En esta ocasión no tuvimos que esperar al CES 2018 para ver llegar al país el phablet estrella de Huawei. El nuevo Mate 10 ha llegado a México y a partir de los próximos días se podrá comprar a un precio oficial de 14,999 pesos.
Hemos tenido oportunidad de jugar unas semanas con el teléfono antes de su lanzamiento, así que aquí nuestro análisis a fondo del último lanzamiento de la compañía para este año y uno de los más importantes para nuestro país.
Especificaciones técnicas
Por si acaso, acá una tabla en la que resumimos de manera detallada todas las espcificaciones de este teléfono: pantalla, procesador, dimensiones, RAM y mucho más.
Huawei Mate 10 | |
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DIMENSIONES FÍSICAS | 150.5 x 77.8 x 8.2 milímetros |
PESO | 186 gramos |
PANTALLA | IPS LCD 5.9 pulgadas |
RESOLUCIÓN | 1440 x 2560 pixeles |
PROCESADOR | Kirin 970 Octa-core |
RAM | 4GB |
ALMACENAMIENTO | 64GB ampliables vía microSD |
BATERÍA | 4,000 mAh |
CÁMARAS | 12 MPX (RGB) + 20MPX (Monocromo), frontal 8MPX |
SISTEMA OPERATIVO | Android 8.0 Oreo con EMIUI 8.0 |
CONECTIVIDAD | WiFi 802.11 b/g/n/ac, 4G LTE, Bluetooth 4.2, GPS, NFC |
PRECIO | 14,999 pesos |
Análisis en video
Diseño
Huawei ha dado un paso lógico este año, se olvida del metal para los cuerpos de sus teléfonos y abraza al cristal, aunque manteniendo la esencia de diseño de la empresa y adaptándose a la tendencia "sin marcos" que hoy reina en la gama alta.
El Mate 10 es un teléfono muy bien construido, con un enorme cuidado al detalle y con aciertos que demuestran que un teléfono no debe renunciar a ciertas características para ser bonito o funcional.
Tenemos jack de audio, sensor de huellas en el frontal, marcos pequeños, sonido estéreo, dos cámaras y hasta un puerto IR. Todo metido dentro de un mismo teléfono y sin necesidad de omitir alguno por integrar otro.
Toda la parte trasera es de cristal, con un acabado pulido que sienta muy bien en mano pero que conlleva a dos inevitables "problemas" (ojo con las comillas): es un imán de huellas dáctilares y es sumamente resbaladizo. Como en otras ocasiones la solución a esto es algo llamado funda (en la caja se incluye una oficial) pero no soy partidario de ellas, y menos cuando ocultan un enorme trabajo de diseño industrial.
La parte trasera también integra un par de curvas que hacen más cómodo el dispositivo y además siven de unión con el marco metálico. Hablando de este, en un lateral derecho tiene sus tres botones (todos con buen recorrido y buena sensación al tacto) y en izquierdo la bandeja para la nanoSIM y la microSD.
La parte superior del marco cuenta con el ahora, por muchos, olvidado jack para audífonos, un emisor IR y un micrófono; la parte inferior alberga el conector USB Type-C y uno de los altavoces.
Vamos al frontal. Tenemos marcos pequeños y un enorme panel, aunque con una peculiar características: Huawei se queda con el formato 16:9, haciendo que la pantalla sea más ancha y menos alta, una apuesta totalmente contraria a la de otros fabricantes de gama alta.
¿Y esto molesta? para nada. Al apostar por el móvil debemos saber de antemano que será imposible manejarlo con una sola mano, algo que se complica más por su anchura, pero que compensa al saber que nos estamos llevando una enorme pantalla.
En torno a grosor y peso tenemos cifras aceptables (8.2 milímetros y 186 gramos), ya que aunque son superiores a las de otros teléfonos, hacen posible la incorporación de una batería de enorme capacidad.
Quizá el único punto debil está en su resistencia. Encontramos una certificación IP53, con la cual tendremos protección contra el polvo, pero solo podremos salpicarlo un poco de agua, nada de inmersión ni chorros abundantes.
Pantalla
Si bien con este Mate 10 la compañía no dio el salto a la tecnología OLED, la apuesta con un panel LCD con enorme resolución me parece un paso que se había tardado en dar. El panel no es sorprendente, ni sobre el papel ni sobre la práctica, pero cumple perfecto para un teléfono de gama alta.
