Nuevo año, un nuevo iPhone que es mejor que el anterior. Este ciclo se ha repetido desde 2008, y este año se vuelve a cumplir. El iPhone 11 Pro Max es mejor en todo si lo comparamos con el iPhone XS Max: mejor pantalla, más potencia, mejor cámara y más batería.
Pero una vez que usé el iPhone 11 Pro Max por unos días, me di cuenta que no solo es una mejora del modelo que vimos el año pasado, sino una puesta a punto para competir contra el feroz mercado de la telefonía móvil. Sigue siendo un iPhone, pero con mejoras donde de verdad las necesitábamos.
Una batería, por fin, ganadora
La primera de ellas, que para mi es una de las más notables, está en su batería. Por fin hay un aumento considerable en cuántos días pueden pasar sin necesidad de conectar un cargador.
Este quizá es el benchmark más difícil de demostrar (según las pruebas de Apple son cinco horas más que el iPhone XS Max), así que lo explicaré con una de mis experiencias:
Un fin de semana, aproximadamente a las 4pm del sábado lo desconecté de su cargador (después de hacer los test de la carga rápida). Estaba al 100% de su capacidad, lo usé para un par de llamadas por la tarde, algo de Slack, WhatsApp, YouTube, RRSS y en la noche salí a tomar algunas fotos. Esa noche decidí no cargarlo.
Llegó el domingo y le dí un uso más intensivo a la cámara, videos de YouTube y navegación web durante todo el día, en la noche igual realicé algunos disparos y algo de RRSS. Tampoco decidí cargarlo al irme a acostar.
Llegó el lunes, revisé correo y Slack muy temprano, dieron las 10am y boom, saltó el aviso: Batería restante: 10%.
Sin ninguna limitación, pude hacer que la batería del iPhone 11 Pro Max sobreviviera por más de día y medio. Quizá con un uso más intenso la cifra disminuya, pero estoy seguro que se puede terminar el día con el 40% de la capacidad, o poco más.
Creo que es lógico cómo fue que Apple logró que este iPhone 11 Pro Max fuera su smartphone con mayor autonomía de esta generación: le metió una batería más grande y está usando un procesador más eficiente.
Lo de la batería más grande lo lograron aumentando el grosor del smartphone: es un 0.4 mm. más grueso y 18 g. más pesado que su antecesor, diferencias que tanto en el papel, como comparando lado a lado, son imperceptibles.
En este apartado me es imposible no mencionar la inclusión de, por fin, un cargador de carga rápida en la caja. En concreto es un cargador de 18W que hace uso de un cable con conector USB-C a Lightning.
El rendimiento del cargador no es el mejor, pero supera por mucho al que se incluía en iPhone de generaciones anteriores. En mis pruebas con una carga de 30 minutos la batería llegó al 47% de su capacidad, llegando al 100% en un aproximado de 100 minutos.
Un procesador más eficiente y, otra vez, más potente
Pero no solo es cuestión de una batería de mayor capacidad, sino también de su procesador que, según las mismas pruebas de Apple, es más potente y a su vez más eficiente. Su nombre es A13 Bionic, y supone ser un salto de lo que ya vimos el año pasado con el A12 Bionic.
Esto es lo que sabemos de él:
- Cuenta con dos núcleos para alto rendimiento (lightning a 2.65 GHz) y otros cuatro enfocados en tareas donde se busca eficiencia energética (thunder a 1.8 GHz).
- Su GPU es de cuatro núcleos y su Neural Engine de ocho núcleos.
- Está fabricado bajo "un proceso de 7nm de segunda generación" y cuenta con un 8.5 mil millones de transistores, un 25% más de los incluídos en el A12 Bionic.
- Según los benchmarks de Apple los núcleos lightning son 20% más rápidos y consumen 30% menos energía que sus antecesores. Los thunder son igualmente 20% más rápidos pero éstos consumen un 40% menos de energía. Mientras que el GPU es un 20% más rápida con un consumo 40% menor de energía.
Más allá de las cifras y benchmarks que dé Apple, mi experiencia fue sobresaliente en torno al rendimiento. De hecho el año pasado Apple había marcado un precedente en lo que a procesadores móviles se refería, y la actualización de este año solo los mantiene en esa posición.
No hubo juego o app que comprometiera al smartphone en los días que lo he utilizado. Ni la multitarea pudo comprometer su rendimiento. De hecho esos 4GB de RAM que incorpora se notan bastante, permitiendo tener abiertas una gran cantidad de aplicaciones de forma simultánea y cambiar entre ellas con el simple gesto de la barra inferior de iOS.
