ASUS VN247H, análisis

La firma taiwanesa ASUS lleva tiempo en el mercado de los monitores y nos ha presentado diversas líneas de éstos que van desde, los de diseño estilizado, para profesionales, gamers, o incluso algunas apuestas en el aún no aprovechado mercado de las resoluciones 4K.

Y así de tantos productos la compañía decidió enviarnos el modelo ASUS VN247H para su análisis, un monitor que no llega con ninguna cualidad excepcional, pero que apunta a ser una buena opción para aquellos que anden en busca de un modelo pensado para configuraciones de múltiples monitores, con una calidad de imagen decente, y un buen tiempo de respuesta. Los invito a conocer a fondo el análisis del ASUS VN247H.

ASUS VN247H, diseño con marcos sumamente delgados

De lo que primero es inevitable hablar es sobre su diseño, uno aunque con poca personalidad y muy básico, mantiene líneas elegantes y minimalistas. Revisamos la base principal, que saliendo de la caja está separada del cuerpo principal, y veremos en ella una especie de textura de círculos concéntricos, una ranura para que se ajuste al soporte y un tornillo de sujeción.

Pasamos al monitor y en el frontal encontramos una de sus primeras, y representativas, características: un marco alrededor de la pantalla que apenas lleva un grosor de 9 milímetros. Ya de ahí nos podemos empezar a imaginar que este modelo está pensado para su utilización en configuraciones de múltiples monitores. Vemos además en el frontal el clásico logo de la firma, el de HDMI, y los que indican las funciones de los controles manuales.

Claro que en este mismo frontal vemos al mayor protagonista de este análisis, un panel de 23.6 pulgadas con relación de aspecto 16:9 y resolución nativa de 1920 x 1080 pixeles, en éste no puede faltar su retroiluminación por LED.

Vamos a la parte trasera y ahí veremos que la firma le quiso dar al diseño un aspecto piramidal, la tonalidad principal es negro mate, y con una ligera textura. Este color y patrón evidentemente son los que dotan al monitor de un aspecto elegante y minimalista aunque, como hemos dicha anteriormente, no tiene una gran personalidad y se queda en las líneas de lo común.

En el centro de su tapa trasera están los cuatro orificios para hacer uso de una montura estándar VESA cumpliendo con las especificaciones MIS-D (100 x 100 milímetros), y justo abajo de estos encuentro la compuerta que dará acceso a su apartado I/O, ahí del lado izquierdo estará solamente su conector para alimentación, y en el derecho dos puertos HDMI (extrañamos que no incluyera un cable HDMI), un D-Sub (conector VGA), y la salida/entrada de audio por medio de dos puertos para jack de 3.5 milímetros.

La compuerta es de fácil acceso, y tiene un pequeño, pero muy útil, seguro con el que se sujeta evitando ruidos al mover el monitor. Con respecto a los puertos pensamos que es justa su cantidad, aunque sí hubiéramos querido ver un puerto USB, DisplayPort (que ahora es más común en ultrabooks y algunas GPU’s), o un DVI (que ojo, podemos tirar de él por medio del cable HDMI-DVI incluido).

Se extraña que la base permitiera posicionar la pantalla de manera vertical.

Para terminar de revisar esta parte trasera, en la esquina inferior derecha nos topamos con los botones de configuración. En total encontramos siete de ellos: QuickFit, S/A (‘Splendid’), Volumen (acceso rápido), Menú, Brillo (acceso rápido), Entrada, y Encendido/Apagado. Estos los sentimos de un tamaño muy ajustado y además hubiéramos querido un poco más de separación entre ellos, lo cual aunque no peca directamente en la experiencia del monitor, nos hubiera facilitado la configuración y puesta a punto del mismo.

El montaje de la base con el soporte es sumamente fácil, y ya una vez sujetado se permite tener un movimiento angular de la pantalla entre –5 y +20 grados. Esta base se siente sólida y bien construida, aunque si tomamos en cuenta que dicho monitor está pensado para una configuración con múltiples unidades se extraña que la base permitiera posicionarlo de manera vertical.

Finalizando con el apartado de su diseño cabe la mención a sus dimensiones físicas de 548.6 x 394.9 x 194.2 milímetros, que muy bien se ayudan gracias a su marco de diminutas dimensiones, y su peso de 3.7 kilogramos, que en realidad, en un producto de esta categoría, no tiene ninguna relevancia.