El tamaño exacto es 5.9 pulgadas, su resolución de 1440 x 2560 pixeles y su densidad se queda en unos 499 pixeles por pulgada. Esas cifras son buenas, ideales tanto para el consumo de contenido como para la lectura de texto.
Huawei además está dando la posibilidad de personalizar la resolución a la que muestra la interfaz, esto con el fin de tener más nitidez o ahorrar batería. De serie viene con resolución FullHD, pero podemos subir a la WQHD en cualquier momento, o activar un modo "inteligente" que ajusta dicha resolución de acuerdo a la cantidad de batería que tengamos.
La reproducción de color es acertada, aún cuando no tiene la espectacularidad de otras pantallas, ni mucho menos los negros de un panel OLED. Pero como parte de la personalización, en los ajustes podemos elegir entre dos modos de color, uno vívido y otro estándar, haciendo más fríos o cálidos los blancos, aunque si queremos algo más personalizado podemos ajustar la temperatura de manera más precisa en "Temperatura de color".
En torno a brillo encontramos buenas cifras, tanto mínimas como máximas. Aquí mi recomendación es que si no quieren tener problemas de visualización bajo la luz del sol dejen que el teléfono ajuste el brillo de forma automática, pues la cifra que alcanza es mayor a la que obtenemos cuando ajustamos de manera manual. Según benchmarks alcanza unos 650 nits.
Un plus que ofrece Huawei con esta pantalla es el soporte para HDR10. Con contenidos compatibles podemos disfrutar de una mejor reproducción de color y contraste.
Rendimiento
Tal como Samsung y Apple, Huawei incorpora chips fabricados en casa en la mayoría de teléfonos. En este Mate 10 nos encontramos con el Kirin 970, una de las últimas creaciones de HiSilicon el cual tiene las siguientes características:
- Esta fabricado bajo un proceso de 10 nanómetros FinFET+.
- Cuenta con ocho núcleos en un arreglo big.LITTLE.
- Cuatro núcleos son Cortex-A73 a 2.4 GHz, otros cuatro son Cortex-A53 a 1.8 GHz.
- La GPU es una Mali-G72 MP12 con 12 núcleos a una frecuencia de 850 MHz.
- Cuenta con un par de ISP (Image Signal Processor), uno para cada sensor fotográfico.
- El modem es Cat.18, compatible con redes 4.5G de hasta 1.2Gbps.
- La memoria RAM (4GB) es de formato LPDDR4X y el almacenamiento (64GB) UFS 2.1.
Muchos datos técnicos que al final se resumen en una sola frase: rendimiento puro. Podría detenerme a detallar cómo se comporta en cada situación pero no lo veo tan necesario, porque el teléfono para todo es rápido: juegos, apps, multitarea, fotografía, navegación web y mapas. No encontré forma de comprometer el rendimiento.
Si gustan de comparativas con otros teléfonos del mercado, aquí una gráfica de su puntaje en AnTuTu:
Ver el gráfico //infogr.am.com/benchmarks-mate-10-antutu-1h7v4pjxg85q4k0Pero la joya de hardware de este Mate 10 está en una pequeña unidad llamada NPU (Neural Processing Unit). La compañía ha logrado incorporar un chip dedicado a Inteligencia Artificial en su SoC, el cual en concreto se dedica a procesar algoritmos de redes neuronales.
Sobre el papel esto suena asombroso y hasta futurista, pero un poco menos sobre la práctica. Esto lo digo porque durante mi día a día no noté ninguna mejora realmente diferenciadora respecto a otros teléfonos que no lo integran.
Sí, hay apps específicas que le sacan partido, como ese traductor de Microsoft integrado o la aplicación de cámara que puede reconocer objetos de manera inteligente, pero más allá, siento desaprovechada la inclusión de ese NPU.
La compañía además afirma que esa unidad se encargará de optimizar el rendimiento del equipo de acuerdo a nuestros patrones de uso, le dará prioridad a las aplicaciones que más usemos y optimizará su consumo de energía. Una promesa que, insistimos, suena a futuro, pero que es difícil palpar en el día a día.
