aplicaciones no negamos que Android se ha puesto a la altura, así que ahora mismo ambas plataformas compiten de la mejor manera.

La opinión de Xataka México

Como cada año impar Apple ha presentado renovaciones de su iPhone que brillan en mejoras internas y nuevas funcionalidades, el iPhone 6s es una de ellas. Aunque en este caso el diseño incorpora algunas mejoras, destacamos el nuevo metal utilizado que mejora el tacto y la robustez manteniendo sus exquisitas líneas de diseño.

La pantalla no tiene grandes diferencias en calidad respecto al iPhone 6, pero la incorporación de 3D Touch abre un mundo de posibilidades para la interacción con el sistema operativo; como decíamos en el análisis, habrá que comprobar qué tanto impacto tiene la funcionalidad en el mercado ¿pasará lo mismo que con los gestos multitáctiles?.

Al ser una renovación era lógico que incorporara un hardware más potente. El chip A9 cumple en términos de rendimiento, y se agradece que por fin hayan decidido optar por 2GB de RAM. Hasta ahora no habíamos tenido un iPhone tan rápido, los números lo comprueban y nuestra experiencia en el día a día también.

Asimismo el apartado fotográfico mejora respecto a la versión anterior. Por fin Apple opta por un sensor de mayor resolución; aunque también hay que destacar Live Photos y Retina Flash como añadidos interesantes.

Pero claro, no estamos ante el móvil perfecto. Su diseño tiene margen de mejora, principalmente en el porcentaje de pantalla utilizado, ya que es un teléfono grande si lo comparamos con otros móviles con tamaño de pantalla similar o incluso superior.

El almacenamiento también es un punto débil. Apple debe dejar de vender modelo de 16GB. Muchos usuarios no necesitan una mayor capacidad, pero funciones como Live Photos o la grabación de video en 4K dejan fuera del ring a esta versión. Como la mayoría lo pedimos, 32GB son ideales para el modelo base.

Y por último tenemos el tema de la batería. Es ligeramente menor a la del modelo anterior, pero aún así mantiene cifras de autonomía similares. Sentimos que existe un desaprovechamiento del nuevo rendimiento energético del chip A9; si se hubieran decidido por una batería más grande, tal vez y pudo haber sido un apartado sobresaliente (aunque sabemos que eso lleva otras implicaciones, como un aumento de dimensiones).

Si andan en busca de un iPhone y tienen el suficiente recurso, este modelo es la mejor opción. Pero si buscan un modelo de gama alta (de cualquier SO y compañía), el iPhone 6s es tan sólo una de las tantas opciones a considerar. Sus especificaciones técnicas son competentes, pero su aumento de precio en México lo ha convertido en un móvil prohibitivo para muchos usuarios.

En Xataka México volvemos a repetir las palabras del año pasado: el iPhone 6s es el mejor teléfono que Apple ha creado, pero no el mejor de toda la gama alta 2015.

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