Pero claro que hay un "pero" llamado iOS 13. Al sacar el iPhone 11 Pro Max me encontré con un sistema plagado de errores: apps de terceros sufrían cierres inesperados, algunas apps propias del sistema se congelaban y en apps de mensajería el teclado no se desplegaba al presionar en la caja de texto.
Afortunadamente no han pasado muchos días para que Apple corrigiera todos estos errores. iOS 13.1 salió días después y hasta una actualización menor, iOS 13.1.1, poco más tarde. Estas vienen a corregir todos los errores que trae el SO de fábrica del móvil, además de sumar las nuevas funcionalidades que ya conocemos de esta última versión. Si quieren revisarlas a detalle, recomiendo echarle un vistazo a la recopilación que hicimos cuando se lanzó.
Por fin, no más huellas
Para nadie es una sorpresa que los diseños que más dividen opiniones son los de Apple. Podemos citar al notch como el mayor ejemplo de ello, fue criticado pero al final nos terminamos acostumbrando a él. De hecho tanto que se volvió algo genérico del mercado.
El turno de este año es para el módulo fotográfico. No voy a mentir, en los renders filtrados (e incluso en la presentación y en las imágenes de prensa) me pareció llamativo y feo a partes iguales. Pero oh sorpresa la mía cuando lo ví en vivo en directo: me quedé con la idea de que es llamativo, mientras que lo feo se difuminó.
Y es que la construcción y el mimo a los detalles es lo que le hace ganar puntos al tenerlo cerca. Por ejemplo: el haber hecho un escalón con el mismo cristal de toda la parte trasera, o esa ilusión óptica que hace que veamos dicha sección "hundida en vez de ser prominente" (por tener una textura diferente al resto).
Para quien se lo pregunte, el escalón es igual de alto que el módulo fotográfico que vimos en el XS Max, solo que en esta ocasión los lentes son los que menos sobresalen, la mayor altura es la del cristal.
Punto y aparte toda la tapa trasera, que ahora pasa a tener un acabado mate. Rugoso al tacto, pero con ese misma sensación premium de la generación anterior. Gana personalidad, gana agarre y gana minimalismo. Esto último principalmente por haber omitido la palabra "iPhone" y por tener el logo de Apple al centro del móvil. Y sí, por fin no es un imán de huellas dactilares.
El marco sigue siendo de acero inoxidable y, en el caso de nuestra unidad para análisis, de color plata: es brillante, pulido y muy susceptible a los rayones. También tuve oportunidad de ver los demás colores, el gris espacial y el nuevo color verde son los que más lucen con este nuevo acabado mate, el oro desgraciadamente pierde ese "aire de pieza de lujo" que noté el año pasado.
Los botones están distribuidos de la misma manera (los de volumen ligeramente más abajo), antenas, el puerto de carga y los altavoces en la misma posición y sigue sin puerto jack de 3.5 mm, pero la verdad es que ya ni lo extraño.
Podemos empezar un debate de por qué sí o por qué no Apple debe usar un conector USB-C en el smartphone, pero todos sabemos que la empresa debe tener sus razones. Nos quedan esperanzas de que se esté considerando para la próxima generación, digo, ya dieron el salto en sus iPad Pro, qué más da que lo den también en los iPhone.
El salto fotográfico que necesitaba el iPhone
Pero ahí, justo en ese módulo cuadrado, está la clave de este iPhone 11 Pro Max. Una cámara totalmente rediseñada, que no solo se basa en sumar un sensor más, también en implementar mejoras tanto de hardware como de software adicionales que, me atreveré a decir, ponen a competir una vez más al iPhone en el mercado de la fotografía móvil.
Así es su arreglo:
- Una cámara principal (gran angular) de 12 megapixeles, con f/1.8 distancia focal de 26 mm, 100% de focus pixel y OIS.
- Una cámara telefoto de 12 megapixeles, con f/2.0, distancia focal 52mm (zoom 2x) y OIS.
- Una cámara ultra gran angular de 12 megapixeles, con f/2.4, distancia focal 13 mm y un lente que captura información de hasta 120 grados.
A este hardware también han agregado algunas mejoras vía software. Como un Smart HDR mejorado que ya no solo se basa en capturar diferentes niveles de exposición de una foto, sino que ahora también reconoce rostros y les aplica sus propios niveles de iluminación diferentes al resto de la escena.
Pero vamos a lo que nos importa, esto son las fotos que podemos obtener:
A estas alturas cualquier smartphone de gama alta puede tomar excelentes fotos con buena iluminación, y este es el caso de iPhone 11 Pro Max. Sin embargo, llevándolo a escenarios más complicados es donde vemos las mejoras implementadas en hardware y software.
