ASUS siempre se ha visto en la necesidad de traer al mercado productos destinados para videojugadores, y su línea Republic of Gamers es una prueba de ello por ser la encargada de firmar desde PC de escritorio, portátiles, periféricos, componentes de PC, y claro que, auriculares de tipo headset.
Y entre esos headset encontramos a los famosos ASUS ROG Orion Pro, auriculares que han sido concebidos directamente para gamers, con un sonido más que justo en juegos o alguna reproducción multimedia, y apoyados de un pequeño procesador de audio USB. Pero, para corroborar todas estas capacidades, la marca nos envió una unidad para su prueba, así que aquí los dejamos con el análisis de los ASUS Orion Pro.
ASUS ROG Orion Pro, un diseño pensado para gamers
El empaque del producto no es nada extraordinario, y se limita a mostrar de manera parcial los auriculares y a presumir todas sus capacidades y características técnicas sobre el papel. Salen de la caja y nos topamos directamente con el producto montado sobre un soporte plástico, y justo en el centro encontramos un pequeño dispositivo que presume ser el procesador de audio USB: Asus ROG Spitfire.
Haciendo el respectivo desempaquetado del producto caen los auriculares por primera vez en mano, así que es hora de hablar de su calidad de construcción y diseño. El factor forma de estos es de tipo diadema circumaural, con mucho plástico en su cuerpo principal que se hace compañía de algunos detalles en metal y piel.
La diadema está construida a base de plástico pero lleva una alma de metal que sobresale cuando hacemos uso del ajuste de tamaño, además ésta se acompaña de un pequeño colchón forrado que de entrada promete sostenerse de manera cómoda sobre nuestra cabeza.
Pasamos a revisar los altavoces y vemos que estos igual están sostenidos con un soporte plástico, aunque aquí entran algunos detalles como: el logo de ROG en una pequeña placa, algunas tonalidades en rojo –muy características de la línea–, y una rejilla. Los altavoces se hacen compañía de sus respectivos colchones cubiertos en piel, con un diámetro de 100 milímetros (recordemos que su diseño es circumaural), y una pequeña tela que pretende realizar funciones de protección.
En mano los materiales de construcción se sienten muy bien, el plástico es de calidad, y los detalles, como las placas con el logo ROG o esas tonalidades en rojo, le dan un aspecto robusto y sólido, pero a la vez muy estético. Como hemos dicho, es un producto destinado para gamers así que su diseño se mantiene sobre esa idea.
En el lado izquierdo del cuerpo principal nos encontramos con dos cosas importantes: el cable y el micrófono. Del primero podemos decir que es de calidad gracias a su forro de tela, que además, nos permite evitar que enrede y pueda resistir algún tirón. Su longitud de 2.5 metros nos pareció adecuada para alejarnos del monitor, aunque en la unidad de prueba extrañé que no incluyera el organizador del cable, por lo que la mayor parte de tiempo éste se mantuvo sobre el piso.
Al centro del cable tendremos un pequeño accesorio confeccionado en plástico que tendrá dos funciones: la de controlar el volumen y la de silenciar el micrófono. El volumen se controla por medio de un dial que está puesto en uno de sus laterales, éste funciona bien aunque su construcción parece de baja calidad, y el silenciador del micrófono está en la parte frontal y tan solo hace uso de un simple switch. Se agradece que este accesorio cuente en su parte trasera con un clip para fijarlo.
Antes de llegar al final del cable no encontraremos con un pequeño soporte plástico desde el que se derivan dos cables con sus respectivos conectores jack de 3.5 milímetros cubiertos con una pequeña capa de oro, su construcción es sólida y la sujeción con el cable también, aunque por usar este diseño nos dio curiosidad saber si con el tiempo no iban a empezar a sufrir las conexiones internas debido a algún movimiento brusco del cable.
Uno de estos jack será el encargado de trasmitir el audio a los altavoces, y el otro nos permitirá enviar la señal capturada por el micrófono, si solo vamos a hacer uso de uno de ellos la compañía ingenió una pequeña ranura en el plástico que los separa para que ahí insertemos el jack que no utilicemos, algo simple pero muy útil.
Y para terminar el repaso sobre su diseño hablemos del micrófono. Este lo tenemos colocado del mismo lado donde encontramos el cable, y hace uso de un pequeño mecanismo retráctil con el que se puede llegar a esconder. Sus materiales, incluyendo los de su cable articulado, lo hacen ver de calidad y su diseño comparte las mismas líneas de robustez del cuerpo de los auriculares.
Con respecto al peso total del headset puedo decir que se encuentra dentro de lo justo, sus 268 gramos parecen adecuados por llevar altavoces de grande tamaño, además que, es evidente que la compañía ha optado por incluir materiales que se mantengan en lo estilizado sin afectar directamente en el peso del producto.
ROG Spitfire, procesador de audio USB a detalle
Una de las características que distinguen a este modelo PRO del Orion original es la inclusión de su procesador de audio USB ROG Spitfire. Este es un pequeño dispositivo que funcionará como procesador digital de señales, en uno de sus lados encontramos su cabe que termina en una conexión USB, y en otro dos puertos para jack de 3.5 milímetros en donde conectaremos los dos respectivos jack tanto de los altavoces como del micrófono.
