HyperX Alloy Origins 60, lo hemos probado: un pequeño gigante para trabajar y jugar (aunque no es para todos)

Antonio Cahun

Editor Senior

Mi gusto por la tecnología comenzó cuando toqué por primera vez un NES a los 6 años. Metalhead y otaku, fan de One Piece. Comencé a escribir de tecnología como hobby, pero ahora es la manera en que me gano la vida. Puedes seguirme en X (Twitter) y en Instagram, donde todos los días publico historias de mi vida cotidiana. LinkedIn

HyperX es una compañía bien conocida en el ámbito gamer de PCs por la vasta gama de productos que ofrece: desde memorias RAM hasta audífonos, mouses, y, por supuesto, teclados mecánicos. En este último tiene varias opciones para todo tipo de usuarios, y este año amplió su catálogo con un nuevo teclado de reducido tamaño, pero toda la potencia conocida de los demás productos de su línea Alloy Origins.

El HyperX Alloy Origins 60 es el primer teclado mecánico de la compañía con formato de 60%, un tamaño que poco a poco ha ganado popularidad en el segmento gamer. Hemos probado este teclado durante algunas semanas y ahora les contaremos nuestro análisis y experiencia de uso del Alloy Origins 60, con todos los pros y contras que ofrece.

Así es el Alloy Origins 60

Antes de entrar de lleno a nuestra experiencia de uso, es necesario un poco de contexto. El Origins 60 tiene formato de 60%, es decir que no tiene teclas de función, navegación, flechas ni teclado numérico. Sin embargo, no quiere decir que estas funciones no estén presentes, ya que se puede acceder a ellas por medio de capas, es decir se activan en las teclas presentes por medio de una tecla de Función (Fn).

Este formato no es nuevo ni mucho menos, es bien conocido en la comunidad entusiasta de teclados mecánicos, pero es poco común de ver en el segmento gamer debido a las limitaciones de su tamaño. Sin embargo, poco a poco ha ganado popularidad y ha sido más adoptado por las grandes marcas de periféricos, como ahora es el caso.

De esta manera, el Alloy Origins 60 tiene lo necesario en un teclado y no más, para reducir su tamaño y ofrecer más espacio libre en los escritorios. Esta misma característica de su pequeño formato, antes evitada por los gamers, es la misma que ha llevado a su adopción actualmente, pues permite más espacio para maniobrar con los mouses, aspecto muy valorado por muchos jugadores.

Entrando de lleno en los detalles, el Alloy Origins 60 tiene diseño de teclas flotantes, es decir que el cuerpo no cubre la base de los switches y se notan desde los lados y extremos superior e inferior. Estéticamente es un detalle sujeto al gusto de los usuarios, ya que aquellos más interesados en el RGB tendrán el efecto de más luz alrededor del teclado.

Hablando del cuerpo, el case del Alloy Origins 60 es de aluminio (de grado aeronáutico según Hyperx), una característica que le da solidez y robustez, en definitiva es un aspecto que hace que el teclado se siente de gran calidad. En la parte inferior hay soportes (patitas) que permiten acomodar el teclado de acuerdo a las necesidades de los usuarios: completamente plegadas, para un ángulo de escritura casi completamente llano (3°), soportes pequeños con ángulo de 7° y soportes altos que alcanzan 11° de ángulo de escritura. Finalmente, en el borde superior, casi en la esquina izquierda, está el puerto USB Type-C para la conexión con la computadora.

En este aspecto, sí, se incluye un cable USB Type-C, con la marca de HyperX en el conector, de buena calidad y que se siente resistente y a la vez flexible debido a su cuerpo trenzado. Puede ser utilizado cualquier cable USB Type-C, pero es bueno saber que la compañía integra un cable con su teclado. Lo que también se incluyen son un par de teclas extra de Esc y barra espaciadora, la primera con el logo de HyperX y la segunda con un grabado que hace lucir más el RGB, y la herramienta necesaria para retirar las otras teclas y hacer el cambio.

Ya que hablamos de teclas, las del Alloy Origins 60 tienen como principal característica que están fabricadas de plástico PBT, lo que asegura su resistencia al desgaste y que no generarán brillo aún tras el uso más intenso (como sí sucede con el plástico ABS). El grabado de las letras ha sido especialmente realizado para permitir el paso del RGB, y las teclas con otras funciones tienen la indicación grabada en el lateral.