El rango dinámico mejoró de forma notable, manteniendo con gran nivel de detalle tanto las sobras como las luces. Siempre buscando no sobreexponer las secciones con mucha luz, pero tampoco oscureciendo (tanto) aquellas en las que las sombras predomina.
Con la configuración predeterminada el Smart HDR viene en la modalidad "Automático" dejando que el software elija cuándo aplicarlo y cuándo no. Podemos desactivar la opción para después, desde la interfaz, aplicar el HDR cuando lo queramos. Yo me quedé con la configuración de serie, siempre en modo automático.
Las fotos en su mayoría tienen una gran nitidez, pero cuando la luz es escasa puede aparecer algo de ruido. También volví a notar esa temperatura cálida para la mayoría de situaciones, pero aún así mantiene una reproducción de color bastante realista, sin tonos exagerados pero con suficiente presencia.
La cámara del iPhone 11 Pro Max, comparada con otro de los smartphones fotográficos del año (el Huawei P30 Pro) tiene claras diferencias. Hay más nitidez en los objetos, pero también un mayor ruido en zonas obscuras. Noté más realista la reproducción de color del iPhone, pero con (como lo comentábamos arriba) una temperatura de color mucho más cálida.
Comparando el rango dinámico de ambos smartphones, el iPhone 11 Pro Max se lleva la delantera. Si bien algunas sombras no las ilumina como el P30 Pro, las zonas con luz las mantiene muy bien controladas. Algo curioso, pues es más fácil recuperar luz de las zonas obscuras vía software, que detalle de los objetos en zonas iluminadas.
La nueva cámara en este modelo es ese sensor ultra gran angular que nos permite hacer fotos en 0.5x, respecto a la cámara principal. Me pareció un gran añadido, útil para ciertas ocasiones cuando quizá estamos cerca del objeto a fotografiar y no queremos perder algunos de sus detalles.
En condiciones de buena iluminación los resultados son muy similares a los del sensor principal, tanto en reproducción de color y rango dinámico (recuerdo, siempre mejor con el HDR en automático). Aunque en escenas un poco más complicadas aparece una mayor cantidad de ruido y se pierde algo detalle.
Con esa nueva cámara se está introduciendo un feature que Apple no presumió mucho, pero es interesante de revisar. En la configuración de cámara podemos activar la función "Capturar fotos afuera del cuadro" que nos permite ganar información de las escenas si decidimos irnos a la edición de imágenes.
Lo explicaré de forma sencilla: tomamos una foto con la óptica gran angular, nos vamos a verla y nos damos cuenta que hemos perdido algún detalle al hacer el encuadre, si la foto tiene un rectángulo con una estrella en la parte superior nos podemos ir a "Editar", presionamos el botón de "Recorte" y hacemos el gesto de unir los dedos para ver la información adicional de la foto, la cual (claro está) se toma con el sensor ultra gran angular. En el video que dejo arriba enseño el proceso.
El telefoto también ha recibido mejoras si lo comparamos con el iPhone XS Max, y además repite la reproducción de color y nitidez de la cámara principal. Sobre su utilidad, tengo sentimientos encontrados: si bien nos da una opción creativa adicional, el que se quede en un acercamiento 2x podría quedarse corto, más porque hemos visto zoom ópticos de hasta 5x con mucha mayor utilidad.
Claro que el telefoto también se aprovecha para el modo 'Retrato' que, a mi parecer, sigue siendo uno de los mejores del mercado. Tanto por el recorte, como por el desenfoque que aplica, siendo el más gradual y natural comparado con los modos de otros smartphones. Aunque sigue sin solucionar el problema con el cabello y las secciones donde hay espacios entre el fondo y el sujeto a enfocar.
La iluminación "Clave Alta en Blanco y Negro" es el nuevo efecto para el modo retrato: hace fotos en modo monocromático con el fondo blanco, aplicando de paso un desenfoque en el contorno del sujeto. Otra adición es la posibilidad de hacer retratos con la óptica de 26mm (recordemos que en anteriores modelos solo los hacía con la de 52mm, del telefoto).
Apple también por primera vez está implementando un modo noche en el iPhone. Cuando capturamos fotos es situaciones de baja luminosidad en la esquina superior izquierda aparecerá el icono del modo junto con un contador que nos indica el "tiempo" de exposición que se necesita para obtener una foto decente.
