Contrario a lo que pudiera parecer, la vestimenta de tecnología (conocida como wearable) se remonta a siglos. En Internet podemos encontrar muchos ejemplos de antiguos artefactos utilizados por reyes, guerreros, científicos y otros actores, que les ayudaban a realizar ciertas tareas.
Por supuesto no eran electrónicos ni usaban software pero que, siendo no ortodoxos, caen perfectamente en la categoría de wearable pues usaban la tecnología del momento. Estos dispositivos tuvieron un gran desarrollo durante la Guerra Fría y seguramente los has visto en alguna película añeja de James Bond. Los relojes ochenteros de Casio o Timex son otro ejemplo. Hoy vuelven a vivir su momento de fama pero en versión mucho más sofisticada. En algunos países presentan ventas importantes pero ¿es México mercado para ellos?
Los wearables actuales tienen múltiples funciones pero destacan dos; a) brindar cierta información actualizada en todo momento y b) coadyuvar en el seguimiento a la salud personal. Ambas funciones son compartidas, a diferente grado, con otros dispositivos como los smartphones y las tablets, pero mostrada en un dispositivo más manejable.
La segunda pudiera decirse que es su función especial pues pueden acompañar al usuario en cualquier tipo de actividad y espacio, como por ejemplo el ejercicio físico. Es impráctico salir a correr cargando la laptop o la tablet. Menos lo es el smartphone pero cuando se corre cada gramo cuenta (lo mismo para las personas de tercera edad), por ello el wearable es perfecto.
Con lo anterior es evidente que el wearable cubre una necesidad y por ello su existencia desde hace siglos. Pero una cosa es esto y otra que tal necesidad sea crucial satisfacerla con este tipo de dispositivo o si puede ser satisfecha con otro dispositivo que ya tengamos. Más adelante retomaré esta idea.
Los smartwatch y las smartband llevan la delantera
Todas las grandes empresas fabricantes de electrónicos no quieren perderse éste mercado. De las marcas conocidas Sony fue el primero en lanzar su Smartwatch y, por cierto, se apropió del nombre genérico. Samsung ya comercializa los suyos (Gear 2 y Gear 2 Neo) y lo vincula con sus populares smartphones para ver si se puede venderse igual de bien.
LG y HTC ya anunciaron los propios. Y como las expectativas son altas para este nicho del mercado de los wearables hasta Google desarrolló un sistema operativo especial derivado de Android. Le llama Android Wear. Pero todas las miradas apuntan hacia el fabricante del que se espera realmente catapulte las ventas de los relojes inteligentes: Apple y su iWatch, del cual nadie sabe con precisión de su lanzamiento si es que se da.
Más populares que el smartwatch son las smartband, en parte por su precio y por su comodidad a la hora de hacer ejercicio. Este segmento es todavía más competido estando presentes las marcas familiares como Sony (SmartBand SWR10) y Samsung (Gear Fit). Una muy popular entre corredores es la Nike+Fuelband pero que sin embargo ya no será producida por esta marca. Rumores apuntan a una posible alianza de esta empresa con Apple. Fitbit es otra empresa importante en los smartband.
Otros artículos dentro de los wearables están anillos, aretes y hasta ropa. Y no olvidemos a los caros Google Glass y que, precisamente por su precio, su penetración ha sido limitada en los mercados disponibles.
De manera que a nivel de oferta de wearables no parece haber problema y al contrario sigue aumentando conforme la tecnología avanza. Sin embargo, su oferta no tiene una cobertura geográfica estandarizada, toda vez que en México apenas si encontramos una variedad limitada de estos dispositivos.
Oferta existe y la demanda parece que también
En mi reciente viaje a Japón no observé, hasta donde pude hacerlo, a persona alguna utilizando un wearable del tipo smartwatch o smartband, pero sí observé casi a todas con smartphone. Lo comento por ser un país con alto poder de compra y amante de la tecnología. En México observo un panorama similar de limitada penetración, quizás porque su uso se enfoca a los momentos del ejercicio (para el caso de las smartband) y no tanto para la vida diaria.
Pero este empírico comentario no significa que los wearables no se vendan o sean populares. De hecho es todo lo contrario. Según un reporte de la consultora IDC, las ventas de wearables a nivel mundial será de aproximadamente 19.2 millones de unidades en este 2014 destacando los smartband. IDC augura que no será sino hasta el 2018 cuando se rebasen las 110 millones de unidades vendidas de wearables.
IDC añade en su reporte que este segmento está en su etapa de nacimiento por lo que el tipo de vestibles y su grado de complejidad y utilidad seguirá en crecimiento constante, pero no se prevé alcance las ventas de smartphones (tan sólo en 2013 se vendieron mil millones).
Pero no todo es color de rosa para los wearables. Algunos predicen que la venta de su división de smartband por parte de Nike conlleva un mensaje nada alentador e insisten en la urgente entrada de Apple al segmento para dinamizarlo y atraer más ventas. Otros añaden que el mercado ya alcanzó su límite y únicamente crecerá de la mano de su nicho pero no más allá. Otro dato nada favorables es que los propietarios de wearables los dejan a los seis meses.
¿Compra México wearables?
Si vinculamos el hecho de que muchos de los wearables tienen propósitos para mejorar la salud (mHealth), entonces la inmensa mayoría de mexicanos deberíamos portarlos. Somos el segundo país con más obesos (70% de la población) y líderes en ciertas enfermedades (diabetes) por malos hábitos alimenticios y poca práctica del ejercicio.
Con este escenario incluso los gobernantes deberían considerarlos como parte de una política pública de salud y donar wearables a los mexicanos en lugar de despensas, uniformes, computadoras o material de construcción. Si los mexicanos necesitan wearables, al menos desde el enfoque de la salud, ¿los compran?
Según un estudio reciente de la consultora Brandspark el 72% de los consumidores mexicanos señala estar interesado en productos innovadores y un 60% dice buscar productos nuevos y diferentes. A lo anterior súmese que 6 de 10 afirman estar bien informados sobre salud y nutrición.
Si tomamos ambos datos entonces los wearables la llevan de gane pues son innovadores y atienden la salud. Pero se enfrentan a dos problemas en México. El primero es el bajo poder adquisitivo (según UNAM cayó en 78% entre 1987 y 2014), lo cual conlleva a priorizar las compras y seguramente un wearable no ocupa los primeros lugares. El segundo es que ofrecen información limitada (por ahora), estando por lo tanto en desventaja con un smartphone.
Y si a 2012 el valor del mercado de los smartphones era de 54 mil millones y el de las tablets de 8 mil millones ¿cuál es el de los wearables? Lamentablemente no pude encontrar esta información.
A manera de conclusión
Personalmente no creo que los wearables vayan a ser tan populares en México como los smartphones. Al menos no en el corto plazo. La razón principal es porque estos últimos brindan mucho más información que los wearables y son dispositivos con un grado de personalización único. Los smartphones están reinventando sociedades. Los wearables no lo harán.
Si a esto agregamos que el poder de compra en México sigue y seguirá por un buen tiempo en niveles bajos, no alcanzo a visualizar un boom de estos artefactos, al menos no en el corto plazo. Por definición los wearables no son para México. Tampoco para el mundo. Son para unos cuantos ¿eres uno de ellos?.
Ver 6 comentarios