Finalmente, debajo de las teclas está el aspecto más importante del Alloy Origins 60 (y de cualquier teclado mecánico), los switches. Los interruptores son HyperX Red de propio desarrollo, pero que en realidad son casi idénticos a los Cherry MX Red: son lineales con fuerza de activación de 45g (igual a los Cherry Red), punto de actuación de 1.8 mm y recorrido de 3.8 mm, algo menor a los 2 mm y 4 mm de los Cherry Red. Eso sí, según HyperX, sus switches son más resistentes y prometen hasta 80 millones de pulsaciones sin pérdida de calidad.

Alloy Origins 60, cómo es escribir y jugar con un teclado "pequeño"

La experiencia de uso del nuevo teclado de HyperX se puede dividir en dos aspectos importantes, escritura y juego. Para escritura, el Alloy Origins 60 tiene el tamaño perfecto (en general cualquier teclado con formato de 60%) sin teclas extra que pocas veces se usan, como la fila de Fs y el pad numérico, y solo ocupan valioso espacio en el escritorio. Sin embargo, hay varios aspectos importantes de tener en cuenta.

En mi caso, estoy totalmente acostumbrado al uso de teclados de 60%, por lo cual estoy familiarizado con el tamaño y el uso de capas para acceder a funciones extra en las mismas teclas. Aquellas personas que no han utilizado el formato necesitarán un tiempo de adaptación al tamaño y funcionamiento del Alloy Origins 60, pero no es nada que un ávido usuario del teclado no pueda dominar en unos pocos días. La misma situación aplicará con la distribución de las teclas.

Distribución ANSI, con Shift izquierdo más grande, sin tecla <, sin Enter grande y sin Ñ

El Alloy Origins 60 tiene layout ANSI de Estados Unidos, diferente del ISO utilizado en México y otros países. Debido a esto, las teclas mostrarán símbolos diferentes, pero al presionarlas imprimirán el caracter correspondiente al idioma de nuestro sistema operativo. Por ejemplo, aunque el Alloy Origins 60 no tiene tecla Ñ, al presionar ;: al lado de la L, se imprimirá la Ñ en cualquier espacio de texto. El símbolo ? no aparece en su lugar al lado del 0, pero si presionamos la tecla -_ junto con Shift, aparecerá ?, como normalmente sucede en un teclado ISO.

Es un aspecto que para aquellas personas que no conocen de memoria el teclado podría parecer confuso y hasta determinante para no adquirir el Alloy Origins 60 (o cualquier teclado con distribución ANSI), pero que solo toma práctica para acostumbrarse. En el peor de los casos, los switches HyperX tienen el mismo diseño de los Cherry, por lo cual las teclas se pueden cambiar sin problema a otras con distribución ISO. Eso sí, la tecla < y el Enter grande no se podrán colocar debido al diseño del teclado.

Se pueden cambiar las teclas del Alloy Origins 60 sin problema

En cuanto al uso de las teclas faltantes, solo es necesario presionar la tecla FN en la esquina inferior derecha junto con la otra marcada con la función que necesitamos. Por ejemplo, FN + 1 es igual a F1 -- y así sucesivamente con las Fs; FN + Ctrl derecho es igual a flecha derecha; FN + { es igual a Fin, y además se integran controles multimedia como FN + B para Play/Pausa,e incluso opciones para cambiar entre perfiles y controlar el brillo del RGB.

De nuevo, es simple cuestión de acostumbrarse al uso de capas, y poco a poco la combinación de teclas FN + alguna otra será intuitiva. Para hacer más sencillo todo esto, el Alloy Origins 60 tiene su propio software HyperX NGENUITY que permite cambiar la distribución de las teclas casi en su totalidad. Se puede personalizar la capa principal (la que vemos impresa en las teclas) y la de funciones de la tecla FN, para colocar nuestras funciones secundarias en las teclas que nosotros consideremos mejores, por ejemplo en vez de que las flechas estén por defecto en -, ALT, Menú y CTRL, las podemos colocar en WASD.