En el frontal tendrá tres botones con retroiluminación los cuales nos darán opciones diferentes para la configuración de los altavoces: ‘FPS EQ’, ‘7.1 virtual Surround’, y ‘Amplifier Mode’. El dispositivo está pintado en color negro mate, lleva algunos acentos en el mismo color rojo, y su peso pasa desapercibido cuando hacemos uso de él en configuración con los auriculares.
Puesta en marcha y calidad de audio
Ahora pasando a su puesta en marcha y la verificación de su calidad nos encontramos con dos escenarios diferentes. Podemos hacer uso de los auriculares conectando los dos (o solo uno) jack de 3.5 milímetros directamente en la tarjeta de audio de nuestros ordenador, o podemos optar por utilizar el ROG Spitfire, en éste hay que conectar ambos jack y a su vez conectar el procesador en algún puerto USB.
Con respecto a la calidad del sonido en ambos casos estaremos ante situaciones similares, aunque si optamos por hacer uso del procesador de audio tendremos a nuestra disposición un poco de más potencia y las configuraciones que ya hemos mencionado.
Aquí vamos a recomendar que si estamos tirando de juegos, o contenidos, desde un PC, optemos definitivamente por hacer uso el ROG Spitfire, ya que la ventaja, ante otros procesadores de audio, es que éste no necesita de ningún controlador adicional para funcionar, así que tan solo bastará con conectarlo vía USB y cualquier sistema operativo enviará audio por medio de él una vez que lo seleccionamos como interfaz de salida.
En detalles de su calidad puedo decir que los altavoces de neodimio de 50 milímetros son muy competitivos, la reproducción de frecuencias tanto bajas como altas se mantienen bastante equilibradas. Aunque sí se extraña algo de más definición en los graves cuando se tira de un volumen elevado, en este mismo caso los agudos se han mantenido dentro de los limites sin sufrir distorsión.
Otro punto notable que percibimos, desde la primera vez que los montamos, es su interesante cancelación de ruido, aún cuando hace uso de un sistema pasivo por medio de materiales que evitan que el sonido externo se mezcle con lo que estamos escuchando, éste funciona de una manera bastante notable dejando que el sonido que sale de los altavoces cobre todo el protagonismo, claro que también se ayuda por su diseño circumaural con 100 milímetros de diámetro el cual cubrirá gran parte de nuestra oreja.
El micrófono cumple muy bien con su cometido como lo que es: un capturador de audio con buena calidad, llevando una respuesta en frecuencia dentro de lo esperado, y una captura tanto en dirección frontal como posterior por tener un diagrama polar bidireccional.
Haciendo uso de del procesador ROG Spitfire, y sus configuraciones, hay algunas mejoras notables, por ejemplo: si optamos por el ‘Amplifier Mode’ tendremos una amplificación significativa en los altavoces; por su parte el ‘7.1 virtual Surround’ nos tratará de emular por medio de software un sonido envolvente, que ojo tendremos que configurarlo en las opciones de algunos juegos para sacarle partido; y por último el ‘FPS EQ’ nos mandará una ecualización óptima para los juegos First-person shooter que se caracterizan por tener audio producido por escenas de mucha acción, y sobre todo, explosiones.
En definitiva el ROG Spitfire es un accesorio que le da un valor adicional al producto, y su facilidad de uso lo convierte en una opción viable para aquellos que no quieren luchar con instalación de controladores adicionales, aunque hubiéramos querido sacarle más jugo con algún software que nos permitiera jugar con las ecualizaciones grabando perfiles personalizados en cada botón del accesorio.
Y por último, no podemos terminar el análisis sin hablar de qué tan cómodas son las sesiones de juego con estos auriculares. Pasando largas horas con estos Orion Pro, aunque no específicamente en sesiones de juego, percibimos que son sumamente cómodos, los colchones de sus altavoces no molestan en nada a nuestra aurícula, y su peso en ningún momento es excesivo para llevarnos al cansancio por tenerlos puestos.
A favor
- Calidad de audio equilibrada
- Procesador de audio ROG Spitfire
- Cómodos para amplias sesiones de juego
- Diseño robusto característico de la línea ROG
En contra
- Graves que sufren cuando elevamos el volumen
- Poco aprovechamiento del ROG Spitfire
- Algunas partes plásticas carecen de calidad
ASUS ROG Orion Pro, la opinión de Xataka México
[[image: {"alt":"ASUS Orion Pro","src":"d9fe47\/uq1vsvqztkliuma7_500","extension":"png","layout":"small","height":500,"width":500}]]ASUS una vez más nos viene a demostrar con estos ROG Orion Pro lo tan interesado que está por darle a los gamers productos que estén especialmente diseñados para ellos, y lo logra trayendo auriculares con una notable calidad de audio y reducción de ruido, un diseño sumamente robusto que sigue las líneas que un videojugador espera, y un accesorio que viene a darle un pequeño empuje gracias a la inclusión de configuraciones para algunas situaciones predeterminadas.
Aunque claro que se extraña algo más de calidad en algunos detalles de su cuerpo, como por ejemplo el control del micrófono y volumen, además de una mayor definición en los graves cuando se utiliza un volumen elevado, y algún software adicional que nos permita sacarle más provecho al procesador de audio incluido.
Si andan en busca de headsets para juegos especialmente diseñados para PC (si quieren utilizarlos con alguna consola es mejor el modelo ROG Orion for Consoles) estos ROG Orion Pro son una viable opción si están dispuestos a gastar 2 102 pesos en ellos.
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