Los resultados son buenos a nivel de exposición y color, aunque el ruido es inevitable. Según Apple este modo no está pensando para hacer que una foto de noche se vea como si la hubiéramos tomado de día, sino para mantener esa "atmósfera nocturna" iluminando solo las zonas necesarias. Aunque para lograr los mejores resultados habrá que jugar con el tiempo de exposición, el cual puede aumentar hasta los 30s cuando no hay nada de luz en las escenas.
A nivel de software la app Cámara por fin ha recibido un rediseño. Se mantiene el lenguaje característico de iOS, pero se han implementado más controles:
- Ahora tenemos un dial para ajustar el zoom y para cambiar entre lentes. Aunque el cambio también se puede hacer presionando el botón de cada óptica.
- Si estamos en la cámara gran angular o la telefoto, en los laterales se nos mostrará una previsualización de lo que podríamos capturar con los sensores de menor distancia focal.
- Tenemos una flecha en la parte superior que, al presionarla, nos desplegará un menú para encender el flash, ajustar la exposición del modo noche (en caso de que sea una escena oscura), seleccionar la relación de aspecto de la foto, activar el temporizador y seleccionar entre varios filtros. Si no tenemos el Smart HDR en automático, aquí mismo tendremos un botón para activarlo.
- Desgraciadamente la interfaz de cámara sigue sin tener algunos ajustes, como la posibilidad de elegir la resolución de video, la cámara lenta, los formatos (sigue sin haber RAW) o la activación de la cuadrícula. Todo eso se puede ajustar desde la sección Camara dentro de Configuración.
La cámara frontal también ha recibido una actualización. Ha pasado a usar un sensor de 12 megapixeles con una óptica más angular que en iPhone anteriores. Aunque es curioso cómo ofrece Apple esta opción.
De serie, una selfie en modo vertical se tomará con una resolución de 7 megapixeles, esto porque se está realizando un "zoom" automático reduciendo el campo de visión. Sin embargo, si presionamos el botón que está arribita del obturador podemos abrir más la toma y, ahora sí, hacer uso de los 12 megapixeles nativos del sensor.
Cuando giramos el iPhone para tomarnos una selfie en modo landscape, automáticamente pasará a abrir la toma y hacer la foto a 12 megapixeles.
Para nadie es una sorpresa que en temas de captura de video el iPhone siempre ha sido uno de los smartphones de referencia. Y para los modelos de este año, esto nos vuelve a quedar en claro.
El video puede capturarse en diferentes fps y resoluciones, siendo el 4K a 60 fps las cifras máximas que podemos alcanzar. Lo mejor es que durante la captura podemos jugar con los tres lentes en esa resolución, donde dos de ellos (el gran angular y el telefoto) están estabilizados de forma mecánica.
Los resultados están en la línea de la cámara de fotos, con ese gran rango dinámico que se luce más en escenas a contraluz. Sin embargo, la joya es esa estabilización óptica que permite hacer video con tremenda fluidez sin necesidad de accesorios adicionales. Todo a mano limpia.
Lo malo que de noche el video sigue sufriendo con la gran aparición de grano, principalmente cuando usamos los sensores que tiene una menor entrada de luz (el telefoto y el gran angular).
Me quise esperar hasta el final de este apartado para hablar de una adición para la cámara que viene con iOS 13: el editor de imágenes. Si bien muchos fabricantes incluyen editores de imagen en sus apps de "Galería", el de iOS 13 es uno de los que mayores opciones ofrecen, no solo ajustes de contraste, exposición o luminosidad, sino sombras, luces, punto negro, vivacidad, definición y hasta reducción de ruido, a los cuales todavía hay que sumar el de encuadre y recorte, los filtros y el marcado pudiendo agregar formas y hasta nuestra firma.
¿Lo mejor?: la mayoría de estos ajustes también los podemos hacer en videos.
El mismo frontal de hace dos años y (casi) la misma pantalla
Vamos a girar el móvil para revisar el apartado restante: su frontal, y sí, es el mismo que vimos desde 2017. Tenemos un frontal con notch, marcos reducidos y ya. No hay sorpresas adicionales en su diseño.
De hecho si lo ponemos lado a lado con la generación anterior será difícil diferenciarlos. Pero vamos, tampoco es una sorpresa que Apple esté reciclando el diseño, cuando estuvo usando por más de ocho años ese frontal con marcos de generosas dimensiones y un botón de inicio.
Pese a que a simple vista las pantallas, tal como pasa con el diseño, luzcan similares, no lo son. Apple llama a la pantalla del iPhone 11 Pro Max Retina XDR, aunque en realidad se trate de un panel OLED con 6.5 pulgadas de tamaño y 458 pixeles por pulgada.