Huawei también promete que, aún pasados los años, gracias a esa optimización basada en nuestros usos, el teléfono no tendrá una caída de rendimiento. Es decir, que seguirá funcionando con la misma fluidez de cuando lo sacamos de la caja.
Sí, es una promesa esperanzadora pero que esperemos se cumpla. No dudamos del CPU, pero sí dudamos de esa RAM, 4GB son suficientes el día de hoy (y hay una diferencia imperceptible respecto a modelos con 6 u 8GB) pero no sabemos si una futura actualización de Android le traíga problemas.
Del almacenamiento no hay queja alguna, tenemos 64GB de serie (con menos disponible para el usuario) si se nos quedan cortos podemos tirar de una memoria microSD para, quizá, ahí guardar fotos y algunos otros archivos.
Batería
La línea Mate siempre se ha caracterizado por incorporar una batería de gran capacidad capaz de ofrecer una autonomía encima de la media del mercado. Esto se cumple una vez con el Mate 10.
En concreto nos encontramos con una batería con 4000 mAh de capacidad, una cifra sorprendente con la que se coloca encima de la mayoría de teléfonos de gama alta del mercado. Lo bueno que no solo los supera en el papel, sino también en la práctica.
Con un uso habitual pude terminar un día con batería suficiente para seguir usando el móvil por una segunda jornada. Me fue difícil alcanzar los dos días, pero al menos me permitió sobrevivir hasta poco más de las 12pm del segundo día sin complicaciones.
Pero eso no es lo mejor, sino su sistema de carga rápido. En la caja se incluye un cargador capaz de ofrecer hasta 5A, esto para que en unos 30 minutos pueda cargar más del 50% de la batería, 56% en concreto en las pruebas realizadas.
Por si se lo pregunta, aún con la carga rápida activa, el teléfono no se calienta, esto gracias a que aún cuando intensidad de la corriente sea elevada, el voltaje se mantiene en unos discretos 5V como máximo. Huawei nos ha confirmado que para disfrutar de este sistema de carga rápida, sí o sí debemos hacer uso tanto del cargador como del cable USB Type-C incluido. Algo lógico al saber que la tecnología (aunque sea parecida al Quick Changue de Qualcomm) es propietaria de la compañía.
Sensor de huellas
Con este Mate 10 ha quedado en claro que no hay por qué llevar los sensores de huellas dactilares a la parte trasera cuando hacemos más pequeños los marcos. La compañía ha hecho una gran obra de ingeniería al incluir este componente en el frontal, aprovechando al máximo las dimensiones de los marcos.
Por si fuera poco, este sensor es casi perfecto. Es rápido, preciso y, como hemos dicho, está en una posición ideal. No cabe duda que Huawei está adelante de la mayoría de fabricantes en torno a identificación biométrica.
Pero el sensor no es solo sensor, sino que una pequeña sección que puede servir como método de interacción con el sistema operativo. Dentro de ajustes podemos configurar la 'Navegación del sistema', para eliminar los botones en pantalla y que por gestos en el sensor vayamos al escritorio, abramos la multitarea, y vayamos a la pantalla anterior.
Este es un añadido interesante que seguro, quienes les gusta sacarle el mayor provecho a las pantallas, aprovecharán. Eso sí, quien no esté acostumbrado, tardará un poco en incluirlo en su flujo de trabajo, al menos ese fue mi caso.
Sonido
No hay mucho que destacar del sonido en este Mate 10, quizá la mayor novedad está en que incorpora audio estéreo con un par de altavoces: uno en la parte inferior y otro en la superior (donde está el auricular de las llamadas).
Curiosamente ambos altavoces no tienen la misma potencia, me explico: el de la parte inferior tiene un tan alto volumen que parece ser la única fuente donde se emite audio, pero es hasta que nos acercamos al auricular de llamadas cuando nos damos cuenta que también funciona como salida de audio.
Por fortuna también contamos con un jack de 3.5 milímetros para audífonos, una característica que otros fabricantes han estado omitiendo, pero que Huawei nos demuestra que no es necesario eliminar para meter más batería, pantalla o diseños bonitos.
Cámara
Huawei repite una colaboración con Leica para la cámara de su teléfono más importante. En este caso con el clásico arreglo de la compañía: un sensor RGB (para capturar colores) y uno monocromático (para capturar detalles).