Características técnicas y rendimiento

Después de revisar a detalle todos los aspectos técnicos de su diseño, y exterior, es hora de pasar al análisis de lo que realmente importa: la calidad de imagen. Antes de verificar su rendimiento tuvimos que hacer la respectiva calibración para las condiciones de su prueba, y claro que aquí es donde nos topamos por primera vez con el menú ODS (On-Screen Display) para su configuración.

Este ODS cuenta con cinco apartados principales, entre los que destaca el ‘Splendid’ que contará con seis configuraciones con ajustes predeterminados, también tendremos las pestañas ‘Color’, ‘Imagen’ ‘Selección de Entrada’ y ‘Configuración del Sistema’.

La navegación por este ODS se realiza por los botones físicos colocados en la parte trasera del monitor, aunque reiteramos lo complicado que nos resultó movernos por éste debido a la pequeña separación que tenemos entre botón y botón, además que, teniendo el monitor de frente, el acceso a los botones podría resultar, aunque no incómodo, un poco complicado. Una vez calibrado vamos con la primer muestra de su calidad.

La captura presentada a continuación pertenece al software ‘ENZIO MONITOR TEST’ que nos ayudó a mirar todas las capacidades técnicas del monitor con respecto a su imagen, en ésta se pueden apreciar los detalles de dicho producto:

Vemos que su rendimiento en realidad no es nada excepcional, pero cumple. Un contraste de 1000:1, que puede subir hasta los 80,000,000:1 gracias al ASCR (ASUS Smart Contrast Ratio), es lo suficiente para mostrar imágenes de calidad, y su luminancia de 250cd/m2 es aceptable conociendo que el monitor no está pensando para su uso en exteriores, ya que en condiciones de mucha luminosidad perderemos un poco de visibilidad.

La resolución nos pareció la justa para un producto de esta generación –aunque me es inevitable mostrar mi interés por ponerle las manos encima a un modelo 4K–, la densidad de 93.3 pixeles por pulgada está acorde para la diagonal, y la separación de 0.2715 milímetros entre pixel y pixel es más suficiente, aunque no la óptima si se busca un trabajo, por ejemplo, en CAD (Diseño asistido por computadora).

Igual, aun al no tener las características para un profesional, la reproducción de blancos y negros es buena, además los colores (que llegan a los 16.7 millones) se muestran con profundidad y los ángulos de visión se mantienen dentro de lo normal: 160 grados en vertical y 170 grados en horizontal, aunque claro que saliéndose de ellos empecé a ver un pequeño virado del color.

Donde sí hay un rendimiento notable es en su tiempo de respuesta, el cual presume ser de 1 milisegundo (de gris a gris) ideal para aquellos que quieren visualizar contenido con escenas de mucho movimiento, como por ejemplo películas o videojuegos. Además creo que nos queda en claro que con sus dos HDMI más el D-Sub podemos realizar una configuración de nuestro ordenador, consola, y algún reproductor de Blu-Ray, para así sacarle partido a este tiempo de respuesta que no deja ver por ningún motivo el famoso efecto fantasma.

Del sonido, que puede recibirse por medio del HDMI junto con el jack de 3.5 milímetros y está compuesto por dos altavoces de 2W RMS, podemos decir que tan solo cumple con su cometido pues los resultados obtenidos son los se que esperan de un dispositivo en el que, evidentemente, no es su apartado fuerte. Aunque claro siempre hay margen de mejora en este aspecto, ya que con otro procesador de audio, y tal vez un amplificador de mayor calidad, los resultados podrían que ser más competitivos.

Aquí recomendaríamos que, si piensan utilizar el monitor directamente con alguna consola de juegos, opten por sacarle jugo a la salida de audio por jack de 3.5 milímetros con unos buenos auriculares, así la experiencia podría ser mucho más provechosa que optando solamente por los altavoces integrados.

Y para terminar no podemos evitar hablar de su consumo energético. En la hoja de especificaciones nos dejan en claro que, en funcionamiento normal, su consumo será de 35 watts aunque en nuestras pruebas se quedó en los 32–33 watts, y en modo reposo apenas alcanzó la cifra de los 0.3 watts. El voltaje de alimentación que solicita su fuente de poder es de 100 a 240 volts, y una ventaja que claramente es evidente, ante otras apuestas, es que la fuente es interna.

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