Su mayor novedad está en el brillo. Apple dice que bajo condiciones normales (con el brillo en automático) los nits pueden llegar a 800, pero en ciertos casos (como el consumo de contenido en HDR) la cifra puede alcanzar los 1200 nits.
Sin equipo de laboratorio es difícil comprobar que se llegue a esas cifras, pero al menos en la práctica si noté más brillo que su antecesor. Bajo la luz directa del sol la pantalla tiene una visibilidad espectacular, además sin ningún tipo de reflejo.
El panel sigue siendo compatible con el estándar de color DCI-P3, además de contar con la tecnología "True Tone" que ajusta la temperatura de color de acuerdo a la iluminación ambiente. También mantiene soporte para contenidos Dolby Vision y HDR10.
Lo malo es que seguimos sin tener Pro Motion, esa tasa de refresco tan espectacular que ya conocimos en los iPad y que ofrece una experiencia de fluidez adicional al interactuar con el sistema operativo. Tenemos una tasa de 120 Hz, pero solo para la sensibilidad táctil.
Algunos apuntes adicionales el iPhone 11 Pro Max:
- FaceID ahora es más versátil, pudiendo identificarnos en ángulos más abiertos y no tan rectos. Esto gracias a la nueva óptica ultra gran angular de la cámara frontal. Además es más rápido, pero eso es gracias a iOS 13 y no al hardware.
- Ahora cuenta con certificación IP68, pudiendo ser sumergido a una profundidad de hasta 4 metros por un máximo de 30 minutos.
- Cuenta con un nuevo sistema de sonido llamado "Audio espacial" que simula un sonido envolvente, el cual se puede notar solo si se tiene el oido entrenado para esos detalles. De ahí se mantiene el arreglo de un doble altavoz con soporte Dolby Atmos.
- Ahora incluye WiFi 6 (802.11ax) el cual dará mayores velocidades de navegación. Lo malo es que habrá que tener un router compatible con la tecnología para sacarle provecho.
- En México se vende la versión con SIM física + eSIM, aunque ésta última solo se puede usar con AT&T y en planes de renta. Si queremos tener un iPhone dual SIM, esa es nuestra única opción.
- Se esta estrenando un nuevo chip llamado U1, el cual hace uso de tecnología de banda ultraancha para mejorar la detección espacial. Apple la aprovecha para compartir archivos vía AirDrop de forma más rápida.
- Perdimos 3D Touch. Una funcionalidad que quizá no se terminó por aprovechar en generaciones anteriores, pero que para casos puntuales era bastante útil. Al menos yo la usaba muchísimo para navegar en la edición de texto, al presionar con fuerza activábamos un "cursor" para posicionarnos en una sección específica.
La opinión de Xataka México
Si me dijeran que resuma en una frase al iPhone 11 Pro Max sería la de: es el iPhone más fotográfico que ha existido. De hecho el salto lo siento similar al que dimos con el iPhone 7 Plus y la inclusión de su segundo sensor y el modo retrato.
Este año el iPhone vuelve a la carrera de la fotografía móvil, sin ser el mejor, pero ofreciendo un amplio abanico de posibilidades creativas, una gran reproducción de color y un rendimiento sólido en situaciones de baja luminosidad. Aunque claramente habrá aspectos a mejorar, por ejemplo, el rendimiento del ultra gran angular en situaciones específicas.
Donde sí veo una clara ventaja es en la grabación de video. Esa estabilización óptica simplemente no tiene rival hasta este momento.
Las mejoras de rendimiento son, una vez más, difíciles de notar. El iPhone de 2018 ya iba como una bala, algo que se repite con el modelo de este año. Sin embargo, en torno a la autonomía la historia es diferente: si queremos un smartphone con iOS que soporte día y medio de uso sin pegarse al cargador, esta es la opción.
En torno al diseño tenemos una de cal y otra de arena. Con esa trasera casi inmune a las huellas y a los rayones (que de paso le otorga personalidad), pero con un frontal que se mantiene bastante continuista. Hay mejoras en la pantalla, pero ningún cambio en sus marcos, dimensiones y menos en el notch.
El iPhone 11 Pro Max vuelve a ser uno de los smartphones más redondos del mercado, que soluciona carencias que vimos en su antecesor y compite peligrosamente cerca por el trono a smartphone del año. Ha sido una apuesta a lo seguro por parte de Apple, algo bueno dentro de la burbuja de usuarios de iOS, pero ¿suficiente para el mercado de smartphones en general?.
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