Lo mejor es que los dos sensores aún cuando tienen diferencias en resolución (12 y 20 megapixeles) se quedan con la misma apertura f/1.6. Por supuesto, los lentes son de Leica y los dos tienen una longitud focal de 27 milímetros, es decir, no hay sensor telefoto.
Pero vayamos al grano, la cámara de este Mate 10 tiene rendimiento sobresaliente para cualquier situación. Cuando hay suficiente luz obtenemos buenas fotos en todos los aspectos, con un pequeño toque de saturación que parece encantarles a la mayoría de fabricantes.
Las fotos también son respetables a nivel de detalle, esto gracias a que el sensor monocromático con una alta resolución se encarga de capturar esa información que después une con lo que haya capturado el sensor de color.
Insistiré que este arreglo de doble cámara es mucho más prometedor que el de incluir un sensor telefoto, pues siempre estamos aprovechando la inclusión de dos sensores y además nos permite tener una mayor libertad creativa con esas fotos blanco y negro de abundante detalle.
Aquí algunas muestras:
Y esto es lo que puede hacer el sensor monocromático:
Aquí un par de comparativas, con el iPhone X (derecha Mate 10; izquierda iPhone X):
Pero más allá de la calidad fotográfica, la experiencia fotográfica general que ofrece este Mate 10 es sobresaliente. Por ejemplo, la app es bastante completa, con un montón de controles (intuitivos y nada complicados) y su rendimiento general es sobresaliente, no solo a la hora de capturar las fotos, sino al pasar de un modo a otro o al realizar cierto ajuste puntual.
Claro que aquí se han aprovechado de Leica para que ésta les diseñe una interfaz basada tanto en lo que busca un usuario promedio como en lo que busca un entusiasta de la fotografía. Si somos de los primeros, no hay que romperse la cabeza, tan solo apuntamos y disparamos, si nos queremos poner quisquillosos deslizamos una pequeña barra en la parte inferior y podremos elegir los parámetros de forma manual. Por cierto, en este modo también podemos capturar fotos RAW.
En teoría Huawei también le saca partido al NPU de su Kirin 970 para realizar ajustes automáticos de las escenas de acuerdo al objeto o sujeto que estemos fotografiando, es decir, reconoce, por ejemplo, cuando fotografiamos comida o animales y ajusta los parámetros para que la foto salga mejor.
No pueden faltan los modos adicionales al "normal" los cuales suman a la experiencia fotográfica, aunque el que más destaca es el "modo retrato" el cual enfoca un sujeto u objeto y desenfoca el fondo. Lo curioso es que para hacer esto tenemos dos opciones:
- Usar el "Modo retrato" que, además de contar con el efecto bokeh, tiene un ajuste llamado 'nivel de belleza' que elimina ciertas imperfecciones.
- Usar el modo "Apertura amplia" el cual simula una mayor apertura del lente mediante software para desenfocar más (o menos) el fondo.
La diferencia entre ambos modos es que, en el retrato no podemos ajustar el nivel de bokeh ni punto de enfoque después de haber capturado la foto, y con el de apertura sí. Los resultados en ambos modos son similares, pero recomiendo usar el de apertura porque en caso de que el bokeh resulte muy artificial podemos disminuirlo a nuestro gusto.
En torno al video nos quedamos con el ahora clásico modo 4K, aunque si queremos capturar video con mayor fluidez podemos bajar la resolución a 1080p y subir lo fps a 60, algo útil cuando lo que vayamos a capturar se mueva a gran velocidad.
Lo mejor es que para grabación de video también tenemos posibilidad de activar los controles manuales y hasta el modo de "Apertura amplia" para simular aperturas de hasta f/0.95 y así crear un mayor desenfoque.
Software
Huawei insiste en mantener una capa de personalización en todos sus equipos, una decisión que hasta cierto punto entendemos, la empresa quiere tener cierta identidad y además desea optimizar el software para aprovechar al máximo su NPU y todo el sistema de AI que integra.
Pero gran sorpresa que nos llevamos cuando nos enteramos que EMIU en esta ocasión está sobre Android 8.0 Oreo. No es el primer teléfono en tenerla, pero sí es el primero que saliendo de la caja ya goza de todas las novedades de dicha versión.
Como saben EMUI sigue muy en la línea de lo que ofrecen otros fabricantes de origen chino, una alta personalización, opción de instalar diversos temas y un montón de apps propietarias que en la mayoría de casos duplican a las que ya tenemos en la suite de Google.