Además, el software también permite configurar muchas otras funciones con combinaciones de teclas, por ejemplo clics de ratón, macros y hasta accesos directos de Windows (cortar, copiar, pegar, cerrar aplicaciones, entre muchas otras). Lo único que el software no permite es el remapeo de la posición de la tecla FN.

Finalmente, vale la pena mencionar que desde NGENUITY también se pueden controlar los efectos de RGB del Alloy Origins 60, cambiar velocidad, orientación y brillo cuando el efecto lo permita, crear patrones de iluminación (por ejemplo que solo WASD se iluminen con ciertos colores), y crear un máximo de tres perfiles de uso. Por ejemplo, uno con iluminación media y controles por defecto para trabajar, y otro con RGB al máximo y controles de función optimizados para juegos. Es cuestión de experimentar con el software porque a pesar de ser muy completo, es cierto que podría ser más intuitivo para su uso y configuración del teclado.

Ejemplos del software HyperX NGENUITY

Con todo el contexto del tamaño, la distribución de teclas y el funcionamiento de las capas, reitero que el Alloy Origins 60 es una gran opción para escritura, ya que solo integra lo necesario y permite más espacio libre en el escritorio. La experiencia con los switches HyperX Red es grata, son ligeros sin llegar a extremos, y permiten escribir con soltura, sin necesidad de aplicar mucha fuerza, pero a la vez sin pulsaciones accidentales.

Sin embargo, la parte en donde HyperX ha recortado costos es en los estabilizadores, las piezas que mantiene estables las teclas grandes: barra espaciadora, los dos Shifts, Enter y Backspace. Son totalmente funcionales, pero los usuarios más atentos notarán bamboleo excesivo en ciertas ocasiones y escucharán cascabeleo excesivo en cada pulsación. Estos son aspectos subjetivos porque el funcionamiento es el esperado y no mostrarán fallas con el paso del tiempo, pero impacta directamente a la experiencia solo de aquellos usuarios más fijados.

En cuanto a juegos, la experiencia del Alloy Origins 60 es igual de buena que en escritura. Los switches son responsivos al grado de nunca perder una pulsación. El teclado tiene NKRO, es decir que detecta independientemente cada tecla que se pulsa, sin límite. Es decir, podríamos presionar todas las teclas y el teclado las registraría todas y cada una, y por lo tanto se evita el ghosting, el efecto que causa pulsaciones fantasma (de ahí su nombre). Finalmente, el software permite activar un "Modo Juego" que bloqueo algunas funciones y combinaciones de teclas, por ejemplo para no cerrar o minimizar por accidente el juego, y así asegurar la experiencia gamer completa.

Para aquellos más interesados en el RGB, vale la pena mencionar que funciona perfectamente. Cada tecla tiene su propio LED con cinco niveles de brillo, desde opaco, pero visible, hasta muy brillante, y como ya mencionamos todo se puede controlar desde el software. Para los que no gustan de esto, los LEDs se pueden apagar por completo -- pero siendo completamente sinceros, sin RGB el Alloy Origins 60 pierde bastante de su gracia y queda como "un teclado más".

HyperX Alloy Origins 60: perfecto para escribir y jugar, para quien quiera atreverse

En resumen, el Alloy Origins 60 es un gran primer paso de HyperX en el segmento de los teclados 60%. Es sin duda una gran opción para escribir y para jugar, con el agregado indirecto del mayor espacio libre que permite en el escritorio, y con el respaldo de una compañía como es HyperX. Lo mismo aplica con el tema de gaming, el Alloy Origins 60 es un teclado que no dejará mal a ningún jugador durante las jornadas de juego.

Sin embargo, está el tema de que su formato no es sencillo de adoptar por personas que están muy acostumbradas a usar las flechas de dirección, ya que a pesar de las opciones de personalización, el uso de las combinaciones de teclas puede ser confuso para algunos. Ni hablar de las teclas F y el pad numérico. Para quien quiera atreverse a experimentar con el formato 60%, el Alloy Origins 60 no lo defraudará.

Todo esto aplica a los usuarios que no se quieran complicar con compras de importación, temas de pago de aduana, y demás cosas que suelen estar relacionadas con la escena de entusiastas de teclados mecánicos personalizables, mucho más grande que lo que actualmente tenemos en México.

El Alloy Origins 60 se puede comprar en México con los distribuidores autorizados de HyperX con precio recomendado de 99.99 dólares.

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