Es una capa muy lejana del ahora tan querido "Android puro", pero solo en estética, ya que en rendimiento tenemos una gran optimización. La interfaz se mueve con gran fluidez, y no hay efectos ni transiciones extrañas que afecten la experiencia de usuario.
De ahí en fuera disfrutamos de todas las novedades de Android 8.0 y de versiones anteriores, como esa tan aprovechable pantalla dividida para tener dos apps abiertas de manera simultánea, los nuevos emojis o los iconos con puntos de notificación.
Pero la funcionalidad estrella en el software de este Mate 10 está en el "modo PC". La compañía permite que, conectando un cable USB Type-C a HDMI podamos usar el teléfono como un ordenador tradicional, con sus limitaciones claro.
Este modo viene a impulsar la tan ansiada convergencia entre móvil y PC que otros fabricantes han intentando, el último fue Samsung pero Microsoft también pensó en ella. Por fortuna con este Mate 10 no necesitamos de un dock especial, tan solo con un cable (o un hub si queremos conectar teclado y ratón por cable) podemos sacarle provecho.
No quiero profundizar en este apartado puesto que publicaremos un artículo dedicado más adelante, pero sí puedo concluir que es un añadido que le da valor adicional al equipo.
La opinión de Xataka México
Después pasar un montón de días con el Mate 10 podemos concluir que es uno de los teléfonos más completos de este 2017. El nuevo diseño era un paso lógico, apostar por cristal le da un toque aún más "premium" aunque eso conlleve a que sea más resbaladizo, frágil y "sucio" (sí, entre comillas).
La pantalla ha tenido una mejora importante respecto a otros modelos de la compañía, por fin se apuesta por una mayor resolución a 1080p aunque se mantiene la tecnología LCD, algo que aún sin llegar a mostrar los colores y negros de un OLED permiten que el precio del equipo se mantenga discreto.
En torno al rendimiento no flaquea en nada, ni en potencia, ni almacenamiento ni en autonomía. Quizá la memoria RAM se quede corta para futuras actualizaciones de software, pero hoy va sobrada para el día a día.
La cámara del Mate 9 ya era buena, pero en este modelo vemos un paso aún más adelante. Se comporta bien en la mayoría de situaciones, y ese segundo sensor monocromo nos da un importante abanico de posibilidades creativas que se potencian aún más con el famoso efecto bokeh basado en fotografía computacional.
EMUI ha tenido un avance importante, ahora viene de serie con Android 8.0 Oreo (un gran plus) y tiene una enorme optimización. Aunque mantiene esas apps duplicadas que son un pecado clásico de todas las capas de personalización y algunos añadidos que terminan por olvidarse. El modo PC es un gran valor agregado, pero como dijimos, eso va en un artículo aparte.
Aquí lo único que no nos termina de convencer es promesa del IA, sí tenemos algunas apps integradas que nos demuestran sus capacidades, la promesa de que el rendimiento mejora conforme usemos el teléfono y de que con el paso de los años se mantendrá con la misma fluidez, pero nos ha sido difícil palpar de forma más concreta su potencial. La compañía afirma que los desarrolladores le podrán sacar provecho, esperemos que lo hagan y no solo se quede en una estrategia marketineana.
El Mate 10 es el mejor teléfono de Huawei a la fecha, y está cerca de ser el mejor teléfono de gama alta disponible en México, todo por el precio con el que se vende: 14,999 pesos.
9.2
A favor
- Bien construido, con gran aprovechamiento del frontal y sin comprometer la posición u omisión de elementos (como el jack o el sensor de huellas).
- Rendimiento sobresaliente, no hay tarea que lo comprometa.
- Cámara con un amplio abanico creativo y con rendimiento sobresaliente.
- El gama alta de 2017 con mejor precio en México.
En contra
- Muy resbaladizo y propenso a ensuciarse con mucha facilidad. Casi es obligatorio ponerle funda.
- EMUI sigue sin convencer, más por la insistencia de incluir apps que tarde o temprano dejaremos de utilizar.
- Tenemos miedo a que el NPU y la inteligencia artificial del chipset se quede solo como herramienta de marketing, faltan apps y funciones que le saquen provecho.
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